El historiador David Odalric de Caixal i Mata de Armagnac nos presenta un vívido cuadro de las cruzadas, desde las emprendidas en Oriente Próximo hasta las que se desarrollaron en los territorios paganos del Báltico, al tiempo que presenta curiosos datos de interés, como el nacimiento de la Orden de los Templarios o las funciones que desempeñaron los caballeros hospitalarios. Romántica aventura cristiana o última invasión de los bárbaros, movimiento animado por razones religiosas o saqueo guiado por la ambición y la codicia, la Historia de las Cruzadas constituye un acontecimiento decisivo en la Edad Media. Antes de su inicio -en el siglo XI- los grandes centros de la civilización eran Bizancio y los países del Califato árabe; antes de su conclusión -en el siglo XIV la hegemonía de la cultura y del poder se había desplazado ya hacia Occidente. Para comprender ese lento pero irresistible movimiento de deriva no basta con estudiar las circunstancias que dan cuenta de su génesis en Europa; es preciso también explicar las condiciones que en Oriente posibilitaron el avance de los cruzados. La mirada debe arrancar desde el Atlántico hasta Mongolia, y el espectador ha de situarse en la perspectiva tanto de los francos como de los árabes y los cristianos de Oriente. Uno de los aspectos más interesantes de este libro es que no se limita sólo a las Cruzadas hacia Tierra Santa, sino que también se ocupa de esas otras cruzadas, que fueron por ejemplo las luchas contra los cátaros o los husitas. Una obra interesante y diferente.