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LA REALPOLITIK NORTEAMERICANA: CAUSAS Y CONSECUENCIAS EN LA POLÍTICA EXTERIOR DE EEUU Y EL FIN DE LA GUERRA FRÍA.

Tenemos que analizar que si la doctrina Truman[1] había supuesto la aparición del pensamiento estratégico estadounidense durante la Guerra Fría, sirviendo de precedente para futuras estrategias estadounidenses, la doctrina de Richard Nixon[2], veremos que en cambio, supuso un punto de inflexión. Cuatro momentos de la doctrina en política exterior estadounidense en relación con la política internacional desarrollada por las administraciones previas. En cierto sentido, la aparición de la doctrina Nixon debió mucho al contexto histórico en el que se desarrollaron las acciones en política internacional de su inmediato predecesor, Lyndon B. Johnson, y de su desafortunada intervención en el famoso conflicto de Vietnam, asentado sobre la base del temor a un efecto dominó en Extremo Oriente que propagase aún más el comunismo y a una situación geopolíticamente inestable en Europa –por la decisión del Gobierno de Charles De Gaulle de retirar a Francia de la estructura de mando de la OTAN.

Por ello, el compromiso con el lejano país asiático era visto como una forma de demostrar el liderazgo y la credibilidad estadounidense en la lucha contra el comunismo a escala internacional Nixon fue el artífice del paso de la política exterior norteamericana a una base geopolítica.

Debemos pensar desde el análisis político de la época que, a pesar de que el propósito de Nixon fue crear “un gran proyecto político” en materia de una nueva idea de poder mundial y formular una “estructura para la paz” al estilo de la que para Europa propuso en su época Charles de Gaulle, a quien tanto admiraba el presidente norteamericano, mucho se discute si la iniciativa de Nixon puede llamarse realmente “doctrina” o si la falta de claridad y precisión de sus planteamientos conspiró contra el propósito de su autor e hizo de ella solamente una descripción de las grandes y pequeñas metas de la diplomacia norteamericana. En todo caso, su formulación fue indispensable para ese momento porque había terminado la guerra de Vietnam en medio de la desazón nacional, especialmente de las jóvenes generaciones norteamericanas —con 56.000 soldados estadounidenses muertos y un costo económico estimado en 150 billones de dólares— y nadie tenía claro el rumbo que tomaría la política exterior de los Estados Unidos en el futuro inmediato. El diagnóstico de “lo que se hizo mal” en Vietnam para que se perdiera la guerra era la discusión de todos los días. Reproches iban y venían bajo el impacto traumático que ese conflicto armado causó en la opinión pública norteamericana. El país se angustiaba bajo el “Vietnam war syndrome”.

Todos hablaban de prevenir “otro Vietnam”. En esas circunstancias fue formulada la llamada doctrina Nixon. Su idea central fue, sin duda, establecer los nuevos parámetros que guiaran las relaciones internacionales de los Estados Unidos en los próximos años. Pero ciertamente que Nixon no logró plenamente su propósito porque su formulación ante el Congreso dejó muchas dudas e incertidumbres. De todas maneras la doctrina Nixon tuvo dos finalidades manifiestas: reducir, vista la “lección de Vietnam”, los compromisos norteamericanos en conflictos “convencionales” en el exterior y, al mismo tiempo, preparar a los Estados Unidos para cumplir a cabalidad aquellas otras obligaciones internacionales cuya ejecución resultaba menos onerosa o era imprescindible por tratarse de países cuya integridad era vital para los intereses de la seguridad norteamericana. En todo caso, aún sin Vietnam la política exterior de los EE.UU. necesitaba rediseñarse en un mundo donde Europa y Japón, con la ayuda económica y el paraguas de seguridad norteamericano, tomaban su puesto en el mundo. Las relaciones Este y Oeste estaban estancadas por la Política de Contención. Los EE.UU. debían plantearse la transición de la hegemonía al liderazgo. El wilsonismo había funcionado y muy bien, pero a finales de los setenta se hacía necesaria una nueva definición del papel internacional de los EE.UU. Nixon consideró su tarea la de definir un papel firme en política internacional para los EE.UU. en una arena internacional muy compleja donde wilsonismo y Realpolitk debían fundirse. Nixon se separó de la Política de Contención y tomó el camino de Churchill de 1953, la negociación que sirvió como estrategia para recuperar la incitativa diplomática. En todo caso, Vietnam y el Watergate[3] impidieron que se diera el consenso interno para bendecir una política exterior que era el medio más realista de justificar el idealismo norteamericano. La diplomacia había quedado abierta y desbloqueada después de las revelaciones de Nikita Jruschov sobre el régimen stalinista, la invasión de Checoslovaquia y la separación del comunismo chino y el soviético. Esto dejó un margen de maniobra a la diplomacia norteamericana. Nixon fue un presidente con amplios conocimientos en política internacional, hombre que viajó mucho durante sus mandatos y que no creía en el idealismo wilsoniano puro, aunque lo admiraba y utilizaba en sus discursos. Para Nixon el orden natural de las cosas no era la paz y la armonía, y pensaba que la estabilidad se conseguía con una actitud vigilante. En 1969 y 1970 se presentó la Doctrina Nixon que intentó mantener una posición intermedia entre intervencionismo y retirada con tres normas fundamentales en caso de que los EE.UU. se vieran envueltos en algún asunto internacional:

  1. a) cumplimiento de los tratados por parte de los EE.UU.
  2. b) EE.UU. protegerá a una nación aliada o vital para la seguridad norteamericana si es atacada por una potencia nuclear
  3. c) en un ataque convencional los EE.UU. asumirán que la nación amenazada aportará hombres para su defensa.

La doctrina Nixon llevaba implícita la intención de disipar la idea, muy generalizada a causa de los resultados de Vietnam, de que los Estados Unidos abandonarían sus responsabilidades en Asia, en una suerte de neo-aislacionismo que había ganado muchos adherentes en el interior de los Estados Unidos como reacción contra la guerra. Hay que recordar incluso que el propio presidente había dicho dos años antes durante una conferencia de prensa celebrada en la isla de Guam, el 25 de julio de 1969, en el curso de su viaje de bienvenida a los astronautas del Apolo 11 que retornaban de la Luna, que los Estados Unidos no volverán a enviar soldados norteamericanos a combatir en defensa de los países asiáticos sino que en lo futuro se limitarán a dar ayuda logística y económica a tales países en el caso de que fueran amenazados por fuerzas superiores. Manos asiáticas deben modelar los destinos asiáticos”, dijo Nixon en aquella oportunidad. Por eso esta vez ante el Congreso el presidente fue muy enfático en afirmar que, si bien los países asiáticos debe asumir la responsabilidad de su propia defensa y su país sólo enviará tropas de combate y material de guerra si fueran amagados por fuerzas superiores, los Estados Unidos de América mantendrán todos los compromisos contractualmente convenidos y de ninguna manera abandonarán las obligaciones contraídas en el área de la OTAN y de otras regiones en que tienen intereses vitales de seguridad.  La doctrina Nixon dejó entrever que los Estados Unidos no incurrirán en nuevas intervenciones militares a menos que fueran imprescindibles para los intereses vitales de su seguridad. En este caso, su propio arsenal nuclear estaría disponible para proteger a cualquier Estado cuya supervivencia política se considere indispensable para su estabilidad. Esta es probablemente la única parte de la doctrina Nixon en que puede encontrarse una innovación importante a la tradicional política exterior norteamericana, porque sostiene que las misiones defensivas de facto contra agresiones a otros países, como ha ocurrido con Israel, crean para los Estados Unidos obligaciones tan fuertes como las que nacen de los tratados de defensa mutua. Esto incluye todas las formas de agresión capaces de crear inestabilidad global, tales como guerras civiles, insurrecciones, movimientos revolucionarios, actividades de terrorismo y lo que Moscú solía llamar guerras de liberación nacional”. La doctrina Nixon contiene un programa diplomático completo, que envuelve elementos tan disímiles como la détente con la Unión Soviética, la normalización de las relaciones con China, la vigorización de la OTAN, renovados esfuerzos para resolver el problema árabe-israelí, relaciones más estrechas entre los Estados Unidos y la África negra, un nuevo pero más limitado papel de su país en los asuntos asiáticos, la revitalización de las relaciones interamericanas y, en lo interno, un nuevo esquema de colaboración de las funciones Ejecutiva y Legislativa para afrontar los retos exteriores.

La política exterior del Presidente Gerald Ford: Durante su presidencia finalizó la Guerra de Vietnam y se firmaron los Acuerdos de Helsinki. En cuanto a política interna, Ford se encontró ante el peor panorama económico desde la Gran Depresión de 1929: durante sus años en la presidencia el país entró en recesión y hubo una creciente inflación. Una de sus decisiones más polémicas fue dar el indulto al presidente Richard Nixon, implicado en el llamado Escándalo Watergate. En 1976 Ford derrotaría a Ronald Reagan en la nominación del Partido Republicano, pero perdería por un escaso margen ante el demócrata Jimmy Carter[4] en las elecciones presidenciales de ese año. Luego de sus años en la presidencia Ford siguió participando en el Partido Republicano. Después de sufrir problemas de salud murió en su casa el 26 de diciembre de 2006, a los 93 años. Su mandato presidencial, que duró 895 días, es el más corto de entre los presidentes de los Estados Unidos que no murieron estando en el cargo. Ford se enfrentó a tres problemas principales: el aumento de la inflación, el desempleo y la utilización de la energía. Controló la inflación a costa de limitar el gasto de los programas sociales. Para atacar el desempleo, intentó crear empleo reduciendo los impuestos a la población que disponía de más ingresos para que pudieran comprar más artículos.

Se resistió a las peticiones de proyectos de obras públicas patrocinadas por el gobierno para crear empleo. En política energética, apoyó el desarrollo corporativo de nuevas fuentes de energía con subsidios gubernamentales. Su administración destacó por un constante enfrentamiento con el Congreso. En dos años de presidencia, hasta en 66 ocasiones utilizó el presidente Ford su derecho de veto sobre las decisiones del Congreso. En 1975 tuvo ocasión de nombrar a un juez para el Tribunal Supremo de EEUU para cubrir la vacante dejada por William Douglas. Escogió a John Paul Stevens[5], juez del 7º Distrito de la Corte de Apelaciones, hoy en día considerado como uno de los miembros más izquierdistas de la Corte Suprema. Le tocó presidir el final de la Guerra de Vietnam. En abril de 1975, con el ejército de Vietnam del Norte tomando Saigón, el presidente Ford ordenó la evacuación de 22.000 sur-vietnamitas colaboradores de Estados Unidos y la salida de los últimos marines que quedaban en la embajada estadounidense. En materia de Defensa vetó una serie de leyes de apropiación militar para contener el déficit presupuestario. Estuvo en el entierro de Luis Carrero Blanco en 1973. A pesar de estar poco más de 2 años en la Casa Blanca, el presidente Ford sufrió dos intentos de asesinato en 1975. El primero se produjo el 5 de septiembre en Sacramento, capital de California, cuando una seguidora de Charles Manson, (Lynette “Squeaky” Fromme) trató de matarle con cinco disparos de un Colt del calibre 45. El segundo intento de asesinato se produjo sólo diecisiete días después en San Francisco. También una mujer, disparó al presidente con una pistola del calibre 38 cuando este salía del Saint Francis Hotel, pero no pudo apuntar bien gracias a la intervención de Oliver Sipple[6]. En ambos casos, Ford resultó ileso. En 1976 Ford derrotó a Ronald Reagan en la nominación presidencial del Partido Republicano tras unas durísimas elecciones primarias. Ford llegó a la convención de Kansas City con 1,187 delegados. Reagan llegó con 1,070. Para buscar un mínimo consenso, se vio obligado a prescindir de su vicepresidente, el liberal Nelson Rockefeller. Pero finalmente en noviembre, el candidato del Partido Demócrata, Jimmy Carter venció a Ford en las elecciones presidenciales de ese año. Ford, quien había empezado la campaña, casi treinta puntos por debajo en estimación de voto, según la gran mayoría de las encuestas de opinión, se empleó a fondo durante la campaña electoral, pero Carter se hizo con el 50% del voto popular frente al 48% de Ford. 

La política exterior del Presidente Carter: El punto central y eje principal de toda la política exterior de la presidencia de Jimmy Carter fue la política de los derechos humanos que fue diseñada como arma un ideológica contra el creciente poderío e influencia cada vez más importante de la entonces Unión Soviética como abanderada del proyecto mundial para la construcción del socialismo y el comunismo. Durante la era Carter, la ex Unión Soviético promulgó en 1978 una nueva constitución que fue pomposamente llamada “La constitución del socialismo desarrollado”. Precisamente este concepto, esta idea del socialismo desarrollado fue presentado por los dirigentes soviéticos como un paso cercano a la futura sociedad comunista en los años de Leonid Brezhnev (1964-1982)[7] al frente del estado soviético. Esto fue todo un desafío para la nueva administración norteamericana quien no podía darse el lujo de permitir el fortalecimiento político, ideológico y militar de su principal adversario en todos los continentes. El problema del llamado “expansionismo comunista soviético” tenía altamente preocupada a los gobernantes norteamericanos porque los países más atrasados del mundo que se iban desprendiendo de su pasado colonial y neocolonial, veían con simpatía las ideas socialistas y marxistas para reconstruir sus países en la concepción que se conoció como la ”vía no capitalista de desarrollo”, es decir, un modelo alternativo para pasar al socialismo sin pasar por el capitalismo y que estuvo muy en boga en países de África y Asia.

Por esta razón, es que apoyó decididamente a la tenebrosa dictadura sudafricana en sus guerras contra Angola y Mozambique y la ocupación de Namibia para derrotar al Organización Popular del África Sudoeste (SWAPO)[8] con el fin de destruir los procesos liberadores de estos países independizados en 1974 de Portugal y derrotar a los contingentes militares cubanos presentes en esos países. Es decir, es la política conocida con el nombre de “roll back”, hacer retroceder al enemigo en cualquier rincón donde este se encuentre. La nueva visión del gobierno de Carter basado en el programa para la promoción de los derechos humanos fue un elemento que influyó en el desenvolvimiento de las relaciones internacionales en general y entre los Estados Unidos y la Unión Soviética en particular. Para los Estados Unidos era imprescindible apoyar todo movimiento, toda opinión que, por más insignificante o pequeño que fuera, significara un problema serio para su contrincante y una forma de demostrar que la igualdad en el socialismo no existía, que solo era una quimera de la que únicamente disfrutan la denominada nomenclatura (dirigencia del Kremlin) y que el pueblo estaba sometido a una “feroz dictadura” contra la que no se podía ni hablar, ni criticar, ni votar, ni elegir a las autoridades enquistadas en el poder desde 1917. Este fue el argumento para impulsar los derechos humanos utilizando como ariete a los llamados disidentes soviéticos, brindándoles todo tipo de apoyo sea económico, financiero, sanitario y diplomático, planes que comenzaron a elaborarse durante la presidencia de Harry Truman (1945-1953) cuyo primer documento central se llamó “Ofensiva Psicológica contra la URSS: Objetivos y Tareas”, escrito en 1953.

Podemos afirmar que con la presidencia de Carter se inicia una nueva etapa en la cual el desarrollo de los Estados Unidos comenzó a orientarse y siguió orientándose hacia la creación de un poderoso estado militarista promotor de una política exterior expansionista, impulsor de la intervención militar directa en cualquier rincón del planeta donde esté en peligro su dominio conforme a la doctrina de los intereses vitales. Y esto es una cuestión que durante toda su presidencia estuvo a la orden del día, tanto en los discursos del propio presidente como así también por sus secretarios de gabinete, asesores y miembros de las Fuerzas Armadas.

A Jimmy Carter le tocó la tarea de que el pueblo norteamericano superar el “síndrome de Vietnam” y lo hizo no renunciando a la doctrinas imperiales de dominación con las que se convirtió en la primera potencia mundial mediante el saqueo de pueblos y naciones en todo el planeta, entre las que podemos mencionar: la Doctrina Monroe de 1823[9], la del Destino Manifiesto de 1845, la doctrina Olney de 1895, la del Big Stick de Theodore Roosevelt de 1903, la de los intereses vitales, la del primer golpe nuclear o las que proclamaban la superioridad militar, sino que sentó las bases y creó la estructura suficiente y necesaria para que los siguientes presidentes continúen con sus guerras imperialistas de agresión en cualquier rincón del planeta. Esto es así porque las fuerzas de despliegue rápido fueron utilizadas por primera vez por Ronald Reagan quien para la invasión a Granada en octubre de 1983[10] había ordenado duplicar su números de efectivos; George Bush las utilizó en la primera guerra del Golfo entre enero y febrero de 1991[11]; al bombardero Bill Clinton le tocó su turno entre 1993 y 1994 en la desastrosa operación en Somalia[12] donde murieron 18 soldados norteamericanos y otros 79 fueron heridos y en la destrucción de la Federación Yugoslava en marzo de 1999, además de haber bombardeado a Sudán, a Afganistán y a Irak en varias ocasiones; el fascista de Georg Bush (h) las llevó nuevamente a la guerra en las invasiones de Afganistán en octubre de 2001 y en Irak en marzo de 2003. En ese sentido podemos tomar las palabras del entonces Jefe del Ejército de los Estados Unidos, general Edward C. Meyer[13] quien en 1980 afirmaba: “El reto más exigente que confrontan los militares norteamericanos en los ochenta es desarrollar o demostrar la capacidad de enfrentar exitosamente las amenazas a los intereses vitales norteamericanos fuera de Europa sin comprometer el teatro decisivo de Europa Central” Aprovechando que nombramos a este general para decir que fue este el militar que saludó efusivamente al entonces Jefe del Ejército Argentino, Leopoldo F. Galtieri[14], llamándolo “general majestuoso” en su visita a los Estados Unidos. En el plano interno, la llegada de Carter a la primera magistratura generó en el pueblo norteamericano una nueva y renovada esperanza de que las propuestas del partido demócrata en el poder apuntaban a mejorar las relaciones con la entonces Unión Soviética; a recuperar la fe y la confianza en el país tras la humillante y desastrosa derrota en el guerra de Vietnam; a dar importantes soluciones a la situación de los trabajadores, como ser la derogación de la ley Taft-Hartley de 1947[15] que impedía el ejercicio del derecho de huelga y limitaba a los empleados públicos tener su propio sindicato; a resolver el problema de la inflación y uno particularmente vital para los EE.UU. el problema del abastecimiento y el uso de los recursos energéticos; a mejorar la salud y la educación de la población como así también resolver el problema de las minorías, la situación carcelaria y el problema de las drogas. Carter realizó una exitosa campaña electoral definiéndose como un «extraño en Washington«, en la que criticaba al presidente Gerard Ford y al Congreso de los Estados Unidos, controlado por los demócratas. Como presidente, continuó con esta línea, su negativa a jugar con las «reglas de Washington» contribuyó a una difícil relación de la administración Carter con el Congreso. Hamilton Jordan y Frank Moore, en particular, se enfrentaron desde el principio, con los líderes demócratas, como el Portavoz de la Cámara de Representantes, Tip O’Neill[16].

Las relaciones con el Capitolio se agriaron por llamadas telefónicas no devueltas, insultos (tanto reales como imaginarios) y una falta de voluntad para intercambiar favores políticos y debilitó la capacidad del presidente para impulsar su ambiciosa agenda. Durante los primeros 100 días de su presidencia, Carter remitió una carta al Congreso, proponiendo el rechazo de varios proyectos. Entre los que manifestaron su oposición a esa propuesta, se encontraba el senador Russell B. Long[17], un poderoso demócrata del Comité de Finanzas del Senado. El plan de Carter fue revocado y el sentimiento de amargura se convirtió en un problema para Carter. El plan de Carter fue rechazado, lo que produjo un sentimiento de amargura en Carter.El rechazo abrió una brecha entre la Casa Blanca y el Congreso, Carter manifestó que la oposición más intensa y creciente a sus políticas provenían del ala liberal del Partido Demócrata de los Estados Unidos, que atribuyó a la ambición de Ted Kennedy para reemplazarlo como presidente.

Pocos meses después de iniciado su mandato, y pensando que tenía el apoyo de cerca de 74 congresistas, Carter publicó una «lista negra» de 19 proyectos que, según Carter, suponían un «pork barrell» de gasto público, manifestando que vetaría cualquier iniciativa legislativa que incluyera cualquier proyecto de esta lista. Esta lista se encontró con la oposición del líder del partido demócrata. Carter había incluido un proyecto de ley de ríos y puertos como innecesarios y el portavoz de la Cámara de Representantes, Tip O’Neill, pensó que era desaconsejable que el presidente interfiriese en asuntos que tradicionalmente habían formado parte de la esfera de competencias del Congreso. Tras estos hechos, Carter quedó aún más debilitado y tuvo que firmar un proyecto de ley que contenía proyectos de su lista negra. Más tarde, el Congreso rechazó aprobar las principales disposiciones de su ley de protección de los consumidores y su paquete de reforma laboral y Carter vetó un paquete de obras públicas calificándolas de «inflacionarias«, puesto que contenía lo que él consideraba gastos innecesarios. Los líderes del Congreso percibieron que el apoyo público a la iniciativa legislativa de Carter era débil, y se aprovecharon de ella. Después de destripar el proyecto de ley de protección al consumidor, transformaron su plan de impuestos en nada más que gastos de especial interés, tras lo cual, Carter se refirió al Comité de impuestos del Congreso como «manada de lobos«. Su mandato como presidente de Estados Unidos, estuvo marcado por importantes éxitos en política exterior, como los tratados sobre el Canal de Panamá, los Acuerdos de Paz de Camp David[18] (tratado de paz entre Egipto e Israel), el tratado SALT II[19] con la URSS y el establecimiento de relaciones diplomáticas con la República Popular China y vivió sus momentos más tensos con la crisis de los rehenes en Irán. En política interior, su gobierno creó los ministerios de energía y educación y reforzó la legislación sobre protección medioambiental. Desde que abandonó la Casa Blanca, se ha dedicado a una labor de mediación en conflictos internacionales y a poner su prestigio al servicio de causas humanitarias, en 1982, fundó junto con su esposa Rosalynn, el Centro Carter, una organización no gubernamental que lucha por el avance de los derechos humanos, la mediación en conflictos internacionales y que ha estado presente como observador en distintos procesos electorales.

La política exterior del Presidente Ronald Reagan: Como presidente introdujo nuevas y osadas iniciativas políticas y económicas. Su política económica, entroncada en la llamada economía de la oferta, se haría famosa bajo el nombre de «reaganomics», caracterizada por la desregularización del sistema financiero y por las rebajas substanciales de impuestos implementadas en 1981. En su primer período, sobrevivió a un intento de asesinato, marcó una línea dura con los sindicatos y además ordenó acciones militares en la independiente isla caribeña de Granada, próxima a la costa de Venezuela. Fue reelegido con una gran mayoría en las elecciones de 1984. El segundo período de Reagan estuvo marcado principalmente por asuntos extranjeros, siendo los más importantes el fin de la Guerra Fría, el bombardeo de Libia, y la revelación del escándalo Irán-Contras[20]. Previamente el presidente había ordenado un masivo incremento militar para la lucha estrecha contra la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), dejando atrás la estrategia del détente. Describió públicamente a la URSS como el «imperio del mal» y apoyó movimientos anticomunistas en todo el mundo a través de la denominada Doctrina Reagan.[21] Negoció el Tratado INF para el desarme nuclear con el Secretario General Soviético Mijail Gorbachov, logrando el decremento de los arsenales nucleares de ambos países. Reagan se retrataba a sí mismo como un defensor del liberalismo económico, a favor de fuertes recortes fiscales, y la reducción del estado protector. También tomó una fuerte postura anticrimen.

El punto alto de la presidencia de Reagan fueron sus primeros 100 días en la presidencia, iniciado con el fin de la crisis de rehenes en Irán, tras ser liberados minutos después de su toma de mando. El primer acto oficial de Reagan fue terminar con el control de precios del petróleo, con la esperanza de aumentar la producción doméstica del combustible y fomentar su exploración. Uno de los focos de mayor preocupación del primer periodo de Reagan era la reactivación de la economía, que se encontraba en una situación nueva en que se combinaba el estancamiento económico con una gran inflación. Su administración luchó contra la inflación de dos cifras apoyando a la Reserva Federal y la decisión de su presidente Paul Volcker[22] de contraer drásticamente la emisión de dinero, con tasas de interés que fueron aumentadas considerablemente (Paul Volcker fue designado por el Presidente Carter en 1979). Logrando bajar satisfactoriamente la inflación, esta política causó una recesión de corto plazo (1981-1982), que bajó temporalmente el apoyo público de Reagan. Otros lo elogiaron por tomar aquella estrategia. El economista y premio Nobel Milton Freidman[23] lo elogia «de estar dispuesto a causar una severa recesión para terminar con la inflación«. Realizó una estrategia de combinar esta política de contraer la emisión con cortes fiscales generales diseñados para aumentar la inversión en los negocios (en palabras de Reagan: «la escuela de Chicago, ofertismo fiscal, llámela como usted quiera – yo sabía que lo conocían como Reaganomics hasta que esto comenzó a funcionar…»). Mientras esta política era ridiculizada por sus opositores como el «vudú» y «Reaganomics«, Reagan logró impulsar recortes fiscales por el congreso en 1981.

Al mismo tiempo, la administración redujo los gastos sociales, con las protestas de los demócratas incluidos. Tras la recesión de 1981-1982, la economía experimentó una notable recuperación que comenzó en 1983. La administración Reagan argumentó que los cortes fiscales ayudaban a reanimar la economía y creaban empleos, que condujeron al aumento de ingresos federales por impuestos durante los años 1980 de 517 mil millones de a más de 1 billón de dólares por año. La política exterior de Reagan estuvo marcada por su intento de contener la influencia soviética en muchas regiones. Carter había considerado la influencia soviética como un proceso inevitable, pero Reagan pasó a una política de mayor confrontación contra la Unión Soviética. Durante Reagan la Guerra Fría pasó por su fase final, y de alguna manera los Estados Unidos emergieron de ese período como la única superpotencia mundial incontestada, frente al bloque soviético que acabó por auto disolverse. La administración Reagan convirtió la carrera armamentística en una pugna tecnológica, donde la mayor capacidad industrial, militar y económica de Estados Unidos se impuso sobre el bloque soviético. Durante la administración Reagan, aparecieron los submarinos nucleares Trident (clase Ohio)[24] y se aprovecharon los avances en la computación. La política de Reagan junto con la superioeridad estadounidense se impuso en la estrategia de su rival Yuri Andrópov[25]. Este era el concepto de la Guerra de las Galaxias. En Centroamérica apoyó a los gobiernos, en general autoritario, favorable a los intereses de Estados Unidos (El Salvador y Guatemala) y que eventualmente podrían haberse convertido en aliados del bloque soviético y otros países de inspiración comunista, como Cuba o Nicaragua. También mantuvo el equilibrio de las Fuerzas Armadas en la región ya que hasta en la actualidad ninguna tiene superioridad sobre otra. Con la caída de la URSS el apoyo militar se vio sustancialmente reducido, lo que trajo como resultado la firma de los acuerdos de paz.

Tras una serie de negociaciones y presiones internacionales se firma la paz en El Salvador el 16 de enero de 1992, reconociendo como fuerza política al FMLN, el cual tan solo había obtenido un escaso reconocimiento internacional como fuerza militar beligerante, aparte de países en general alineados o pertenecientes al campo socialista. Desde 1983 Cuba denunció la introducción de una cepa de dengue en su territorio por parte de EE.UU. durante el gobierno de Reagan, y en agosto de 2015 la revista Archives of Virology, órgano oficial de la sección de Virología de la Unión Internacional de Sociedades Microbiológicas determinó que, efectivamente, el virus fue responsable de la muerte de 158 personas (101 de ellos niños) como consecuencia de la introducción de una cepa de laboratorio de dengue hemorrágico en Cuba. Igualmente emprendió una campaña contra el gobierno sandinista de Nicaragua, que accedió al poder tras derrocar al régimen dictatorial de Anastasio Somoza Debayle[26], otro cliente político de Estados Unidos. Financió a la contra nicaraguense[27] llegando a la financiación no autorizada por el Congreso, caso conocido como el escándalo de Irán-Contra esta operación consistía en la venta de armas a Irán (por más de 47 millones de dólares) mediante gestiones de Oliver North[28] con cuentas bancarias en Suiza. El gobierno nicaragüense acusó a Estados Unidos de violaciones al derecho internacional ante la Corte Internacional de Justicia por este apoyo a los contras y por minar los puertos del país. La Corte dictaminó en favor de Nicaragua, pero los Estados Unidos se negaron a respetar la decisión de la Corte, argumentando que ésta no tenía jurisdicción sobre el caso. A petición de los gobiernos de Barbados y Dominca invadió Granada, cuyo gobierno había sido acusado de alinearse con la Unión Soviética y con Cuba y de promover la militarización del país, con la construcción de un aeropuerto de gran capacidad con la ayuda cubana. En Oriente Medio, ordenó el bombardeo de Beirut, tras el asesinato de 248 marines estadounidenses y 58 paracaidistas franceses, y apoyó decisivamente a Saddam Husein, al igual que lo hizo Francia. Donald Rumsfeld llegó a visitar a Hussein y cerró varios acuerdos de venta de armamento, entre las que se habrían encontrado parte del arsenal químico que en un tiempo poseyó Irak y fue usado como argumento para la invasión de Irak. Reagan ejerció como presidente durante la última parte de la Guerra Fría, una era de desacuerdos políticos e ideológicos entre los Estados Unidos y la Unión Soviética. Reagan etiquetó a la URSS como el «Imperio Vazquez«, que sería considerado como un «montón de ceniza en la historia«; posteriormente predijo que el comunismo colapsaría. Invirtió la política del détente y masivamente construyó la United States Military. A través de ella, ordenó la producción de misiles MX «Peacekeeper[29]« e implementó el programa B-1 Bomber[30] que había sido cancelado por la administración Carter También monitoreó el despliegue de los misiles Pershing II[31] en Alemania Occidental. Propuso la Iniciativa para la Defensa Estratégica (IDE o SDI en inglés)[32], un proyecto de defensa que planeaba utilizar un sistema de defensa basado en misiles de tierra y aire para proteger a los Estados Unidos de algún ataque. Reagan creía que su escudo de defensa haría imposible una guerra nuclear. Reagan estaba convencido de que la Unión Soviética podía ser vencida en lugar de simplemente negociar con ella.

La Guerra de las Galaxias de Ronald Reagan: Mientras tanto el enfrentamiento entre Estados Unidos y la Unión Soviética pasaba a estar marcado por la amenaza nuclear. Esta última ya dispuso de su primera bomba en 1949, aunque Estados Unidos tomó la delantera durante los años 50 para compensar la aplastante superioridad de fuerzas convencionales rusas en territorio europeo. En los años 60, la ubicación de misiles nucleares en Cuba provocó la conocida crisis que casi se lleva el planeta por delante y que se saldó con la retirada estadounidense de los suyos en Turquía. Pero la distancia a la que uno de los contendientes colocara sus armas pronto dejó de ser un problema con el desarrollo de los misiles balísticos intercontinentales o ICBM[33], capaces de recorrer distancias de más de diez mil kilómetros gracias a una trayectoria que los situaba en el espacio antes de reentrar en la atmósfera para caer encima de su objetivo. Ambos países llegaron a construir miles de ellos, equipados con múltiples cabezas nucleares para incrementar su efectividad. Esto llevó a la estrategia conocida como MAD (Mutually Assured Destruction) en la que ningún contendiente atacaba dado que eso supondría una completa aniquilación mutua. Este equilibrio de terror causaba un gran desasosiego a Reagan, que lo veía como «dos hombres con armas cargadas apuntándose uno a la cabeza del otro». Si el contendiente disparaba no había protección, solo la posibilidad de venganza. Esta sensación de indefensión se incrementó cuando visitó en 1979, poco antes de ser presidente, el centro NORAD[34]. Se trataba de una base militar situada en las montañas Cheyenne en Colorado que los lectores recordarán de la película Juegos de Guerra, rodada en parte allí (aunque por desgracia no tenía una sala de control tan vistosa). En ella se realizaba un seguimiento continuado del espacio aéreo y de las tropas y misiles soviéticos para detectar inmediatamente un ataque. Pero la respuesta que daban a los visitantes cuando preguntaban qué podía hacer entonces Estados Unidos era siempre la misma: nada. De hecho en 1972 el tratado ABM entre ambas superpotencias limitó el uso de medidas antimisiles para que la carrera armamentística no se desbocase y uno pudiera ser rehén del otro. Reagan estaba dispuesto a cambiar ese equilibrio. Según escribió posteriormente en su autobiografía:

En algún lugar del Kremlin debía haber alguien que fuera consciente del peligro letal que para la supervivencia del mundo comunista y para la del mundo libre suponía seguir apostados como dos vaqueros, apuntándonos el uno al otro a la cabeza. La Iniciativa de Defensa Estratégica (IDE) fue rápidamente denominada por los periodistas «Guerra de las Galaxias», siguiendo el título de una célebre película de la época. La IDE suponía una verdadera revolución estratégica pues suponía la ruptura de las ideas de disuasión nuclear, el equilibrio del terror y la mutua destrucción asegurada que habían caracterizado las relaciones soviético-norteamericanas durante toda la guerra fría.

La Iniciativa de Defensa Estratégica fue un sistema propuesto por el Presidente de los Estados Unidos Ronald Reagan el 23 de marzo de 1983, para utilizar sistemas basados en tierra y en el espacio a fin de defender Estados Unidos contra un ataque nuclear con armas balísticas estratégicas (misiles balísticos intercontinentales y misiles balísticos lanzados desde submarinos). La iniciativa estaba enfocada más hacia la defensa estratégica que hacia una política ofensiva como la anterior teoría de la Destrucción Mutua Asegurada (MAD). La Organización de la Iniciativa de Defensa Estratégica (SDIO) fue puesta en marcha por el Departamento de Defensa de EEUU en 1984 para supervisar la Iniciativa de Defensa Estratégica.

Reagan se expresó enérgicamente en contra de la Destrucción Mutua Asegurada, y la Iniciativa de Defensa Estratégica fue una parte importante de esta política de defensa que pretendía acabar con la misma como estrategia de disuasión nuclear, así como mera iniciativa estratégica para neutralizar los componentes militares de las defensas nucleares de la Unión Soviética. La ambiciosa iniciativa fue enseguida criticada por ser poco realista, incluso acientífica, así como por amenazar la desestabilidad de la Destrucción Mutua Asegurada y reactivar una «carrera de armamentos ofensivos«. La Iniciativa de Defensa Estratégica fue criticada en gran parte por los principales medios de comunicación, que le dieron el nombre de Star Wars, después de haberse emitido en 1977 la popular película la Guerra de las Galaxias, dirigida por George Lucas. En 1987, la American Physical Society llegó a la conclusión de que un escudo anti misiles mundial tal como «Star Wars» no sólo era meramente imposible con la actual tecnología existente, si no que se necesitarían al menos diez años más de investigación para saber si podría alguna vez llegar a ser factible. No obstante, actualmente Estados Unidos posee una ventaja significativa en el campo de los sistemas avanzados de misiles de defensa integrales, a través de los años de extensas pruebas e investigación. Muchos de los conocimientos tecnológicos obtenidos fueron transferidos a subsecuentes programas y encontrarían uso y aplicación en proyectos posteriores. Bajo la administración del Presidente Bill Clinton en 1993, su nombre fue cambiado por Organización de Defensa de Misiles Balísticos (BMDO)[35] y su labor de investigación pasó a ocuparse de la defensa nacional de misiles a la defensa táctica de misiles; y su ámbito de actuación comenzó a operar de lo global a una cobertura más regional. Nunca ha sido realmente desarrollado o implementado, aunque ciertos aspectos de las tecnologías y de la investigación de la Iniciativa de Defensa Estratégica allanaron el camino para algunos sistemas de misiles anti balísticos de hoy en día. La Organización de Defensa de Misiles Balísticos (BMDO) pasó a llamarse en 2002 como Agencia de Defensa de Misiles (MDA). Geroge Shultz, Secretario de Estado bajo la administración Reagan, asistió en 1967 a una conferencia impartida por el físico Edward Teller (el llamado «padre de la bomba de hidrógeno«) en donde habló acerca de la idea de una defensa contra misiles nucleares mediante la utilización de explosivos nucleares. Reagan asistió a dicha ponencia celebrada en los Laboratorios Nacionales Lawrence Livermore, poco después de convertirse en gobernador de California.

En 1979, Ronald Reagan visitó el comando central de INORAD bajo Cheyenne Mountain donde se le instruyó por primera vez en los extensos sistemas de seguimiento y detección que se extendían por todo el mundo y el espacio. Sin embargo fue criticado por sus comentarios, ya que si bien podían rastrear un ataque enemigo ante objetivos individuales, no había ningún remedio para evitar detenerlo. Reagan consideró que en caso de ataque, esto podría colocarle en una terrible posición, bien sea mediante un contraataque inmediato o mediante el intento de absorber el ataque y mantener una cierta ventaja durante la era post-ataque. Shultz hizo hincapié en que este sentimiento de desamparo, junto con las ideas defensivas propuestas por Teller una década antes, se combinaron para formar la impetuosa Iniciativa de Defensa Estratégica. En el otoño de 1969, a petición de Reagan, el Teniente General Daniel O. Graham[36] concibió un concepto que denominó High Frontier (Alta Frontera), una idea de defensa estratégica para utilizar sistemas de armas basados en tierra y en el espacio, teóricamente posibles debido a las tecnologías emergentes. Fue diseñado para reemplazar la doctrina de Destrucción Mutua Asegurada, una doctrina que Reagan y sus asesores describieron como un pacto suicida. El enfoque inicial de la iniciativa de defensa estratégica eran unos láseres de rayos X generados por explosiones nucleares diseñado en los Laboratorios Nacionales Lawrence Livermore por un científico llamado Peter L. Hagelstein[37] que trabajó con un equipo llamado ‘O Group’ (El Grupo O), haciendo gran parte del trabajo a finales de 1970 y principios de los 80. El Grupo O estaba encabezado por el físico Lowell Wood[38], un mentor y amigo de Edward Teller. Ronald Reagan fue informado del avance de Hagelstein por Teller en 1983, lo que llevó a Reagan el 23 de marzo 1983 a pronunciarse sobre el Programa «Star Wars«. Reagan hizo público: «Hago un llamamiento a la comunidad científica que nos ha proporcionado de armas nucleares y que hicieron de sus esfuerzos una buena causa para el bien de la humanidad y la paz mundial; para darnos los recursos necesarios para hacer ese tipo de armas nucleares impotentes y obsoletas«.

Este discurso, junto al impartido por Reagan el 8 de marzo de 1983 en Florida, cuando hizo alusión a la frase Imperio del Mal, marcó el comienzo de la gran escalada final en la retórica de la Guerra Fría antes del derretimiento de las relaciones a finales de los 80. El concepto para la porción basada en el espacio era el utilizar láseres para derribar misiles balísticos intercontinentales soviéticos armados con ojivas nucleares. El físico Hans Bethe[39], ganador del Premio Nobel de Física fue a Livermore en febrero de 1983 para una reunión informativa sobre los láseres de rayos X durante dos días, y «Aunque impresionado por su novedad científica, Bethe se mostró muy escéptico por algo que no podría contribuir en nada a la defensa de la nación». Frances Fitzgerald afirmó que Reagan pudo también haber sido inspirado al crear la Iniciativa de Defensa Estratégica con base en un arma secreta ficticia que aparece reflejada en la película de 1940 llamada Murder in the Air, un rayo que puede paralizar corrientes eléctricas. Aunque los alemanes pusieron un considerable esfuerzo en los primeros misiles tierra-aire después de 1943, no tuvieron el tiempo suficiente para desarrollar armas de nivel operacional antes de finalizar la Segunda Guerra Mundial. Sus investigaciones resultaron valiosas para equipos de Estados Unidos y de la Unión Soviética, donde los programas de misiles fueron desarrollándose lentamente durante la repentina era de la posguerra. En cuanto dio comienzo la Guerra Fría, los soviéticos se encontraron ante masivas flotas de bombarderos de la RAF Británica y de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos y bajo una vaga esperanza de no poseer el suficiente potencial para contrarrestarlo de forma aérea. En respuesta a tales acontecimientos, comenzaron a aumentar drásticamente sus esfuerzos en el desarrollo de misiles tierra-aire, implementando así el misil guiado S-25 Berkut[40] alrededor de Moscú a principios de 1955. Esto dio como resultado a un posterior diseño perfeccionado de un misil superficie-aire S-75 Dvina[41], un arma que se mantuvo en servicio durante la década del año 2000. Posteriormente se diseñaron armas similares por Gran Bretaña y Estados Unidos. A finales de la década de 1950, como los misiles se fueron desarrollando tanto en número como en calidad, la capacidad de la flota aérea norteamericana para penetrar el espacio aéreo soviético fue incrementándose en gran riesgo. En respuesta, ambos bandos aumentaron sus esfuerzos para desarrollar misiles de largo alcance. Los soviéticos, sin ninguna fuerza de bombarderos efectiva, pusieron un gran ahínco en su programa y enseguida pudieron construir su básico sistema R-7 Semiorka, puesto en funcionamiento en 1959. El primer misil balístico intercontinental SM-65 Atlas puesto operativo por Estados Unidos casi inmediatamente después. Estos prematuros proyectos solamente eran útiles para atacar grandes objetivos como ciudades o puertos, aunque con una relativa vulnerabilidad y bajo coste que estaba posesión de ambos bandos con una increíble fuerza en una era que predominaba una cierta falta de rigidez en las defensas aéreas.

El final de la Guerra Fría El Presidente Ronald Reagan y Gorbachov (1979-1991): En abril de 1978, el comunista Partido Democrático Popular de Afganistán (PDPA) se hizo con el poder en Afganistán tras la Revolución de Saur[42]. A los pocos meses, los opositores al gobierno comunista lanzaron una revuelta en el este del país, que se creció rápidamente hasta convertirse en una guerra civil que se extendía por todo el país, con los rebeldes muyaidin[43] atacando a las fuerzas gubernamentales a lo largo y ancho del país.

El gobierno de Pakistán proveía estos rebeldes de lugares donde esconderse y entrenamiento militar. En el otro bando, el PDPA era apoyado por los asesores militares mandados desde la Unión Soviética. Mientras tanto, en el PDPA se luchaban guerras internas entre la mayoría Jalq y los moderados Parcham. Como resultado, los parchamíes renunciaron a sus cargos en el gobierno y los oficiales militares parchamíes fueron arrestados con la excusa de un supuesto golpe de estado parchamí. Hacia 1979, Estados Unidos había comenzado un programa secreto para dar asistencia militar y armas a los muyahidines. En septiembre de 1979 el presidente jalq, Nur Mohammad Taraki, fue asesinado en un golpe interno del PDPA orquestrado por su primer ministro Jafizulá Amín, que asumió la presidencia. Los soviéticos, que desconfiaban de Amín, lo asesinaron en diciembre de 1979. Se formó un nuevo gobierno bajo las órdenes de los soviéticos, liderado por el parchamí Brabak Karmaly con la participación de ambas facciones. Se desplegaron más fuerzas soviéticas para estabilizar el país bajo el poder de Karmal, aunque los soviéticos no esperaban llevar el peso de las operaciones militares. Sin embargo, con su presencia y apoyo a uno de los bandos, los soviéticos se vieron envueltos en lo que debía haber sido una guerra doméstica. El presidente Carter describió la invasión soviética como «la más seria amenaza para la paz desde la Segunda Guerra Mundial». Como consecuencia, retiró el tratado SALT II de su aprobación en el Senado, impuso un embargo sobre los cereales y la transferencia de tecnología a la URSS, pidió un incremento significativo del gasto militar estadounidense y finalmente lideró el boicot de los Juegos Olímpicos de Moscú. En enero de 1977, cuatro años antes de convertirse en presidente, Ronald Reagan reveló claramente en una entrevista su postura en relación a la Guerra Fría: «Mi idea de lo que debe ser la política estadounidense en lo que respecta a la Unión Soviética, es simple, y algunos dirán que simplista», dijo. «Es esta: nosotros ganamos y ellos pierden, ¿qué te parece?» En 1980, Reagan ganó las elecciones, con la promesa de incrementar el gasto militar y enfrentarse a los soviéticos en cualquier lugar que fuera necesario. Tanto Reagan, como la recién elegida Primera Ministra británica Margagaret Thatcher, denunciaron tanto a la Unión Soviética como a la ideología comunista. Reagan calificó a la Unión Soviética como el «Imperio del Mal» y predijo que el comunismo acabaría en «el montón de cenizas de la Historia» A principios de 1985, el anticomunismo visceral de Reagan se desarrolló en una postura conocida como la Doctrina Reagan en la que, además de la Contención, abogaba por el derecho de los Estados Unidos de subvertir y derrocar los gobiernos comunistas existentes. Además de continuar con la política de la administración Carter de apoyar a los opositores islamistas de la Unión Soviética y del gobierno pro-soviético del PDPA, la CIA también buscaba debilitar a la Unión Soviética promoviendo la aparición de un Islam político en aquellas Repúblicas Soviéticas de Asia Central de mayoría musulmana. Además, la CIA alentó a la ISI pakistaní, de ideología anti-comunista, a entrenar a musulmanes de todo el mundo para que participaran en la yihad contra la Unión Soviética.

Problemas estructurales de la Económica Soviética: A principios de la década de 1980, los gastos militares representaban el 25 % del PBI soviético, a costa del gasto en bienes de consumo para los ciudadanos y la inversión en sectores civiles. Los gastos acumulados en la carrera armamentística y otros compromisos derivados de su implicación en la Guerra Fría, causaron y magnificaron los profundos problemas estructurales del sistema económico soviético, que acabaron provocando una crisis económica permanente durante el mandato de Brezhnev. La inversión soviética en el sector de la Defensa no estaba dirigida tanto por una necesidad militar real, sino por los intereses privados de los miembros de la Nomenclatura que dependían de las inversiones públicas en el sector para mantener su poder e influencia. Las fuerzas armadas soviéticas se convirtieron en las más grandes en función de la cantidad y tipos de armas que poseían, en número de tropas y el tamaño de su complejo militar-industrial. Sin embargo, todas estas ventajas cuantitativas de bloque oriental se veían muchas veces superadas por las ventajas cualitativas de los ejércitos más modernos y tecnológicamente más avanzados del bloque occidental. La escalada militar que comenzó Reagan no fue seguida de una escalada igual en la Unión Soviética, por falta de recursos económicos. Los gastos militares soviéticos ya se consideraban excesivos, y junto con una economía planificada ineficiente y una agricultura colectivizada poco productiva, eran un lastre muy pesado para el desarrollo de la economía soviética. Al mismo tiempo, tanto Arabia Saudí como otros países no-OPEP comenzaron a incrementar su producción, saturando el mercado del petróleo y empujando los precios hacia abajo. Esta bajada de precios afectó gravemente a la Unión Soviética, ya que la exportación de petróleo era su fuente principal de divisas. Los problemas derivados de una economía centralizada, la bajada del precio del crudo y el gasto militar descontrolado condujeron a la economía soviética a una crisis sistémica.

Aumento de la capacidad militar estadounidense: Desde 1980, EE. UU. comenzó una escalada militar con el desarrollo de armas como el bombardero Rockwell B-1 Lancer, el misil LGM-11A Peacekeeper y sobre todo, el desarrollo experimental de la Iniciativa de Defensa Estratégica, conocida como «La Guerra de las Galaxias» que pretendía, mediante unos satélites colocados en la órbita terrestre, tener la capacidad de interceptar los misiles enemigos en pleno vuelo. La ciudadanía estadounidense todavía guardaba muchos recelos a la intervención militar directa desde el desastre de la Guerra de Vietnam. La administración Reagan optó por el uso de tácticas rápidas y de bajo coste para la intervención en los conflictos en el extranjero, como el uso de la contrainsurgencia Durante 1983, la administración Reagan intervino en la Guerra Civil libanesa, invadió Granada, bombardeó Libia y apoyó a los Contras, un grupo de paramilitares anticomunistas que buscaban derrocar al gobierno sandinista pro-soviético de Nicaragua. Mientras que sus actuaciones en Granada y Libia fueron populares, su apoyo a los contrainsurgentes fue más controvertido, como en el caso del Irán-Contra Mientras tanto, los soviéticos seguían aumentando el gasto de sus intervenciones en el extranjero. Aunque Brezhnev afirmaba que la intervención soviética en Afganistán sería breve, las guerrillas musulmanas, con el apoyo de EE. UU., ofrecían una resistencia fiera al invasor. La Unión Soviética llegó a movilizar 100.000 soldados en suelo afgano para sostener su gobierno-marioneta, lo que llevó a muchos observadores a calificar la guerra en Afganistán como «el Vietnam de los soviéticos». La guerra de Afganistán tuvo unas repercusiones peores aún que la de Vietnam para los estadounidenses, pues el conflicto afgano coincidió con un periodo de desintegración interna y crisis económica en el sistema soviético.

Las reformas de Gorbachov: En el momento en el que el (comparativamente) joven Mihail Gorvachov se convirtió en Secretario General en 1985, la economía soviética estaba totalmente estancada y sin fondos de divisas extranjeras a causa de la caída de los precios del petróleo de la década de 1980. Esta situación motivó a Gorbachov para buscar nuevas medidas que revivieran la economía y mejoraran la calidad de un Estado enfermo y podrido por la corrupción. Tras unas reformas cosméticas, Gorbachov llegó a la conclusión de que eran necesarios cambios estructurales profundos, y en junio de 1987 anunció una serie de reformas económicas que se conocieron como la Perestroika (reestructuración). La Perestroika relajó el sistema de producción soviético, permitió la actividad económica privada, y puso las primeras medidas para impulsar la inversión extranjera. Estas medidas pretendían redirigir los recursos del país de los costosos compromisos militares de la Guerra Fría a otras áreas más productivas de los sectores civiles. A pesar del escepticismo inicial de Occidente, el nuevo líder soviético demostró estar más comprometido con el desarrollo económico de la Unión Soviética que de continuar con una costosa carrera armamentística con EE.UU. Como medida para calmar a la oposición interna, Gorbachov introdujo la Glásnost (apertura), que incrementaba la libertad de prensa y la transparencia de las instituciones del Estado. La Glásnost intentaba reducir la corrupción que se había instalado en las altas esferas del Partido Comunista y moderar los abusos del Comité Central. La Glásnot también permitía un contacto más intenso de los ciudadanos soviéticos con el mundo occidental-capitalista, particularmente con los Estados Unidos, acelerando el proceso de «détente» entre ambas potencias.

La caída del Muro de Berlín y la disolución de la Unión Soviética (1989-1991): A lo largo del verano de 1989, una serie de subterfugios legales permitieron a los ciudadanos de Alemania Oriental pasar a la Europa Occidental: la desaparición de controles en la frontera de Hungría con Austria permitía a los ciudadanos de Berlín Este salir como turistas a Hungría, y de allí a Austria. El Gobierno de Alemania Oriental respondió prohibiendo los viajes a Hungría, solamente para encontrarse con que el mismo problema se reproducía en Checoslovaquia, desde donde los ciudadanos pasaban a Hungría y desde allí a Austria. El 18 de octubre el presidente de Alemania Oriental Erich Honecker[44] dimitía y asumía su cargo. Mientras tanto, las protestas se sucedían a lo largo de toda Alemania Oriental, hasta llegar a su cénit el Egon Krenz 4 de noviembre, cuando medio millón de personas se manifestaron en Alexanderplatz. Los ciudadanos de Alemania Oriental seguían llegando en oleadas a Checoslovaquia para escapar a través de Hungría y Austria. La administración de Krenz[45] acabó tolerando este subterfugio y finalmente, para facilitar las complicaciones aduaneras que se presentaban, el gobierno de Krenz decidió permitir a los ciudadanos de Berlín Este a salir directamente por los puestos fronterizos hacia Berlín Oeste. La nueva regulación que permitía los viajes privados entre ambas zonas se iba a presentar el 9 de noviembre, y entrarían en efecto al día siguiente. Günther Schabowski[46], el portavoz del SED, tenía la tarea de anunciar estos cambios; sin embargo, Schabowski no participó en las conversaciones que dieron forma a la nueva regulación y no estaba enterado de todos los detalles. Poco antes de la rueda de prensa que se daría para anunciar los cambios, se le pasó una nota con los cambios en la regulación, pero sin ofrecerle más información de cómo gestionar la noticia. En realidad, estas nuevas regulaciones se había completado solamente unas horas antes del anuncio, y deberían haber entrado en efecto al día siguiente para poder avisar a los guardas de los puestos fronterizos; pero nadie avisó a Schabowski de este detalle.

Schabowski, por lo tanto, no pudo hacer otra cosa que leer la nota en voz alta. Cuando comenzó el turno de preguntas, uno de los periodistas preguntó cuándo tendrían efecto las mencionadas regulaciones. Tras dudar unos segundos, respondió que la nueva regulación entraba en efecto de manera inmediata, y siguiendo el turno de preguntas, afirmó que las regulaciones afectaban igualmente a los puestos fronterizos de Berlín Oeste, aunque en la nota que se había leído no se hacía referencia ninguna a la ciudad de Berlín. Los extractos de esta rueda de prensa abrieron los informativos de Alemania Occidental (cuya señal llegaba también a la práctica totalidad de Alemania Oriental) El presentador de uno de los programas de la ARD, Hans Joachim Friedrichs, proclamó: «Este es un día histórico. Alemania Oriental ha anunciado que, con efecto inmediato, las fronteras han sido abiertas. La RDA está abriendo las fronteras… los puestos fronterizos de Berlín están abiertos». Tras oír la retransmisión, los ossis (ciudadanos de Berlín Este) comenzaron a reunirse en los seis puestos fronterizos a lo largo del Muro de Berlín, exigiendo a los guardias fronterizos que abrieran inmediatamente los puestos de control. Los guardias, sorprendidos y sobrepasados por la situación, comenzaron a llamar frenéticamente a sus superiores. En un principio, se ordenó controlar a las personas «más agresivas» y sellarles el pasaporte de manera que no pudieran volver a entrar a Alemania Oriental (lo que significaba revocarles la ciudadanía). Aun así, miles de personas seguían en los controles fronterizos, exigiendo pasar al otro lado «tal y como Schabowski ha dicho». Al poco tiempo, estaba claro que ninguna autoridad del Berlín Oriental tomaría la responsabilidad de ordenar el uso de la fuerza letal, de manera que los guardias, superados claramente en número, se vieron impotentes ante las oleadas de ciudadanos. Finalmente, a las 22:45, los guardias cedieron y abrieron los puestos fronterizos dejando pasar a la gente sin apenas control, o directamente, sin pedir siquiera el pasaporte. La división de la ciudad acabaría formalmente el 3 de octubre de 1990. En 1989, el sistema soviético de alianzas estaba al borde del colapso, y sin apoyo militar de la URSS, los líderes comunistas del Pacto de Varsovia perdieron gran parte de su poder. Organizaciones de base, como el sindicato polaco Solidarnosc, aumentaron rápidamente su popularidad. En 1989, los gobiernos comunistas de Polonia y Hungría fueron los primeros en comenzar a negociar la organización de unas elecciones libres. En Checoslovaquía y Alemania Oriental las masivas protestas depusieron a los inmóviles líderes comunistas. También cayeron los regímenes de Bulgaria y Rumania, siendo ésta última la única en la que hubo derramamiento de sdangre durante el cambio de régimen.

La ruptura interna de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas: Dentro de la URSS, la nueva política de glánost acabó por romper los lazos que mantenían a las distintas Repúblicas de la Unión Soviética. La libertad de prensa y la disidencia amparada bajo la glásnost provocó un resurgimiento de la «cuestión nacional» y provocó que varias repúblicas proclamaran su autonomía de los designios de Moscú. En febrero de 1990, meses antes de la disolución total de la URSS, el Partido Comunista de la Unión Soviética tuvo que ceder el monopolio centralista del poder estatal tras 73 años. Las repúblicas bálticas fueron más allá y proclamaron su independencia total de la URSS. En un principio, la actitud tolerante que Gorbachov tenía hacia los cambios en Europa del Este, no significaba la misma tolerancia hacia los cambios radicales dentro del territorio de la Unión Soviética. La represión soviética que se ejerció en los países bálticos tras la declaración de su independencia, chocaban con la intención del presidente Bush de mantener unas relaciones normalizadas con la URSS, avisando a Gorbachov de que los lazos comerciales entre ambos países se verían gravemente afectados si la violencia continuaba. Sin embargo, la realidad era que el Estado soviético se desmoronaba inexorablemente, hasta el golpe de gracia que supuso el fallido golpe de agosto de 1991. Un número cada vez mayor de Repúblicas soviéticas manifestaba su intención de independizarse de la URSS, especialmente la Rusia, lo que hubiese significado el hundimiento total y caótico de la Unión Soviética. El 21 de diciembre de 1991 se firmó el tratado que creaba la Comunidad de Estados Independientes, que debería ser la heredera legal de la URSS, en la que cada república sería independiente y libre de unirse, y se mantendría una unión muy laxa en una especie de confederación. La CEI acabó siendo el marco donde, según los líderes rusos, se llevaría a cabo «un divorcio civilizado» de las distintas repúblicas soviéticas.  La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, la URSS, se declaró oficialmente disuelta el 25 de diciembre de 1991

 

[1] La Doctrina Truman fue una medida creada por los Estados Unidos que pretendía dar apoyo a «pueblos libres que están resistiendo los intentos de subyugación por minorías armadas o por presiones exteriores», ya que estos regímenes representaban una amenaza al capitalismo de los Estados Unidos de América, siendo estas directrices de ferviente tendencia anticomunista dado el contexto en el que se hallaban, hasta el punto de un fanatismo persecutorio de cualquier movimiento en el marco de izquierda política. Se quiere luchar contra la propagación de la influencia soviética y, sobre todo, del comunismo en Europa Occidental. Su denominación se debe al presidente de los Estados Unidos de América Harry S. Truman, quien hizo la proclamación de esta doctrina en su comparecencia ante el Congreso de los Estados Unidos el 12 de marzo de 1947, estando por entonces en curso la crisis de la guerra civil griega (1946-1949). El discurso decía así:

Creo que debemos ayudar a los pueblos a forjar su propio destino […]. Cada nación debe escoger entre dos modos de vida opuestos. […] Uno reposa sobre la voluntad de la mayoría y se caracteriza por sus instituciones libres, por un gobierno representativo, por elecciones libres, por la garantía del mantenimiento de las libertades individuales y por la ausencia de cualquier opresión política […]. El otro reposa sobre la voluntad de una minoría impuesta por la fuerza a la mayoría. Se apoya en el terror y en la opresión, tiene una prensa y una radio controladas, unas elecciones truncadas y la supresión de las libertades personales.

[2] La Doctrina Nixon (también conocida como la Doctrina Guam) fue propuesta en una conferencia de prensa en Guam el 25 de julio de 1969 por Richard Nixon. La Doctrina era argumentada en base de la búsqueda de la paz a través de una asociación con aliados americanos.

[3] El escándalo Watergate fue un gran escándalo político que tuvo lugar en Estados Unidos en la década de 1970 a raíz de un robo de documentos en el complejo de oficinas Watergate de Washington D. C., sede del Comité Nacional del Partido Demócrata de Estados Unidos, y el posterior intento de la administración Nixon de encubrir a los responsables. Cuando la conspiración se destapó, el Congreso de los Estados Unidos inició una investigación, pero la resistencia del gobierno de Richard Nixon a colaborar en ésta condujo a una crisis institucional.​ El término Watergate empezó a abarcar entonces una gran variedad de actividades ilegales en las que estuvieron involucradas personalidades del gobierno estadounidense presidido por Nixon. Estas actividades incluían el acoso a opositores políticos y a personas o funcionarios considerados sospechosos. Nixon y sus colaboradores cercanos ordenaron hacer acoso a grupos de activistas y figuras políticas, utilizando para ello organizaciones policiales o servicios de inteligencia, como a la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) o al Servicio de Impuestos Internos (IRS). El escándalo destapó múltiples abusos de poder por parte del gobierno de Nixon,​que se saldó con la dimisión de éste como Presidente de Estados Unidos en agosto de 1974. El escándalo afectó a un total de 69 personas, de las cuales 48 fueron encontradas culpables y encarceladas y muchas de ellas habían sido altos funcionarios del gobierno de Nixon

[4] James Earl Carter, Jr. (Plains, Georgia; 1 de octubre de 1924), más conocido como Jimmy Carter, es un político estadounidense del Partido Demócrata que fue el trigésimo noveno presidente de los Estados Unidos (1977-1981), antes había ejercido de gobernador del estado de Georgia (1971-1975) y de senador en la Asamblea General de Georgia (1962-1966). Carter fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz en 2002, por sus esfuerzos «para encontrar soluciones pacíficas a los conflictos internacionales, impulsar la democracia y los derechos humanos y fomentar el desarrollo económico y social».​ Su mandato como presidente de Estados Unidos, estuvo marcado por importantes éxitos en política exterior, como los tratados sobre el canal de Panamá, los acuerdos de paz de Camp David (tratado de paz entre Egipto e Israel), el tratado SALT II con la Unión Soviética y el establecimiento de relaciones diplomáticas con la República Popular China y vivió sus momentos más tensos con la crisis de los rehenes en Irán. En política interior, su gobierno creó los ministerios de Energía y Educación y reforzó la legislación sobre protección medioambiental. Desde que abandonó la Casa Blanca, se ha dedicado a la mediación en conflictos internacionales y al apoyo de causas humanitarias. En 1982, fundó junto con su esposa Rosalynn, el Centro Carter, una organización no gubernamental que lucha por el avance de los derechos humanos, la mediación en conflictos internacionales y que ha estado presente como observador en distintos procesos electorales.

[5] John Paul Stevens (Chicago, 20 de abril de 1920-Fort Lauderdale, 16 de julio de 2019)​  fue un jurista y juez estadounidense. Desde 1975 y hasta 2010 ocupó una posición como juez asociado de la Corte Suprema de los Estados Unidos. Al momento de retirarse, Stevens era el miembro de mayor veteranía en el tribunal.

[6] Oliver «Billy» Wellington Sipple (Detroit, Míchigan, 20 de noviembre de 1941-San Francisco, California, 2 de febrero de 1989) fue un marine estadounidense condecorado y un veterano de la guerra de Vietnam, más conocido por salvar la vida del Presidente de los Estados Unidos Gerald Ford durante un intento de asesinato en San Francisco, California, el 22 de septiembre de 1975.

[7] Leonid Ilich Brézhnev (Kámenskoye, Imperio ruso, hoy Dniprodzerzhinsk, Ucrania, fue el secretario general del Comité Central (CC) del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), que presidió el país desde 1964 hasta su muerte en 1982. Su mandato de dieciocho años como secretario general fue uno de los más largos, solo superado por el de Iósif Stalin. Durante el Gobierno de Brézhnev, la influencia global de la Unión Soviética creció considerablemente, en parte debido a la expansión militar que tuvo el país durante este período, pero su desempeño como líder a menudo ha sido criticado por marcar el comienzo de un período de estancamiento económico conocido como estancamiento brezhneviano, que condujo a graves problemas económicos que finalmente llevaron a la disolución de la Unión Soviética en 1991.

[8] La Organización del Pueblo de África del Sudoeste, por lo general abreviado como SWAPO por sus siglas en inglés (en alemán y afrikáans se abrevia SWAVO), y a efectos electorales legales registrado oficialmente como el Partido SWAPO de Namibia, es un partido político namibio. Antiguamente un movimiento independentista, ha gobernado en forma ininterrumpida la República de Namibia desde su independencia en 1990. En sus orígenes de carácter marxista-leninista, la SWAPO se transformó luego de su llegada al poder en una fuerza ideológicamente diversa, orientada en el espectro político a la centroizquierda. Durante un congreso partidario realizado en 2017, la SWAPO se definió formalmente como un partido socialdemócrata. Aunque multirracial, desde su fundación el grupo étnico ovambo mantiene una influencia dominante en el partido. En 2017, sin embargo, Hage Geingob, quien ya ejercía como presidente de la República desde 2014, se convirtió en el primer presidente del partido no perteneciente a esta etnia.

[9] La Doctrina Monroe es el principio de la política exterior de Estados Unidos de no permitir la intervención de las potencias europeas en los asuntos internos de los países del hemisferio americano. Derivado de un mensaje al Congreso por el presidente James Monroe el 2 de diciembre de 1823, (párrafos 7, 48 y 49). Monroe afirmó en dos de sus discursos más relevantes que las potencias europeas no podían colonizar por más tiempo América, y señaló que éstas no deberían intervenir en los asuntos de las recientemente emancipadas repúblicas latinoamericanas. Previno a los estados europeos contra cualquier intento de imponer monarquías en las naciones americanas independientes, pero añadió que Estados Unidos no emprendería ninguna acción en las colonias europeas existentes ni en la propia Europa. Este último punto confirmaba las ideas expuestas por George Washington en su discurso de despedida presidencial de 1796, en el que recomendaba encarecidamente que Estados Unidos no entablara complicadas alianzas en política exterior.

[10] La Invasión de Granada, operación militar de nombre en código Urgent Fury (Furia Urgente), fue una invasión a la nación insular de Granada por los Estados Unidos y varias otras naciones caribeñas en respuesta al golpe de Estado perpetrado por Hudson Austin y su alianza militar cubano-soviética. El 25 de octubre de 1983 los Estados Unidos, Barbados, Jamaica y miembros de la Organización de Estados del Caribe Oriental desembarcaron tropas en Granada, derrotaron a la resistencia granadina y cubana y derrocaron el gobierno de Hudson Austin.

[11] La guerra del Golfo (2 de agosto de 1990 – 28 de febrero de 1991) fue un conflicto bélico librado por una fuerza de coalición autorizada por las Naciones Unidas, compuesta por 34 países y liderada por Estados Unidos, contra la República Iraquí en respuesta a la invasión y anexión iraquí del Estado de Kuwait. Esta guerra también fue llamada (por el líder iraquí Saddam Hussein) como «la madre de todas las batallas»,​  y comúnmente conocida como Operación Tormenta del Desierto por el nombre operacional estadounidense de la respuesta militar. ​También se le ha denominado posteriormente como la primera guerra del Golfo para diferenciarla de la guerra Irán-Irak (1980-1988) y la guerra de Irak (2003-2011). El inicio del conflicto comenzó con la invasión iraquí a Kuwait, el 2 de agosto de 1990. Los siguientes meses EE. UU. y el resto de miembros de la Coalición enviaron tropas y armamento a Arabia Saudí mientras los iraquíes se fortificaban en sus posiciones.

[12] La batalla de Mogadiscio (también conocida como la batalla del Mar Negro o el Día de los Rangers por los somalíes) fue una de las batallas más sangrientas y feroces que enfrentaron fuerzas de los Estados Unidos contra guerrilleros somalíes, leales al jefe de clan Mohamed Farrah Aidid, el 3 de octubre de 1993 en el distrito del Mar Negro de Mogadiscio en Somalia.​ Un grupo de soldados de élite Operaciones Especiales (Rangers, Delta Force y Navy SEALs) de las fuerzas armadas estadounidenses tenía como misión viajar desde su base hasta el interior de la ciudad para capturar a líderes de la milicia de Aidid. La fuerza de asalto estuvo formada por 19 helicópteros del 160º Regimiento de Aviación de Operaciones Especiales, doce vehículos y 160 hombres. Las unidades de asalto estaban formadas por cuatro pelotones Rangers llamados Chalk y cinco equipos Delta. Los pelotones de Rangers descendieron en las cuatro esquinas del edificio asegurando un perímetro mientras que los equipos Delta realizaban el asalto por el techo y patios del edificio, apoyados por tiradores de los SEALS.

[13] Edward Charles «Shy» Meyer (born December 11, 1928) is a retired United States Army general who served as the 29th Chief of Staff of the United States Army.

[14] Leopoldo Fortunato Galtieri (Caseros, Buenos Aires; 15 de julio de 1926-Buenos Aires, 12 de enero de 2003) fue un militar argentino y el 3º presidente de la Nación del Proceso de Reorganización Nacional entre fines de 1981 y mediados de 1982. Previamente fue comandante en jefe del Ejército Argentino y miembro de la Junta Militar entre 1979 y 1982, siendo uno de los responsables de la guerra de las Malvinas. Galtieri fue uno de los autores de la Operación Rosario, en poder de Reino Unido —consideradas por parte de la Argentina como territorio nacional usurpado—, lo que dio origen al conflicto armado. Tras la derrota de las Fuerzas Armadas argentinas en ese mismo año, Galtieri renunció tras perder el apoyo del generalato argentino. En 1985 Galtieri resultó absuelto en el Juicio a las Juntas, donde recibió proceso por la comisión de crímenes de lesa humanidad. En 1986 recibió una condena de 12 años de prisión y degradación, por sus acciones en el conflicto. En 1989 los indultos realizados por Carlos Menem lo beneficiaron, restituyéndole el grado de teniente general.​ En 2002 quedó detenido por sospechas de comisión de crímenes de lesa humanidad durante la última dictadura; murió al año siguiente, antes de entrar en juicio mientras cumplía prisión preventiva en su domicilio

[15] La Ley Taft-Hartley (también la “Ley de Manejo de Relaciones Laborales”), promulgada en 1947, alivianó algunas de las restricciones sobre los empleadores, cambió los procesos electorales de la NLRB, y agregó un número de nuevas limitaciones a los gremios.

[16] Thomas Phillip » Tip » O’Neill Jr. (9 diciembre 1912-5 enero 1994), fue un político americano que sirvió como el altavoz 47 de la cámara de Estados Unidos de representantes desde 1977 a 1987 que representa el norte de Boston, Massachusetts , como un demócrata de 1953 a 1987. el único altavoz para servir durante cinco Congresos consecutivos completos, que es el tercer altavoz más años de servicio en la historia de Estados Unidos después de Sam Rayburn y Henry Clay en cuanto a la tenencia total y más años de servicio continuo en términos de tenencia (Rayburn y Clay habiendo servido varios términos en la presidencia de la Cámara). Nacido en North Cambridge, Massachusetts, O’Neill comenzó a hacer campaña a una edad temprana, como voluntario para Al Smith campaña ‘s en la elección presidencial de 1928. Después de graduarse de la Universidad de Boston, O’Neill ganó la elección a la Cámara de Representantes de Massachusetts, donde se convirtió en un firme defensor de Franklin D. Roosevelt ‘s New Deal políticas. Se convirtió en Presidente de la Cámara de Representantes en 1949 Massachusetts y ganó la elección a la cámara de Estados Unidos de representantes en 1952 para el asiento desocupado por John F. Kennedy.

[17] Russell Billiu Long (3 de noviembre de 1918 – 9 de mayo de 2003) fue un político, abogado y militar estadounidense y senador de Estados Unidos, por Louisiana desde 1948 hasta 1987, y presidente del Comité de Finanzas del Senado durante quince años del 1966 al 1981. Fue el hijo del futuro gobernador y senador de Louisiana de Estados Unidos, Huey Long. Nació en Shreveport, y recibió títulos de licenciatura y de derecho de la Universidad Estatal de Louisiana en Baton Rouge, donde fue miembro de la fraternidad Delta Kappa Epsilon (Zeta Zeta capítulo). Durante la universidad, se desempeñó como presidente de la clase de primer año, presidente de segundo año de las Artes y las Ciencias, y luego presidente del cuerpo estudiantil. En junio de 1942, en la Segunda Guerra Mundial, Long entró en la reserva naval y completó su servicio como teniente en diciembre de 1945

[18] Se conocen como los acuerdos de Camp David a los que fueron firmados por el presidente egipcio Anwar el-Sadat y el primer ministro israelí Menachem Begin el 17 de septiembre de 1978 tras doce días de negociaciones secretas con la mediación del presidente de los Estados Unidos, Jimmy Carter, y mediante los cuales Egipto e Israel firmaron la paz en los conflictos territoriales entre ambos países. Tras las elecciones presidenciales en Estados Unidos en 1976, Jimmy Carter había iniciado contactos directos entre los dirigentes de Egipto, Siria, Jordania e Israel, junto a representantes palestinos, para impulsar un proceso de paz que pusiera término, al menos, a los enfrentamientos fronterizos entre Israel y sus vecinos árabes, para entrar más tarde en el fondo del problema palestino que se pretendía resolver. Carter y Cyrus Vance, Secretario de Estado en ese momento, retomaron la iniciativa de las reuniones de Ginebra de 1973 tomando como base la necesidad de que Israel se retirase de los territorios ocupados en las sucesivas guerras desde su independencia. El cambio en la dirección de la política israelí tras las elecciones de mayo de 1978 de Isaac Rabin a Menajem Begin no supuso, en principio, un problema en el proceso exploratorio iniciado por la diplomacia americana. El punto de partida de Israel era negar la presencia palestina en cualquier conversación y aceptar una posible retirada de la península del Sinaí. Por su parte, Egipto no quería la intervención norteamericana en el proceso y prefería conversaciones bilaterales de Israel con cada uno de los países árabes.

[19] El Tratado sobre Misiles Anti-Balísticos o Tratado ABM fue un acuerdo entre los Estados Unidos y la Unión Soviética para limitar el número de sistemas de misiles antibalísticos (ABM) utilizados para defender ciertos lugares contra misiles con carga nuclear. El 26 de mayo de 1972 el presidente estadounidense Richard Nixon y el secretario general del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética, Leonid Brézhnev, firmaron este tratado, que estuvo en vigor durante 30 años, hasta 2002. El 13 de junio de 2002, seis meses después de anunciarlo, los Estados Unidos se retiraron del acuerdo. El objetivo era asegurar la vulnerabilidad de las partes firmantes. Se afirma que la certeza de que ambas partes podrían destruirse mutuamente mantuvo el frágil equilibrio durante la Guerra Fría, si bien existieron un buen número de otras razones. Se impusieron límites cuantitativos y cualitativos precisos respecto a los sistemas ABM que podían ser desplegados. Ambas partes acordaron limitar las mejoras cualitativas en sus respectivas tecnologías ABM. El Tratado ABM se firmó en Moscú el 26 de mayo de 1972 y entró en vigor el 3 de octubre de 1972. Posteriormente, en 1974, EE. UU. y la URSS firmaron un protocolo anexo al Tratado que reducía el número de zonas de despliegue ABM de dos a una y el número de lanzadoras e interceptores ABM de 200 a 100. La URSS desplegó un sistema ABM alrededor de Moscú y EE. UU. optó por completar un área de despliegue ABM en Grand Forks (Dakota del Norte), que albergaba 100 lanzadoras y misiles, con radares asociados. Esa zona en Grand Forks estuvo activa muy poco tiempo, debido al elevado coste operacional.

[20] El escándalo Irán-Contra, también conocido como Irangate, es un acontecimiento político ocurrido en 1985 y 1986, en el cual altos cargos del gobierno de los Estados Unidos, bajo la administración del presidente Ronald Reagan, facilitaron la venta de armas a Irán, país contra el cual pesaba un embargo armamentístico. Ambas operaciones, la venta de armas y la financiación de la Contra, estaban prohibidas por el Senado estadounidense. La operación de venta de armas a Irán produjo más de 47 millones de dólares, dinero que fue gestionado por Oliver North mediante un entramado de cuentas bancarias en Suiza y fue utilizado, principalmente, para la financiación de la agresión al gobierno de Nicaragua y apoyo a la Contra.

[21] La Doctrina Reagan fue una doctrina de política exterior creada e implementada por los Estados Unidos bajo la presidencia de Ronald Reagan para combatir la influencia mundial ejercida por la Unión Soviética durante los años finales de la Guerra fría. Esta doctrina supuso la piedra angular de la política exterior de los EE.UU. desde los primeros años de la década de 1980 hasta el final de la Guerra fría en 1991. Durante este período y como consecuencia de esta idea diplomática, EE.UU. proveyó tanto abierta como clandestinamente ayuda a guerrillas anticomunistas y grupos insurgentes en un esfuerzo para derrocar del poder a gobiernos que apoyaban a la Unión Soviética en África, Asia y Latinoamérica, en especial en Centroamérica que está conformada por Guatemala, El Salvador, Belice, Nicaragua, Honduras, Costa Rica y Panamá. La doctrina fue diseñada para disminuir la influencia soviética en estas regiones pero también para potenciar el establecimiento de sistemas políticos y económicos orientados al capitalismo, entendido desde la democracia liberal, dado que en algunos casos habían sido durante mucho tiempo gobernadas por gobiernos socialistas.

[22] Paul Adolph Volcker (Cape May, Nueva Jersey, 5 de septiembre de 1927-Nueva York, 9 de diciembre de 2019), fue un economista estadounidense de origen judío, director de la Reserva Federal durante las presidencias de Jimmy Carter y Ronald Reagan (desde agosto de 1979 hasta agosto de 1987). El 26 de noviembre fue nombrado director del President’s Economic Recovery Advisory Board (Consejo para la Reconstrucción Económica) por el presidente Barack Obama.​ Bajo la presidencia de este último se creó la regla Volcker con la que se evitó que los bancos pudiesen realizar inversiones o actividades de riesgo especulativas con el fin de beneficiarse haciendo uso del dinero de sus clientes. La misma ley limitaba el número de participaciones que el banco podía poseer en capitales de riesgo, medidas que recibieron fuertes críticas por parte de Wall Street

[23] Milton Friedman (Nueva York, 31 de julio de 1912 -San Francisco, 16 de noviembre de 2006) fue un estadístico, economista e intelectual estadounidense de origen judío ganador del Premio Nobel de Economía de 1976. Profesor en la Universidad de Chicago, fue uno de los fundadores de la Escuela de Economía de Chicago, una escuela económica de economía clásica defensora del libre mercado. Junto a John Maynard Keynes, Friedman es considerado el economista más influyente del siglo xx

[24] La clase Ohio es un tipo de submarinos, también denominados submarinos Trident, pertenecientes a la Armada de los Estados Unidos. Disponen de propulsión nuclear y de misiles balísticos. Su armamento consiste en 24 misiles balísticos Trident II con un alcance de 12 000 km cada uno. También dispone de cuatro tubos lanzatorpedos de 533 mm en la proa. Estados Unidos tiene 18 submarinos de esta clase: 14 submarinos estratégicos armados con 24 SLBM Trident II; y 4 submarinos de misiles de crucero, armados con 154 misiles de crucero BGM-109 Tomahawk de cabeza convencional. Los 14 submarinos de la clase Ohio representan cerca del 50% del total del inventario nuclear de Estados Unidos. Debido a los tratados las cabezas nucleares de los submarinos no tienen un blanco preestablecido cuando están en patrulla, pero es capaz de redirigirlos rápidamente ya que cuentan con un canal de comunicación continua con la base. La Clase Ohio es el submarino más grande construido por la Marina de Estados Unidos, y son los submarinos de mayor tamaño después de los submarinos Borei, Delta IV y el Proyecto 941 Akula (Typhoon) de la Marina Rusa. La clase Ohio fue diseñada principalmente para realizar patrullas de disuasión. Cada submarino tiene 2 tripulaciones, Azul y Oro, cada una sirviendo en intervalos de 100 días. Poseen mucho espacio para víveres, equipo y refacciones para maximizar el tiempo en patrulla, su reactor nuclear puede durar 15 años sin recarga. Es muy silencioso a la velocidad de 20 nudos.

[25] Yuri Vladímirovich Andrópov, fue un político soviético y el Secretario General del Partido Comunista de la Unión Soviética desde el 12 de noviembre de 1982 hasta su muerte, quince meses más tarde. Tras ingresar al Partido Comunista en 1939, ocupó varios cargos dentro del mismo. En 1954 fue nombrado embajador en Hungría, puesto que ocupó hasta 1957 y, según los historiadores, desempeñaría un rol importante en el aplastamiento de la rebelión que se estaba dando contra el gobierno comunista en 1956. Tras volver a Moscú, continuó su carrera encabezando el Departamento de Relaciones con los Partidos Comunistas y Obreros de los Países Socialistas hasta 1967, año en el que fue nombrado director de la KGB y estaría al frente de esta agencia hasta 1982. Tras la muerte de Leonid Brézhnev en 1982, fue elegido Secretario General del PCUS y un año más tarde Presidente del Presidium del Sóviet Supremo de la Unión Soviética. Su corto mandato estuvo orientado en un sentido reformista, tratando de aligerar el peso de la burocracia y de revitalizar la economía y la administración del país, gravemente estancada durante la era Brézhnev; sin embargo, los problemas de salud lo mantuvieron apartado de la actividad política y murió sin haber realizado grandes reformas.​ Desapareció de los actos públicos en agosto de 1983 y luego de su muerte unos meses después fue sustituido por Konstantín Chernenko.

[26] Anastasio Somoza Debayle (León, Nicaragua, 5 de diciembre de 1925 – Asunción, Paraguay, 17 de septiembre de 1980) fue presidente de Nicaragua. Fue el tercer y último miembro de la dinastía Somocista —luego de su padre, Anastasio Somoza García, y su hermano, Luis Somoza Debayle— que ejerció el poder dictatorial en Nicaragua desde 1937. Luego de renunciar a su cargo y partir al exilio, fue asesinado.

[27] Contras o contra, acortamiento de contrarrevolucionarios, también autodenominados como Resistencia Nicaragüense, es el nombre dado a los grupos de insurgentes financiados por Estados Unidos que intentaron acabar con el gobierno revolucionario (1979-1990) del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), que gobernó Nicaragua luego del derrocamiento de la dictadura de Anastasio Somoza y su familia en julio de 1979. En los ataques al gobierno sandinista, se le atribuye a los Contras la acción de un gran número de violaciones a los derechos humanos y llevando a cabo más de 1300 ataques terroristas, Estas acciones se llevaron a cabo sistemáticamente como parte de la estrategia de los Contras. Los partidarios de los Contras trataron de minimizar estas violaciones, particularmente ante la presidencia de Ronald Reagan en Estados Unidos, país que participó en una campaña de propaganda para alterar la opinión pública a favor de los Contras con fuerte financiamiento, además. El movimiento de la Contra agrupó diferentes organizaciones con objetivos diversos, siendo la «Fuerza Democrática de Nicaragua», FDN, su facción más importante. En 1987 prácticamente todas las ramas que formaban la Contra se unieron en la «Resistencia Nicaragüense». Su líder principal fue el coronel Enrique Bermúdez Varela y Adolfo Calero su fundador, y llegó a alcanzar la cifra 22.000 combatientes. La participación de Estados Unidos como impulsor del movimiento y su contribución material y financiera a su formación quedó probada por la Corte Internacional de Justicia en el Caso Nicaragua contra Estados Unidos en 1984 revelando que el gobierno de los Estados Unidos durante la presidencia de Ronald Reagan entrenaba, armaba, financiaba y abastecía a las Contras, principalmente a través de la Agencia Central de Inteligencia (CIA). Precisamente, el escándalo Irán-Contra se desató debido a que EE.UU. vendía armas de forma ilegal a Irán para financiar las Contras.

[28] Oliver Laurence North (San Antonio, Texas; 7 de octubre de 1943) es un comentarista político estadounidense, presentador de televisión, historiador militar, autor y teniente coronel retirado del Cuerpo de Marines (Infantería de Marina) de Estados Unidos. Fue declarado culpable en el caso Irán-Contra de fines de la década de 1980, pero sus condenas fueron anuladas, y todos los cargos en su contra fueron desestimados en 1991.

[29] El LGM-118A Peacekeeper, usualmente conocido en el ambiente militar como MX, fue un misil desarrollado y usado por Estados Unidos desde 1986. Se desplegaron un total de cincuenta en el país. Bajo el tratado START II se debían desguazar todos estos misiles para finales de 2005, dejando solo en servicio los LGM-30 Minuteman dentro del arsenal de Estados Unidos. El último misil de esta clase fue retirado el 19 de septiembre de 2005. El Peacekeeper era un misil con múltiples cabezas MIRV que podía llevar diez ojivas nucleares de 300 kilotones del tipo W87 (veinte veces la arrojada sobre Hiroshima).

[30] El Rockwell B-1 Lancer N 1 es un bombardero estratégico cuatrimotor con ala de geometría variable usado por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF) desde 1986. Concebido inicialmente en los años 1960 como un bombardero supersónico con suficiente alcance y capacidad de carga como para reemplazar al Boeing B-52 Stratofortress, finalmente en los años 1980 se desarrolló principalmente para incursiones a baja cota, con largo alcance y capacidad de vuelo supersónico a gran altitud.

[31] El Pershing fue un misil balístico nuclear de medio alcance, desarrollado por los Estados Unidos y desplegado en sus batallones europeos en 1963, en bases militares de países aliados, como un sistema de respuesta nuclear en caso de un ataque de la Unión Soviética a Europa, como un arma táctica nuclear en caso del ingreso de tropas y tanques invasoras de los países del pacto de Varsovia a Europa, el ataque a un país miembro de la OTAN recibiría una respuesta nuclear contra las tropas enemigas desplegadas. Con un alcance de unas 750 millas náuticas, se inscribe dentro de la estrategia por la cual podría desarrollarse una guerra nuclear «pequeña» que sólo devastase Europa y terceros países, sin llegar a alcanzar suelo soviético ni estadounidense (al menos directamente). Fue sustituido por el nuevo misil Pershing II. Finalmente fueron destruidos en el ámbito del tratado INF con la Unión Soviética en 1989.

[32] La Iniciativa de Defensa Estratégica (IDE, Strategic Defense Initiative, SDI) fue un programa propuesto por el Presidente de los Estados Unidos Ronald Reagan el 23 de marzo de 1983 conocido popularmente como Guerra de las Galaxias. La IDE proponía un programa de investigación y tecnología para el establecimiento de un escudo defensivo ante un ataque soviético con armas balísticas estratégicas. La idea original era la de establecer una defensa anti-misiles desde el espacio que detectara la trayectoria de misiles balísticos y que pudiera destruirlos en diversos puntos de su trayectoria. La tecnología para llevar a cabo esta iniciativa, sin embargo, no estaba aún desarrollada y algunas de las ideas no se llegarían nunca a llevar a cabo. La iniciativa estaba enfocada más hacia la defensa estratégica que hacia una política ofensiva como la anterior teoría de la Destrucción Mutua Asegurada (MAD). La Organización de la Iniciativa de Defensa Estratégica (SDIO) fue puesta en marcha por el Departamento de Defensa de Estados Unidos en 1984 para supervisar la Iniciativa de Defensa Estratégica.

[33] Un misil balístico intercontinental o ICBM (Inter-Continental Ballistic Missile, por sus siglas en inglés) es un misil de largo alcance, más de 5500 kilómetros,​ que usa una trayectoria balística que implica un importante ascenso y descenso, incluyendo trayectorias suborbitales y parcialmente orbitales, desarrollándose a lo largo de la carrera espacial. Un ICBM se diferencia de otros misiles balísticos como los IRBM (Intermediate Range Ballistic Missile, «misil balístico de medio alcance») o los SRBM (Short Range Ballistic Missile, misil balístico de corto alcance) principalmente en el alcance. El alcance máximo de un ICBM está delimitado por los pactos de control de armas que prohíben vuelos orbitales o parcialmente orbitales. A la fecha noviembre de 2019, solo 8 países tienen sistemas de misiles balísticos intercontinentales: Estados Unidos, Rusia, China, Corea del Norte, Reino Unido, Francia, Pakistán e India. En general, cualquier país capaz de colocar un ingenio en el espacio podría desarrollar un ICBM en un breve periodo.

[34] NORAD es el acrónimo de North American Aerospace Defense Command (Mando Norteamericano de Defensa Aeroespacial). Se trata de una organización conjunta de Canadá y los Estados Unidos que provee de defensa y control aéreo a toda Norteamérica. Se fundó el 12 de mayo de 1958 bajo el nombre de Mando Norteamericano de Defensa Aérea (North American Air Defense Command). Desde 1963, la principal instalación del NORAD está en Cheyenne Mountain, en el estado de Colorado. En dichas instalaciones transcurre buena parte de la película Juegos de guerra y también la serie de ciencia ficción Stargate SG-1. Mientras que los términos «NORAD» y «Cheyenne Mountain» son usados indistintamente en el lenguaje común, lo cierto es que NORAD es el nombre de la unidad, mientras que Cheyenne Mountain se refiere a las instalaciones del cuartel general.

[35] La Organización defensa contra misiles balísticos ( BMDO ) era una agencia del Departamento de Defensa de los Estados Unidos , que comenzó el 20 de mayo 1974 con la responsabilidad de todos los estadounidenses con misiles balísticos esfuerzos de defensa. Es una derivación de la salvaguarda Organización del sistema. La misión original de BMDO era comparable a la de salvaguardia, que era la defensa de EE.UU. sitios de misiles balísticos, pero BMDO, además, tuvo el papel más general de la realización de la investigación y el desarrollo en tecnología avanzada balístico de defensa antimisiles (DMO) y también logró lo que entonces se llamó la gama del misil Kwajalein (KMR). En julio de 1984, BMDO se convirtió en una parte de la Organización Iniciativa de Defensa Estratégica (SDIO) y un año después pasó a denominarse BMDO el Comando de Defensa Estratégica del Ejército de Estados Unidos.

[36] Daniel O. Graham (13 abril 1925 hasta 31 diciembre 1995) fue un oficial del Ejército de Estados Unidos. Graham nació en Portland, Oregón, y creció en Medford. Él estudió en la Academia Militar de Estados Unidos en West Point, el Comando del Ejército y Estado Mayor, y se graduó en 1946. También asistió a la de EE.UU. Army War College y finalmente alcanzó el rango de teniente general del Ejército de Estados Unidos. Graham sirve en Alemania, Corea y Vietnam y recibió varias condecoraciones entre ellos algunos de los más altos del ejército de los Estados Unidos otorga: la Medalla de Servicio Distinguido , la Legión de Mérito con dos hojas de roble, y la Medalla de Inteligencia distinguido durante su distinguida de 30 años carrera militar.

[37] Peter L. Hagelstein is a principal investigator in the Research Laboratory of Electronics (RLE) and an associate professor at the Massachusetts Institute of Technology (MIT). He received a bachelor of science and a master of science degree in 1976, then a Doctor of Philosophy degree in electrical engineering in 1981 from MIT. He was a staff member of Lawrence Livermore National Laboratory from 1981 to 1985 before joining the MIT faculty in the Department of Electrical Engineering and Computer Science in 1986.

[38] Lowell Lincoln Wood Jr. (nacido en 1941) es un astrofísico americano involucrado con la Iniciativa de Defensa Estratégica y con los estudios de geoingeniería. Ha sido afiliado con Lawrence Livermore Laboratorio Nacional y el Hoover Institution, además, presidió la Comisión EMP.​ Wood pasó a Thomas Alva Edison el 30 de junio de 2015, convirtiéndose así, en el inventor más prolífico de todos los tiempos de los Estados Unidos, basado en el número de patentes de utilidad emitidas a la fecha. Wood obtuvo un doctorado en geofísica de la Universidad de California, en Los Ángeles, en 1965 para una tesis titulada Procesos hipertermales en la atmósfera solar. Actualmente trabaja para Intellectual Ventures

[39] Hans Albrecht Bethe (2 de julio de 1906 – 6 de marzo de 2005) fue un físico alemán-estadounidense de origen judío, ganador del Premio Nobel de Física en 1967 por su descubrimiento de la nucleosíntesis estelar.​ Hans Bethe nació en Estrasburgo (hoy perteneciente a Francia) en 1906, cuando esta ciudad era parte del Imperio Alemán. En 1928 se doctoró en Múnich. Abandonó Alemania al acceder Hitler al poder, ya que sus abuelos maternos eran judíos, y se instaló en la Universidad Cornell en los Estados Unidos. Durante la Segunda Guerra Mundial fue el director de la división teórica en el laboratorio secreto de Los Álamos, donde participó en el desarrollo de la primera bomba atómica (Proyecto Manhattan). Dirigió a un conjunto muy selecto de científicos que incluía a personas como John von Neumann o Richard Feynman. Hay pocas dudas del papel decisivo que desempeñó en el éxito de los dificilísimos cálculos que implicaba la física de las reacciones nucleares. Su equipo trabajó en la fabricación de la masa crítica de uranio 235 necesaria para producir una reacción nuclear de fisión capaz de producir la explosión de una bomba nuclear. Después de la guerra, Bethe pasó a ser un activista a favor del desarme y, en particular, del control nuclear, y también volvió a trabajar en física básica. Sus éxitos en la misma le granjearon el respeto de todo el mundo científico, y llegó a ser presidente de la Sociedad Norteamericana de Física, en 1954, y Premio Nobel de Física en 1967, por su trabajo acerca de cómo el Sol produce su energía.

[40] The S-25 Berkut is a surface-to-air guided missile, the first operational SAM system in the Soviet Union. In early 1950s it was tested on Kapustin Yar. It was deployed in several rings around Moscow starting in 1955 and became combat ready in June 1956. It was used only defensively by Moscow; the more mobile S-75 (SA-2 Guideline) would be used in almost all other locations. Several improvements were introduced over its long service lifetime, and the system was finally replaced by the S-300P in 1982. Its NATO reporting name is SA-1 Guild. S-25 is short for Systema 25, referring to the entire system of missiles, radars, and launchers. Portions of the system include the V-300 missile, R-113 and B-200 radars, and A-11/A-12 antennas for the B-200.

[41] El S-75 “Dvina” es un misil superficie-aire de diseño soviético que utiliza guiado por comandos de alta altitud. Desde su primer despliegue en el año 1957 se ha convertido en el misil de defensa aéreo más ampliamente desplegado en la historia. Logró la primera destrucción de un avión enemigo realizada por un misil antiaéreo, derribando a un Martin RB-57D Canberra taiwanés sobre China, el 7 de octubre de 1959, que fue alcanzado por tres misiles V-750 (1D) a una altitud de 20 km (65.600 pies). El éxito fue atribuido a los cazas chinos en esa época con el propósito de mantener el programa S-75 en secreto.​ El sistema ganó fama internacional por primera vez cuando una batería S-75, usando el misil V-750VN (13D) más nuevo, de mayor alcance y de mayor altitud, derribó al U-2 de Francis Gary Powers que estaba sobrevolando a la Unión Soviética el 1 de mayo de 1960.​ El sistema también fue desplegado en Cuba durante la crisis de los misiles en Cuba, donde el 27 de octubre de 1962, derribó a un U-2 que estaba sobrevolando a Cuba pilotado por Rudolf Anderson, casi precipitando una guerra nuclear.​ Las fuerzas de Vietnam del Norte usaron el S-75 extensivamente durante la Guerra de Vietnam para defender Hanoi y Haiphong. También ha sido producido localmente en la República Popular China usando los nombres de HQ-1 y HQ-2. Otras naciones han producido tantas variantes locales combinando porciones del sistema S-75 tanto con componentes desarrollados localmente como con sistemas desarrollados por terceros que hoy se ha convertido en virtualmente imposible encontrar un sistema S-75 puro.

[42] La Revolución de Saur fue una revolución comunista ocurrida en Afganistán el 27 de abril de 1978, dirigida por el Partido Democrático Popular de Afganistán contra el mandato del presidente afgano Mohammed Daud Khan. Saur es el nombre del segundo mes del año en el calendario persa utilizado en Afganistán. También se conoce a este acontecimiento como Revolución de Abril (mes en el cual ocurrió según el calendario gregoriano).

[43] Los muyahidines son los miembros de diversas facciones político-militares que operan en Afganistán desde comienzos de la década de los años 1970, habiéndose registrado sus primeras acciones en 1973 y 1975.

[44] Erich Honecker (Neunkirchen, Sarre, 25 de agosto de 1912-Santiago de Chile, 29 de mayo de 1994) fue un político comunista alemán, dictador de la República Democrática Alemana (RDA). Se le acusó de ser responsable de la muerte de 200 personas, pero debido a su mala salud el juicio fue suspendido. Durante el periodo nazi estuvo encarcelado por las autoridades debido a su militancia comunista, y fue liberado en 1945 con el fin de la Segunda Guerra Mundial. En 1971 se convirtió en secretario general del Partido Socialista Unificado de Alemania (SED) y entre 1976 y 1989 fue designado Presidente del Consejo de Estado de la RDA. Tras la caída del Muro de Berlín se trasladó a Moscú para evitar ser enjuiciado en la Alemania reunificada, para luego buscar asilo en la embajada de Chile, donde encontró refugio debido a un cáncer de hígado. Falleció en 1994.

[45] Egon Krenz (Kolberg, Pomerania, 19 de marzo de 1937) es un político alemán de la antigua República Democrática Alemana, considerado el último dirigente comunista de la RDA. En octubre de 1989 sucedió a Erich Honecker como líder del Partido Socialista Unificado de Alemania (SED) y jefe de Estado de la Alemania Oriental, pero en pocas semanas se vio superado por los hechos que precedieron al colapso del Estado socialista.​ Después de la Reunificación alemana en 1990, Krenz fue detenido por las autoridades federales y sentenciadas a 6 años y medio de prisión por su papel en la política de la RDA. En la actualidad se halla excarcelado y prácticamente retirado de la vida política.

[46] Günter Schabowski (Anklam, 4 de enero de 1929-Berlín, 1 de noviembre de 2015) fue un funcionario del Partido Socialista Unificado de Alemania (SED, por sus iniciales en alemán), el partido predominante durante la mayor parte de la existencia de la República Democrática Alemana. Schabowski ganó fama mundial en noviembre de 1989 por propiciar accidentalmente la desaparición de la frontera interalemana, incluyendo el Muro de Berlín.

 

David Odalric de Caixal i Mata: Historiador Militar, experto en Geoestrategia Internacional y Terrorismo Yihadista. Director del Área de Seguridad y Defensa de INISEG (Instituto Internacional de Estudios en Seguridad Nacional). Director del Observatorio contra la Amenaza Terrorista y la Radicalización Yihadista (OCATRY). Asesor en Seguridad y Defensa en HERTA SECURITY. Director de OSI INTELLIGENCE (Occidental Studies Institute-USA) Membership research projects in support of Veterans of the Armed Forces of the United Kindom. Membership in support of the AUSA (Association of the United States Army) Miembro asesor de la Sección de Derecho Militar y Seguridad del ICAM (Ilustre Colegio de Abogados de Madrid). Membership in support of the Friends of the Israel Defense Forces. Miembro del Consejo Asesor del LIKUD-SERBIA (Israel)