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Los Estados Unidos invaden Afganistán en la lucha contra el Terrorismo Global Yihadista (Al-Qaeda)

La Guerra de Afganistán, que comenzó el 7 de octubre de 2001 con la «Operación Libertad Duradera» del Ejército estadounidense y la «Operación Herrick» de las tropas británicas para invadir y ocupar el país asiático fue emprendida en respuesta a los atentados del 11 de septiembre del 2001 en Estados Unidos, amparándose en el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas que invoca al derecho a la legítima defensa. El objetivo declarado de la invasión era encontrar a Osama bin Laden y otros dirigentes de Al-Qaeda para llevarlos a juicio, y derrocar al régimen Talibán que apoyaba y daba refugio y cobertura a los miembros de Al Qaeda. La Doctrina Bush de Estados Unidos declaró que, como política, no se distinguiría entre organizaciones terroristas y naciones o gobiernos que les dan refugio. Existen dos operaciones militares luchando por controlar el país. La «Operación Libertad Duradera» es una operación de combate estadounidense con la participación de algunos países de la coalición y que actualmente se está llevando a cabo principalmente en las regiones del sur y del este del país a lo largo de la frontera con Pakistán. En esta operación participan unos 28.300 militares estadounidenses aproximadamente. La segunda operación es la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF), que fue establecida por el Consejo de Seguridad de Nacionales Unidas a finales de diciembre de 2001 para asegurar Kabul y las áreas de sus alrededores. La OTAN asumió el control de la ISAF en 2003. A fecha de 23 de julio de 2009, la ISAF tenía en torno a 64.500 militares de 42 países, proporcionando los miembros de la OTAN el núcleo de la fuerza. Estados Unidos tenía aproximadamente 29.950 soldados en la ISAF. En la invasión, Estados Unidos y Reino Unido llevaron a cabo la campaña de bombardeo aéreo, con fuerzas terrestres proporcionadas fundamentalmente por la Alianza del Norte. En 2002, fue desplegada la infantería estadounidense, británica y canadiense, avanzando con fuerzas especiales de varias naciones aliadas como Australia. Posteriormente se sumaron las tropas de la OTAN. El ataque inicial sacó a los Talibán del poder, pero éstos recobraron fuerza y posiciones desde entonces.La guerra ha tenido menos éxito de lo esperado en cuanto al objetivo de restringir el movimiento de Al Qaeda.[] Desde 2006, se ve amenazada la estabilidad en Afganistán debido al incremento de la actividad insurgente liderada por los Talibán, los altos registros de producción ilegal de droga y un frágil gobierno con poco poder fuera de Kabul

Después de la negativa del régimen talibán a dejar de acoger a Al Qaeda, el 7 de octubre de 2001 el gobierno de Estados Unidos inició sus operaciones militares en Afganistán. Equipos de la División de Actividades Especiales de la CIA fueron las primeras fuerzas estadounidenses en entrar en Afganistán para comenzar con las operaciones de combate. A ellos pronto se unieron Fuerzas Especiales del Ejército de Estado Unidos del 5º Grupo de Fuerzas Especiales y otras unidades del Mando de Operaciones Especiales de los Estados Unidos.Estas fuerzas trabajaron sobre el terreno con grupos opositores afganos, en particular con la Alianza del Norte. El Reino Unido, Canadá y Australia también desplegaron fuerzas y varios países más proporcionaron permiso de establecimiento, acceso y sobrevuelo. El 7 de octubre se registraron ataques aéreos en la capital, Kabul (donde se cortaron los suministros de electricidad), en el aeropuerto, en Kandahar (residencia del Líder Supremo de los Talibán Mullah Omar), y en la ciudad de Jalalabad. La CNN difundió imágenes en exclusiva de Kabul siendo bombardeada a todas las emisoras estadounidenses a aproximadamente las 5:08 p. m. A las 17:00 UTC, el presidente George W. Bush confirmó los ataques en la televisión nacional estadounidense y el primer ministro del Reino Unido Tony Blair también se dirigió a su país. Bush declaró que serían atacadas las instalaciones militares de los talibán y los campos de entrenamiento de terroristas. Además, se lanzaría comida, medicinas y otros suministros para «los hombres, mujeres y niños hambrientos y enfermos de Afganistán».Antes de los ataques se había difundido una cinta de vídeo grabada de Osama bin Laden en la que condenaba cualquier ataque contra Afganistán. Al Jazeera, el canal de noticias por satélite árabe, informó de que esas cintas habían sido recibidas poco antes del ataque.

Campañas aéreas en la Guerra de Afganistán: Los bombarderos, operando a gran altitud y así fuera del alcance del fuego antiaéreo bombardearon los campos de entrenamiento afganos y las defensas antiaéreas talibanes. Las aeronaves estadounidenses, incluidos los helicópteros de ataque AH-64 Apache de la 101º Birgada de Aviación de Combate, operaron con impunidad durante toda la campaña sin ninguna pérdida provocada por las defensas antiaéreas talibanes. Los ataques inicialmente se enfocaron en la zona de las ciudades de Kabul, Jalalabad y Kandahar, y en sus alrededores. En unos días, la mayoría de los lugares en entrenamiento de los talibán quedaron severamente dañados y las defensas antiaéreas fueron destruidas. Entonces la campaña se centró en objetivos de mando, control y comunicaciones para debilitar la capacidad de las fuerzas talibanes para comunicarse. Sin embargo, la línea de frente era mantenida por la Alianza del Norte, y aún no había éxitos tangibles en el campo de batalla de ese frente. Con dos semanas de campaña, la Alianza del Norte pidió que la campaña aérea se enfocara más en las líneas de frente. Mientras tanto, miles de hombres de tribus pastún procedentes de Pakistán entraron en el país afgano, reforzando a los talibán contra las fuerzas lideradas por Estados Unidos. La siguiente etapa de la campaña comenzó con la entrada en acción de los cazabombarderos embarcados F/A-18 Hornet para destruir los vehículos de los talibán mediante ataques de precisión, mientras otros aviones estadounidenses comenzaban a bombardear las defensas de los talibán con bombas de racimo. Por primera vez en años, los comandantes de la Alianza del Norte finalmente comenzaron a ver los resultados sustantivos que habían esperado mucho tiempo en las líneas de frente. A principios de noviembre, las líneas de frente talibanes fueron bombardeadas con bombas de gran radio de acción BLU-82, y atacadas con aviones artillados AC-130. Los combatientes talibán no tenían experiencia previa de la capacidad de fuego de los estadounidenses, y a menudo incluso estaban en las cimas de las crestas descubiertas donde las Fuerzas Especiales podían localizarlos fácilmente y pedir apoyo aéreo cercano. El 2 de noviembre las posiciones de frente talibanes ya estaban devastadas, y una marcha de la Alianza del Norte sobre Kabul parecía posible por primera vez. Los combatientes extranjeros de Al Qaeda se hicieron cargo de las ciudades afganas, demostrando la inestabilidad el régimen talibán. Mientras tanto, la Alianza del Norte y los asesores de la CIA y de las Fuerzas Especiales estadounidenses planeaban la próxima fase de su ofensiva. Los tropas de la Alianza del Norte se apoderaría de Mazari Sharif, de este modo cortarían las líneas de abastecimiento de los talibán y permitirían el flujo de suministros desde los países del norte, seguido por un ataque contra Kabul.

La caída de Kabul: La noche del 12 de noviembre, las fuerzas talibán se retiraron de la ciudad de Kabul, huyendo bajo el amparo de la oscuridad. Por la tarde del 13 de noviembre, en el momento en que las fuerzas de la Alianza del Norte llegaron a la capital, sólo les estaban esperando cráteres de bombas, follaje quemado, y casquillos de municiones vacíos en los que había sido las posiciones y emplazamientos de armas de los talibán. Los únicos defensores que quedaban era un grupo de aproximadamente veinte incondicionales combatientes árabes emplazados en el parque de la ciudad. El grupo de talibanes fue eliminado en 15 minutos de combate, al ser ampliamente superados en número y tener poca cobertura en donde escudarse. Una vez que esas fuerzas fueron neutralizadas Kabul ya pasó a manos de fuerzas de Estados Unidos y la Alianza del Norte. La caída de Kabul marcó el inicio de un colapso de las posiciones de los talibanes en el mapa. En 24 horas, todas las provincias afganas a lo largo de la frontera con Irán, incluía la ciudad clave de Herat, habían caído. Los señores de la guerra y comandantes pashtun locales se habían hecho cargo de todo el noreste de Afganistán, incluida la ciudad clave de Jalalabad. Los talibán que resistían en el norte, principalmente voluntarios pakistaníes, se replegaron a la ciudad norteña de Kunduz para. El 16 de noviembre, el último bastión de los talibán en el norte de Afganistán fue sitiado por la Alianza del Norte. Cerca de 10.000 combatientes talibán, liderados por combatientes extranjeros, se negaron a rendirse y continuaron oponiendo resistencia. Para entonces en el sudeste, los talibán habían sido obligados a regresar a su tierra de origen alrededor de Kandahar. El 13 de noviembre, las fuerzas talibán y de Al Qaeda, con la posible inclusión de Osama bin Laden, se reagruparon y concentraron sus fuerzas en el complejo de cuevas de Tora Bora, en la frontera con Pakistán 50 kilómetros al sur de Jalalabad, para preparar la resistencia contra las fuerzas de Estados Unidos/OTAN y la Alianza del Norte. Cerca de 2.000 combatientes talibán y de Al Qaeda se fortificaron en posiciones dentro de búnkeres y cuevas, y el 16 de noviembre los bombarderos estadounidenses comenzaron a bombardear las fortalezas en las montañas. Al mismo tiempo, operativos de la CIA y de las Fuerzas Especiales ya estaban trabajando en el área, reclutando y pagando a los señores de la guerra locales para que se unieran a la lucha y planear un ataque al complejo de Tora Bora.