Desde el inicio del año 1880 hasta el año 1904, cerca de 25.000 judíos arribaron a Eretz Israel[1] de Europa Oriental (Rusia, Polonia, Hungría, Lituania y Rumania) y del Yemen. Los inmigrantes estaban determinados por diferentes razones. Los de Rusia escapaban en vista de los pogroms que estallaron a raíz del asesinato del Zar Alexander II[2] en 1881. Decepcionados por el fracaso de integrarse a la sociedad rusa, optaron por la única respuesta que era el retorno a Eretz Israel. Los judíos del Yemen, en cambio, emigraron porque percibían la inminente llegada del Mesías. Los sabios yemenitas habían interpretado el versículo bíblico, Yo dije: “Subiré a la palmera” (Cantares 7:8), como una alusión al año de la llegada del Mesías, creyendo que el valor numérico de la palabra hebrea “palmera” – 640 (Tamar)- correspondía al año hebreo 5640 (1880) Los inmigrantes de la Primera Aliá fueron partidarios de la labor agrícola por lo que se dedicaron a fundar varias moshavot (asentamientos agrícolas) como: Rishon Letzión, Rosh Piná, Zijron Jacob, Mazkeret Batia, Yesod Hamaalá y Guedera. Otros de los inmigrantes se trasladaron también a las ciudades, especialmente a Jerusalén y Yafo. En 1903 el mundo judío se estremeció por un pogrom en la ciudad de Kishinev en el sur de Rusia. Resultaron asesinados 49 judíos, 92 heridos de gravedad y otros sufrieron heridas leves; incendiaron sinagogas y profanaron rollos de la Torá, saquearon y quemaron comercios judíos y destruyeron numerosas casas judías. La Segunda Aliá continuó por unos 10 años, hasta el estallido de la Primera Guerra Mundial. Alrededor de 40.000 judíos inmigraron a Eretz Israel, la mayoría de ellos de Rusia. Algunos encontraron su camino al Antiguo Yishuv y a Yafo, o a los asentamientos agrícolas existentes. Pero muchos de los inmigrantes más jóvenes estaban determinados a trabajar la tierra en nuevas comunidades que estaban surgiendo por toda la tierra de Israel. Uno de los primeros miembros de la Segunda Aliá[3] fue el joven David Yosef Green quien posteriormente cambiaría su nombre a David Ben Gurion quien sería el Primer Ministro del Estado de Israel. Consecuentemente, muchos de los inmigrantes formaron parte de la generación fundadora de la nueva nación. Entre ellos se contaron tres primeros ministros, David Ben-Gurión, Moshé Sharett[4] y Leví Eshkol[5]; el segundo y el tercer Presidente, Itzjak Ben-Zvi y Zalman Shazar, y otras prominentes figuras culturales, como el escritor S.J. Agnón galardonado con el premio Nóbel. En 1909 fue fundada la primera ciudad judía en los tiempos modernos, como un suburbio judío de Yafo. Tel Aviv creció rápidamente y se convirtió en el centro de la actividad sionista en el país; aquí tuvo su sede el Consejo del pueblo, aquí fue en el museo de la ciudad donde se declararía la independencia cuatro décadas más tarde. La Segunda Aliá fortaleció y consolidó la comunidad judía en Eretz Israel y hacia el verano de 1914 vivían allí cerca de 85.000 judíos. Los miembros de la Segunda Aliá se dedicaron a la agricultura y sentaron además las bases de los partidos obreros, de la ayuda mutua y de las instituciones de bienestar (tales como los comedores para trabajadores y las cajas médicas), de los grupos de autodefensa (primero Bar Guiora[6] y luego Hashomer[7]) y de la actividad literaria y cultural.
Miembros de la Hashomer en 1909
El Imperio Otomano, a principios del siglo XIX a más tardar, se encontraba en un proceso de continua decadencia y desmembramiento, basta señalar que la situación interna del Imperio tuvo una gran influencia en el desarrollo y el status de la comunidad judía en Eretz Israel, y de las posibilidades que se abrieron en la segunda mitad del siglo XIX. En este periodo comenzó su modernización, por la influencia europea. Para ser más exactos, la realidad de Eretz Israel no cambió fundamentalmente respecto de los siglos anteriores, pero se comenzaron a ver signos de cambio que transformaron el entorno del país paulatinamente. Desde el punto de vista administrativo, el país no configuraba una unidad integra, sino que estaba dividido en dos provincias y una región administrativa: la parte norte pertenecía a los “Vilayet” de Sidón y de Damasco, y el sur al “Sandjak” de Jerusalén. Podemos fijar la fecha exacta para señalar la aparición de los cambios: la invasión napoleónica en 1799. Como consecuencia de esta invasión el país entró en el círculo de la influencia europea occidental junto con el Imperio Otomano. Desde entonces aumentó en intensidad y espectro la interferencia europea en los asuntos del Imperio en general y de Eretz Israel en particular. Se renovó el interés del gobierno central del Imperio Otomano hacía Eretz Israel debido a la presencia europea en el país. Principalmente de Alemania, Gran Bretaña, Francia y Rusia que establecieron consulados que representaban sus propios intereses. El establecimiento de un número relativamente grande de judíos y de europeos, especialmente alemanes en Eretz Israel se debió a la seguridad que del status de tutelaje y defensa que gozaron bajo los cónsules europeos. Estos factores que contribuyeron a la formación de una población europea relativamente numerosa en Eretz Israel son los mismos que influyeron en el aumento de la población judía especialmente a partir de la cuarta y quinta décadas del siglo XIX. Como consecuencia aumentó el interés científico y religioso, junto al mejoramiento de la seguridad pública y política. Se dio una situación nueva como la inmigración de grupos de creyentes cristianos de la Iglesia del Mesías de Estados Unidos, y de luteranos alemanes, los Templarios, quienes comenzaron a establecerse en Eretz Israel a partir de 1867. Los Templarios erigieron varias colonias agrícolas en Haifa, Jerusalén, Sharona (cerca de Yafo), etc. En esas colonias se introdujeron métodos modernos de cultivo que después fueron adoptados por los asentamientos judíos.
El frente otomano durante la Primera Guerra Mundial
El medio oriente estaba envuelto en un ambiente de inseguridad con respecto al futuro de la zona. Turquía no revelaba sus intenciones, aunque desde el inicio de las hostilidades organizó la movilización de sus ejércitos, con la entrada al conflicto del lado de los imperios centrales creó una situación nueva y peligrosa para las potencias de la Triple Entente, integrada por Gran Bretaña, Francia y Rusia. El Imperio otomano entró en la guerra el 29 de octubre de 1914, cuando su flota apoyó a la alemana en el bombardeo naval de los puertos rusos del mar Negro; Rusia le declaró la guerra oficialmente el 2 de noviembre, y Gran Bretaña y Francia lo hicieron a su vez el 5 de noviembre. Los turcos iniciaron la invasión de la zona rusa del Cáucaso en diciembre, pero el reducido territorio que conquistaron se vio reducido considerablemente en agosto de 1915. No obstante, la presión otomana en esta región había obligado al gobierno ruso a solicitar a comienzos de 1915 que los británicos llevaran a cabo una maniobra de distracción en el estrecho de los Dardanelos. En respuesta, la fuerza naval británica, capitaneada por el general sir Ian Hamilton[8] bombardeó los fuertes turcos de los Estrechos en febrero de ese año; entre abril y agosto se produjeron dos desembarcos de tropas aliadas en la península de Gallípoli; el primero, efectuado en abril, eran tropas británicas, australianas, francesas y con ellas había un batallón de muleros que estaba integrado miembros de la colectividad judía de Eretz Israel; en agosto acudieron más divisiones británicas. El objetivo de los aliados era conquistar los Dardanelos; sin embargo, la campaña de Gallípoli[9] resultó un completo fracaso para las tropas aliadas, que en diciembre de 1915 y enero de 1916 se retiraron. Se crearon los batallones hebreos (Gdudim Ivriim) compuestos por combatientes judíos que se enrolaron como voluntarios en el ejército británico para combatir en nombre del pueblo judío. El organizador fue Zeev Jabotinsky[10]. Estos batallones fueron: el batallón 38, batallón 39 y el batallón 40 de carabineros del rey. El ejército británico estacionado en Egipto se lanzó a la ofensiva contra los turcos en Tierra Santa.
En parte era apoyar la rebelión árabe que había comenzado temprano en 1916, y en parte era también lograr algo positivo después de los años de batallas improductivas en el frente occidental. El comandante británico en Egipto fue en un principio sir Archibald Murray[11]. Las fuerzas otomanas llevaban a cabo una línea dura de Gaza, desde la orilla del mar mediterráneo, a la ciudad de Beersheba. El comandante británico en el campo, Dobell, eligió atacar Gaza, usando un movimiento corto de gancho el 26 de marzo de 1917.El ataque británico fue fallido debido a la falta de comunicación, algunas unidades se retiraron cuando tenían que reforzar la conquista de la fortaleza de Gaza. El gobierno en Londres creyó que los informes del campo indicaban una victoria, que el general Murray estaba próximo para capturar Jerusalén. La realidad era otra pues los británicos no estaban en ninguna posición para atacar Jerusalén, tenían primero que romper con las posiciones defensivas otomanas defendidas por el alemán Kress von Kressenstein. Un segundo ataque contra la fortaleza de Gaza fue lanzado un mes más adelante el 17 de abril de 1917. Este ataque, apoyado por el fuego naval e incluso algunos tanques, fracasaría también.Fue básicamente un asalto frontal a una posición fortificada, costo 6.000 soldados británicos. Fueron destituidos el general Murray y el general Dobell[12] del comando. Fue elegido el general sir Edmond Allenby con las órdenes de tomar Jerusalén en la próxima Navidad. Allenby después de examinar personalmente las posiciones defensivas turcas solicitó más refuerzos para sus tropas. Esta petición fue concedida prontamente y antes de octubre de 1917, Allenby recibió tres divisiones más de infantería, aviones, y artillería, ahora los británicos estaban listos para el ataque siguiente. El ejército otomano tenía tres frentes activos en ese tiempo: Mesopotamia, Arabia, y el frente de Gaza. También desplegaron fuerzas substanciales alrededor de Constantinopla y en el frente del Cáucaso. Solamente El ejército en Gaza era cerca de 35,000 hombres conducido por el general alemán Falkenhayn[13]. Estaban concentrados en las localizaciones defensivas principales de Gaza, Esh Sheria y Beersheba. El ejército de Allenby era de 88.000 soldados en buenas condiciones y bien equipado. La mayor parte de estos soldados británicos eran de Australia y de Nueva Zelanda. Una característica dominante del ataque británico era crear un ardid del cual se desprendía que pensaban atacar nuevamente Gaza. Esta campaña de engaño era extremadamente cuidadosa para lograr su convencimiento. Los británicos de hecho lanzaron su ataque contra Beersheba, tomando por sorpresa a los turcos. El ataque contra Beersheba se ha llamado la carga acertada de la caballería. Los británicos atacaron la posición otomana en Tel Esh Sheria el 6 de noviembre y forzaron a los turcos a abandonar esta posición después de una batalla corta; el día 7los Británicos atacaron Gaza por tercera vez, los turcos se habían retirado frente al asalto británico. Esta vez los británicos habían logrado capturar a Gaza finalmente.
La posición defensiva turca fue rota, el ejército otomano se retiraba en un cierto desorden; el general Allenby ordenó a su ejército perseguir al enemigo. Los británicos les siguieron de cerca pisándoles los talones. Los turcos intentaron formar una línea de defensa en el lecho del wadi (río seco) Sarar, sin éxito. El 13 de noviembre de 1917el General alemán Falkenhayn intentó formar una nueva línea defensiva desde Belem a Jerusalén y Jaffa. El primer ataque de los británicos contra Jerusalén falló, ya que los otomanos habían fortificado varios lugares alrededor de Jerusalén. El 8 de diciembre vino el ataque de Philip Chetwode[14] jefe del XX cuerpo, por las alturas del lado oeste de Jerusalén mientras que Allenby lanzaba un segundo ataque por Belem al sur. Para el 9 de diciembre de 1917Jerusalén fue capturada. Este fue un acontecimiento político muy importante para el gobierno británico de David Lloyd George, uno de los pocos éxitos verdaderos que los Británicos podrían señalar después de tres años sangrientos de guerra. En el lado turco, esta derrota provocó la partida de Djemal Pasha a Estambul. Djemal había sido el verdadero jefe de oficiales alemanes como von Kressenstein[15] y von Falkenhayn. El 11 de diciembre de 1917 el general Edmond Allenby entró a la ciudad santa de Jerusalén desmontado y a pie diciendo que entraba como un peregrino y no como un conquistador. Algo indefinida quedó Palestina que eventualmente fue otorgada por mandato de la Liga de las Naciones a Gran Bretaña. Igualmente los británicos, cautelosos con sus palabras, alentaron a los judíos al pensar que veían con buenos ojos el establecimiento de un futuro estado judío en Palestina mediante la llamada Declaración Balfour.
En efecto, pero como medida de guerra, los británicos alentaban las aspiraciones de los palestinos en el mismo territorio. En el año 1914, el Imperio otomano decidió entrar en la Primera Guerra Mundial de lado de las potencias centrales y el gobierno británico empezó a ver al movimiento sionista como un posible aliado en una guerra que parecía desarrollarse mal para los aliados. De manera paralela, agentes británicos como T. E. Lawrence alentaron rebeliones árabes contra el dominio otomano en Oriente Próximo bajo la promesa de futuros Estados independientes árabes. Hacia 1917, David Lloyd George[16] y Arthur Balfour[17], primer ministro y secretario de exteriores respectivamente, buscaban alianzas que pudieran mejorar el curso de la guerra. Se consideró entonces que los judíos podrían ser doblemente útiles, ayudando a sostener el frente oriental y estimulando el esfuerzo bélico estadounidense. Fue así como se produjo el 2 de noviembre de 1917 la Declaración Balfour[18], por la que el Reino Unido se declaraba favorable a los planes sionistas de creación de un hogar nacional judío en Palestina. La victoria aliada y el hundimiento del Imperio otomano dejarían al gobierno británico con el control de Palestina en los siguientes treinta años, adoptando la forma oficial de Mandato de la recientemente creada Sociedad de Naciones. Antes y durante el período de la Primera Guerra Mundial, la región de Palestina estaba controlada por el Imperio otomano. Este régimen impuso duras exigencias en el asentamiento judío, que terminó en 1918 cuando el Mandato Británico entró en vigencia. Los asentamientos judíos fueron maltratados durante el régimen otomano. Tras el estallido de la Primera Guerra Mundial, el régimen cortó las líneas de suministro a Palestina. Este hecho condujo a una grave escasez de alimentos. Esta ruptura de las líneas de suministro también causó un daño económico e impidió la llegada de las donaciones. Por encima de estos problemas, el régimen agregó dificultades adicionales, como impuestos de guerra y la confiscación de los animales de trabajo, herramientas y alimentos. Otras dificultades (ya sean independientes o no en relación directa con el régimen) surgieron en forma de una plaga de langosta (y los colonos no estaban equipados para hacer frente al ataque). Estas consecuencias fueron el hambre y la pobreza (resultado de la cesación de donaciones), la erupción de enfermedades masivas (tifus, peste) y el cierre de bancos por la inflación. La actitud de la administración otomana a los judíos se fue endureciendo, así como su situación, que también se deterioró durante la guerra e hizo que el funcionamiento de los asentamientos judíos fuera mucho más difícil. Esta situación se mantuvo durante unos cuatro años aproximadamente. En primer lugar las autoridades otomanas cancelaron el régimen de capitulaciones (inmunidad a los ciudadanos extranjeros), y como resultado, los que llegaron de otros países (incluyendo la mayoría de los inmigrantes, que procedían de Rusia) llegaron a considerarse enemigos. Por esta serie de causas, comenzó una “guerra” entre las autoridades otomanas y el movimiento sionista en Israel. Las autoridades otomanas violaron los derechos de libertad de la población judía. Por ejemplo, éstos no estaban autorizados a llevar armas, estaba prohibido escribir cualquier letra en yidis o hebreo, se obligaba a aprender turco en las escuelas de la población judía y la bandera sionista fue prohibida.
El hecho más escalofriante y radical fue la exigencia de las autoridades otomanas, a algunos judíos, a alistarse en el ejército turco o salir del país. Las autoridades otomanas incluso hicieron una serie de deportaciones del país. En 1915 los otomanos conseguidos personas que andaban en las calles de Tel Aviv y Jaffa y los deportó a un buque a Egipto. En 1917 los otomanos deportaron a la población judía de Tel Aviv y Jaffa, como resultado de los avances del frente británico en el sur del país (Los otomanos temían que la población judía en Tel Aviv ayudaría a los británicos en la toma de control sobre el país). Las autoridades otomanas deportaron también s los dirigentes de la población judía en la Tierra de Israel – David Ben Gurion y Yitzhak Ben-Zvi fueron deportados a los límites del imperio, a pesar de que los dirigentes sionistas declararon oficialmente su apoyo al Imperio otomano. Los judíos estadounidenses e incluso el gobierno estadounidense comenzaron la recaudación de fondos y la acumulación de alimentos que se transportan en barcos con el fin de ayudar a la población judía en la Tierra de Israel. Se enfrentó a dos grandes problemas – El primero fue que era necesario un acuerdo del presidente de los Estados Unidos en su envío de la ayuda – esta fue la primera vez en que el gobierno estadounidense opera con una política Pro-sionista. El segundo fue para un acuerdo con los otomanos que la comida y el dinero serían transferidos a la población judía. La autoridad otomana estuvo de acuerdo con esta eventual a cambio de cerca de 45% del envío de ayuda. Los Estados Unidos y Alemania (que fue socio de Turquía durante la guerra) ejercían presión sobre Turquía contra la deportación de la población judía del país. Tres posibilidades tenían los colonos judíos: Adoptar la nacionalidad turca con todas las responsabilidades que vienen con él (sobre todo el alistamiento en el ejército y el pago de los impuestos).
La colaboración con los británicos – oficialmente (Legión Judía)
Huyendo – sobre todo a Egipto, que era el más cercano, con el fin de volver con facilidad después de la crisis. La posición de la Organización Sionista Mundial fue dividida. La mayoría de los líderes sionistas apoyaron y se identificó con Alemania – serían capaz de liberar Judíos de Rusia de la carga del zar, y Turquía, que fue socio de Alemania durante la guerra de esperar que cambie de opinión acerca de la población judía en Israel. En comparación con eso, el apoyo a la Aliados de la Primera Guerra Mundial podría dar razón de los otomanos para eliminar el asentamiento judío en la Tierra de Israel. Sin embargo, la identificación con Alemania durante la guerra podría haber puesto en peligro a millones de judíos en Rusia y Polonia, así como a los aliados de la Primera Guerra Mundial no estaría de acuerdo a las demandas nacionales de los judíos. Debido a estas consideraciones se decidió finalmente en una política más neutral. Esta posición suponía el traslado de las oficinas centrales de la Organización Sionista Mundial[19] de Berlín, lo cual no se realizó, sino porque esto podría haber sido visto por Alemania como una traición, las oficinas permanecieron en Berlín, aunque se construyeron nuevas oficinas en Dinamarca, que era un país neutral durante la guerra. Jaim Weizmann[20] y Ze’ev Jabotinsky apoyan el activismo político en lugar de neutralidad. Se estima que el Imperio Otomano se debilitaba su causa y Gran Bretaña ocupa la Tierra de Israel obtendrían gran beneficio y por lo tanto invirtieron sus esfuerzos en la búsqueda de formas de colaboración con Gran Bretaña. Ze’ev Jabotinsky ofrece establecer unidades de combate judías que sería una parte del ejército británico. A cambio se reconocerá en el derecho moral de los judíos a vivir en Israel. En contraste con él, Chaim Weizmann pidió una declaración política sobre los derechos de la población judía en Israel, en la afirmación de que británicos tienen un interés estratégico para ayudar a la población judía. Trató de despertar una emoción humana entre los británicos y sufrimiento judío. Weitzman trató de convencerlos de que era por el bien de Gran Bretaña para ayudar a los judíos en contraste con Jabotinsky quien trató de utilizar a los británicos. Finalmente el método de Weitzman dio resultado con la Declaración Balfour de 1917, mientras que el método de Jabotinsky sólo funcionó parcialmente con la creación de la Legión Judía. Francia, a diferencia de Gran Bretaña apoyó a los cristianos del Líbano y no los judíos. Una gran red de decenas de activistas en el interior de la tierra de Israel decidió ir en contra de la decisión de la Organización Sionista Mundial en ser neutral y se estableció la organización Nili[21]. Los líderes de Nili fueron Aaron y Sarah Aaronsohn[22], Avshalom Feinberg y Yosef Lishansky. El Nili actuó dentro de la tierra de Israel y en Siria, entre 1915-1917. La interconexión entre la Nili y la inteligencia británica se llevó a cabo durante las visitas de buques británicos en Atlit, a través de palomas mensajeras en Egipto (cuando tenían que enviar anuncios rápido). Nili fue descubierta en 1917, y las autoridades turcas iniciaron una represalia contra la red y contra los asentamientos judíos.
El Caso Dreyfus y el Congreso Sionista
En Europa occidental el antisemitismo no era tan patente y estas ideas de un estado judío no eran tan necesarias, o así lo pensaban muchos judíos occidentalizados. El caso del capitán franco-judío Alfred Dreyfus[23] hizo cambiar de parecer sobre el antisemitismo oculto en toda Europa a algunos, entre ellos estaba Theodor Herzl, abogado y periodista que cubría la noticia para su periódico, el capitán Dreyfus fue acusado de espionaje, cuando en 1894 unos planos especiales de cañones modernos de su oficina aparecieron en Alemania, por medio de pruebas no concluyentes fue declarado culpable y sentenciado a prisión, hasta que a principios de la primera guerra su caso fue revisado y el absuelto participando en el conflicto mundial, los argumentos usados para condenarlo fueron que “era culpable porque era judío y los judíos no tienen patria” el pueblo le gritaba “judío traidor” la prensa de Francia lo atacaba duramente. Este modo de actuar le hizo ver a Herzl, quien siempre creyó que el antisemitismo era cosa de pueblos incultos y atrasados, el error de su pensamiento se basaba en que “una vez expulsados de Palestina habían dejado de ser nación” y pasaron a formar parte de los países en que vivían, sin embargo en este momento cambió de parecer, para darse cuenta que el germen subsistía aún en las naciones desarrolladas, en 1896 publica “El Estado Judío” donde plasma sus ideas sobre un estado para los judíos perseguidos del mundo y se avoca a la tarea, ese mismo año viaja a Constantinopla para tratar la ilusoria idea de que el Sultán Hamid II[24], le vendiera Palestina, sin resultados, en 1897 crea en Basilea el primer congreso sionista mundial del cual es elegido presidente. Realizo múltiples tentativas para lograr su ambicioso proyecto, se entrevistó con el canciller del Káiser Guillermo II, se volvió una vez más a reunir con el Emperador Otomano, asistió a la conferencia de paz de La Haya en 1899, donde conoció a importantes jefes de estado, pero sin conseguir ser escuchado. Su última oportunidad llegó en 1902 cuando se entrevistó con Neville Chamberlain[25], quien le ofreció un territorio en Uganda, Herzl presentó este proyecto al congreso sionista en 1903, pero fue completamente rechazado por 295 votos en contra por 178 a favor. La consigna fue “Palestina o nada”. Meses después moría en Austria sin lograr su objetivo, sin embargo dejo una organización en decenas de países y un sistema democrático que sería la base del futuro gobierno israelí.
A la muerte de Herzl tomo su lugar Chaim Weizmann, el que sería el primer presidente del estado Judío, bajo su guía el sionismo internacional lograría una importante victoria política al “obligar” al imperio británico a emitir la famosa declaración Balfour, de mutuo interés para ambas partes. La declaración firmada el 4 de octubre de 1917 decía que el gobierno de su majestad veía “con buenos ojos, el establecimiento en Palestina de un hogar para los judíos” nótese que no mencionan la palabra estado, y que utilizaría “sus mejores medios para facilitar la consecución de esta causa” agregaba además “no debe hacerse nada que perjudique los derechos civiles y religiosos de las comunidades no judías existentes en Palestina” En Francia con la misma intención de atraer el favor de los judíos rusos, para mantener el país en la guerra contra Alemania, también hubo una declaración unos meses antes el 4 de junio de 1917, pero esta decía en su parte importante “el gobierno Francés no puede sentir más que simpatía por vuestra causa, cuyo triunfo está unido al de los aliados”. Estas no eran cualquier declaración, en derecho internacional, una declaración de este tipo unilateral de voluntad obliga a un estado, la carta convertía una reivindicación histórica-religiosa en carácter legal, adelantándose a Alemania con la intención de traer la voluntad de la banca y los grandes barones judíos de Europa y América a la causa aliada. Estas promesas también fueron hechas a los árabes, para conseguir su ayuda contra el imperio Otomano, pero en secreto se repartían el medio oriente bajo las cláusulas del tratado Sykes-Picot de 1916. El 30 de octubre de 1918 los aliados y turcos firmaron el armisticio y en la conferencia de San Remo se dividió el territorio Turco, Palestina, Transjordania y Mesopotamia para los ingleses, el Líbano y Siria para Francia. En 1922, un acuerdo de la Sociedad de Naciones entregó la administración de los territorios de Transjordania y Palestina a Inglaterra para preparar al pueblo bajo su dominio a una independencia como nación soberana, pero también ayudar a los judíos a realizar sus estado, como vemos dos posiciones contradictorias, que a la larga no causaría más que futuros conflictos. Durante la década de 1920 el número de judíos en Palestina se incrementó notoriamente: en 1922 su número era de 83 790 sobre una población total de 752 048; en 1929 había 156 481 en una población total de 992 559, duplicando su población en siete años. La inmigración judía se canalizaba a través de la Organización Sionista Mundial, cuya figura principal era Jaim Weizmann, y vinculada con la Agencia Judía para Palestina, que ejercía como un gobierno para los judíos de Palestina, comprando tierra y construyendo escuelas, hospitales y asentamientos. La principal figura de la organización hacia la mitad de los años treinta era David Ben Gurión[26]. La filosofía de Ben Gurión y sus colegas era la de construir Sion forjando una nación judía, es decir, asentar las bases para la futura creación de un Estado judío en Palestina. Los árabes no poseían instituciones similares a las que los judíos estaban desarrollando, debido al feudalismo que aún existía y que permitía a los clanes más poderosos dominar a la mayoría de la población, destacando los continuos enfrentamientos entre los Husseinis y Nashashibis.
En el periodo de entreguerras, la situación no fue la más calma en oriente medio, el documento del mandato británico en Palestina y Transjordania les recordaba la promesa de “un hogar judío”, pero por otra parte de los 750.000 habitantes en la región en 1922 el 90% pertenecía a población árabe musulmana y entre el 5 y 10% a judíos nacidos o colonos venidos de otra parte del mundo, durante este periodo Inglaterra tomó tres actitudes seguidas, en la década de los 20 apoyo la inmigración judía, en la década siguiente intento ponerle freno pero con poco éxito y en los años 40 se puso a favor de los árabes. Palestina estuvo relativamente tranquila entre 1922 y 1928, momento en que se desató la violencia en forma de enfrentamientos entre árabes y judíos y entre los propios árabes en la Barrera Oeste de Jerusalén. En agosto de 1929 estos enfrentamientos se saldaron con la matanza de Hebrón, de Safed y de otras comunidades judías palestinas en 1929. El resultado de estos incidentes fue la muerte de 133 judíos y 116 árabes, y una reinterpretación a la baja de la Declaración Balfour y de las aspiraciones sionistas: dos comisiones británicas, bajo el mando de Walter Shaw[27] y John Hope-Simpson[28], intentaron redefinir la política británica en Palestina, identificando el miedo de los árabes ante la inmigración y la compra de tierras por parte judía como principal causa de las dificultades entre ambas comunidades. La recomendación de Hope-Simpson de que las características del territorio sólo admitirían 20.000 inmigrantes judíos más provocó el rechazo de los sionistas. Sin embargo, en febrero de 1931, el Primer Ministro británico Ramsay MacDonald[29] escribió a Weizmann indicándole que su gobierno no tenía intención de prohibir la inmigración judía, debido principalmente a que la situación en Palestina parecía haberse calmado nuevamente. Sin embargo, esta calma relativa no duraría mucho tiempo: el desarrollo político europeo cambiaría por completo el conflicto árabe-israelí. El 30 de enero de 1933, Adolf Hitler llegó al poder en Alemania y en marzo ya había asegurado su dictadura
Segunda Guerra Mundial
El punto 4 del mandato de la sociedad de Naciones otorgaba poderes a la organización Sionista para cooperar con la administración, esto se hizo efectivo en 1929 creándose la Agencia Judía, la agencia se organizó como un estado, la presidencia (cargo honorífico) quedó en manos de Chaim Weizmann y el poder ejecutivo recayó en David Ben Gurion. El poder de esta agencia enfureció aún más a los árabes, por toda vez que a ellos se les negaba el derecho de una entidad igual, nuevos disturbios y protestas aún más violentos siguieron. En 1933 con la llegada al poder de los nazis, la inmigración aumentó y unos 150.000 asquenazíes llegaron a palestina entre ese año y 1935, para esa fecha el 25% de la población ya era judía. El estado de guerra civil no declarado era evidente, huelgas, disturbios generales, voladuras de oleoductos, asesinatos selectivos y en masa eran pan de cada día en el territorio de Palestina, con un pequeño periodo de relativa calma durante 1936, esta terminó en 1939 con un saldo de 5.000 árabes, 400 judíos y 200 británicos muertos. En 1939 Gran Bretaña publicaba el libro blanco, en el cual descartaba la solución de los dos estados, preveía la terminación del mandato para 1949, con la independencia para palestina con un gobierno conjunto de árabes y judíos, y limitaba el número de inmigrantes a 75.000 en cinco años, esta medida no podía llegar en peor momento, cuando se iniciaba el exterminio de judíos en Alemania. Así terminada la década de los 30 a pesar de lo convulsionada, otros 100.000 colonos judíos se instalaron en palestina, la población judía ascendía a 445.000, de un total de 1.500.000. El nazismo no tenía solo matices racistas, pues con la invasión a Polonia, el 1 de septiembre de 1939, el Führer del III Reich demostró que sus ideas racistas tenían también intenciones expansionistas. Dos días después a esta invasión, los británicos entraron en la guerra para tratar de frenar el avance nazi y con esto el mundo se dividió en dos: los que estaban con Hitler y los que estaban contra él. Para los judíos de Palestina la situación no era sencilla. Por un lado estaba Adolfo Hitler con su profundo antisemitismo y por el otro, estaban los británicos que negaban a los refugiados judíos europeos la entrada a Palestina, y con esto les impedían salvar sus vidas. Es cierto, había que ayudar en todo lo necesario para impedir que Hitler siguiera implementando sus acciones antisemitas, aunque esto significara colaborar con aquellos que no estaban siendo piadosos ante las muertes judías. Sin duda, una situación complicada para los judíos de Palestina, pero David Ben Gurión no pudo decirlo mejor: “Ayudaremos a los británicos en la guerra como si no hubiera libro blanco y lucharemos contra el libro blanco como si no hubiera Guerra.”
El incremento del antisemitismo en Alemania y Rumanía hizo que un gran número de judíos se marchara de Europa, teniendo a Palestina como única opción debido a las restricciones migratorias de los Estados Unidos. En 1936, la población judía se había incrementado hasta los 370.483 sobre una población total de 1.336.518. La reacción árabe contra lo que ellos consideraban una transformación desagradable del país fue la Revuelta Árabe, que empezó el 15 de abril de 1936 con el asesinato de un judío cerca de Nablús. La escala de la revuelta dio lugar a un despliegue importante de fuerzas británicas, así como a la simpatía oficial de estas hacia la Haganá, la fuerza defensiva de la Agencia Judía. La Comisión Real Palestina, bajo mando de Lord Peel[30], fue encomendada con la labor de investigar las causas subyacentes de los disturbios y de recomendar una solución para lidiar con las quejas legítimas de árabes y judíos. Su máximo exponente, el profesor Reginald Coupland[31] de la Universidad de Oxford, llegó a la conclusión de que existían en Palestina dos culturas claramente diferenciadas: una árabe de origen asiático y una judía de origen europeo. Considerando que dos culturas tan contrastadas no llegarían a convivir en un solo Estado, Coupland propuso como única solución la partición en dos Estados distintos. Coupland consiguió convencer a sus colegas de la Comisión e incluso a Weizmann, quien se convirtió en un defensor de la partición. Aun así, no todos los sionistas estaban a favor de la partición y los árabes se oponían frontalmente a ella. Hacia finales de 1937 los británicos empezaron a abandonar su apoyo a la idea del hogar judío y a la partición del Mandato, puesto que buscaban asegurarse la simpatía árabe en la situación prebélica que preludiaba la Segunda Guerra Mundial. Una nueva declaración, conocida como Libro Blanco, fue patrocinada por Malcolm MacDonald, ministro británico de Colonias, lo que supuso un giro completo de la política británica en Palestina y el fin del compromiso con los judíos iniciado dos décadas antes mediante la Declaración Balfour. El Libro Blanco fue publicado semanas antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial y establecía que en el plazo de diez años Palestina se convertiría en un solo Estado independiente gobernado en común por árabes y judíos. Según el nuevo plan, la inmigración judía se limitaría a 75.000 personas en los siguientes cinco años y con el previo consentimiento árabe (lo que en la práctica suponía el cierre a la inmigración legal en vísperas del inicio de la guerra), de modo que los judíos mantendrían siempre un estatus minoritario debido a su menor peso demográfico.A pesar que muchos árabes se dieron cuenta de que la nueva declaración favorecía en gran medida sus aspiraciones, el gobierno egipcio y algunos de los principales líderes palestinos como el clérigo exiliado Amin al-Husayni la rechazaron por considerarla insuficiente. La alianza del líder palestino con el Tercer Reich, que incluyó el reclutamiento de una división de musulmanes bosnios para las SS, dañaría muy significativamente la causa palestina al verse asociada con el régimen nazi. El avance nazi era asombroso. Entre 1939 y 1942 el ejército de Hitler había logrado conquistar Austria, Polonia, Checoslovaquia, Noruega, Dinamarca y Holanda pero en junio de 1940 cayó un pilar esencial: Francia. Aterrados por el avance nazi, los judíos de Palestina dedicaban todo su día a hacer lo necesario para fortalecerse. En 1941 se formó el Palmaj, un grupo de élite militar, mientras que al mismo tiempo se seguía mejorando la Haganá. Sin embargo, las noticias de lo que sucedía en los campos de concentración nazis llegaron hasta Palestina y el miedo no podía ser mayor. En el invierno de 1943, en medio de la pesadilla, hubo un hecho inspirador: mil niños judíos lograron escapar del nazismo hacia Teherán; de ahí pasaron por Rusia hasta llegar a Uzbekistán; luego viajaron a través de la India para llegar a Palestina. Después del largo viaje, el tren llegó y cientos de judíos fueron a recibir a los pequeños a la estación de Rejovot. Se trataba de un millar de bebés y niños que a su corta edad no tenían familia ni hogar; quedaba claro que aunque las condiciones eran extremadamente difíciles los judíos tenían una causa inspiradora por la cual luchar. A finales de 1943 se comenzó a visualizar la derrota nazi, y ante esto la polémica sionista, que durante cinco años había estado en pausa por la guerra, se volvió a desatar: ¿Luchar por el estado judío por la vía diplomática o por la vía militar? Cuando la pregunta empezaba a generar debate, la organización judía Stern ya había dado un terrible golpe a los británicos asesinando al Lord Walter Moyne, ministro de estado destinado a Medio Oriente y sobre todo, amigo de Winston Churchill. Moyne fue asesinado por ser conocido como un poderoso británico antisionista; sin embargo, esta muerte provocaba un gran daño al proceso político que David Ben Gurión estaba llevando, por lo que el reconocido líder judío se deslindó de dicho asesinato, intentando que esta tragedia injusta no afectara su proceso diplomático. La enemistad entre miembros de la Haganá y miembros del Irgún o de Stern fue tanta, que David Ben Gurión entregó terroristas judíos a las autoridades británicas. La Haganá luchaba por un estado judío en Palestina y tenía claro que ningún estado sería concedido a un puñado de terroristas, cualquiera que afectara la vía diplomática estaba causando heridas de muerte a la causa sionista.
El libro blanco encendió la enemistad entre judíos y británicos, en 1942 en una reunión en Estados Unidos el influyente político David Ben Gurion defendió la idea de un estado judío en “Eretz Israel” es decir, todo el territorio del Israel bíblico, respecto a la posición a tomar en la guerra mundial respondió que había que luchar contra Hitler “como si no existiera el libro blanco” y con respecto al libro blanco “como si no existiera Hitler” , así se explica que voluntarios judíos se enrolaran en el ejército británico, mientras que paramilitares judíos atacaran a las fuerzas inglesas en Palestina, donde nuevos atentados se sucedieron durante la guerra y después de esta. Al finalizar la segunda guerra mundial una ola de compasión recorrió el mundo al saberse los horrores vividos por los judíos europeos, se desató una campaña anti británica por la política de este país en palestina, la popularidad de Inglaterra caía a niveles nunca vistos al mostrarse imágenes de refugiados judíos siendo expulsados, hacinándose en nuevos campos de concentración ahora por parte de los soldados británicos que trataban de controlar la inmigración ilegal en palestina, pero el mundo ya no podía soportar más, incluso el propio pueblo ingles protestaba por el envío de sus soldados a defender una causa que no consideraban justa. Debido a todas estas presiones y cansado de un mandato que se les volvía impracticable, durante 1945 hasta 1947 las bajas inglesas sumaron 141 muertos y 475 heridos, Gran Bretaña entregó el control a la naciente Organización de las Naciones Unidas en abril de 1947, para ellos Israel ya era otra historia. Ese año la ONU creo el Comité Especial de las Naciones Unidas para Palestina (UNSCOP por sus siglas en inglés) una comisión especializada para analizar el problema y encontrar la solución, en 1945 se creó a su vez la Liga Árabe formada por los recién independizados países de medio oriente Siria, Egipto, Líbano, Irak, Jordania, Arabia Saudita y Yemen los cuales se opusieron al trabajo de la comisión pues consideraban que se trataría de llevar el caso solo al tema de los refugiados judíos, olvidándose de la nación Palestina y su posible independencia. La comisión viajó a los distintos territorios analizando la situación y entrevistándose con los líderes de la Agencia Judía, David Ben Gurion declaró ante la comisión que “estamos dispuestos a considerar… un estado judío en una región adecuada de palestina, aunque tenemos derecho a toda” y agregó ante la eventualidad de una decisión favorable que provocara protestas violentas de parte de los palestinos “sabremos defendernos solos”, cuando se invitó a los árabes a presentar sus tesis, el Alto Comité Árabe de Palestina se negó por segunda vez a declarar, si se presentó la Liga Árabe para declarar sobre el potencial peligro de un estado judío contra el mundo árabe.
La Comisión dio a conocer su informe en agosto de 1947, concluyo, que tanto árabes como judíos no se entenderían nunca, además la propia comisión no había llegado a un acuerdo, los miembros mayoritarios (Australia, Canadá, Checoslovaquia, Guatemala, Holanda, Perú, Suecia y Uruguay) recomendaban dividir palestina en dos estados independientes con Jerusalén como territorio bajo administración de las Naciones Unidas, los otros miembros (India, Irán, Yugoslavia) indicaban crear dos estados federales con Jerusalén como capital federal de ambos, solo Hubo un acuerdo unánime y era que había que terminar el mandato lo antes posible. Finalmente la Asamblea general de la ONU en sesión del 20 de noviembre de 1947 adopto la resolución 181, aprobando la propuesta de partición del territorio en dos estados, con 33 votos a favor (Estados Unidos, todos los países europeos, la URSS. y el bloque socialista) 13 en contra (La Liga Árabe, Afganistán, Cuba, Grecia, India, Pakistán y Turquía) y 10 abstenciones (Chile, Argentina, Colombia, El Salvador, Etiopía, Gran Bretaña, Honduras, Yugoslavia y México) se establecía además que el mandato británico terminaría el 15 de mayo de 1948 con el retiro total de sus tropas en agosto de ese mismo año.
La Brigada Judía
La Agrupación de Infantería de la Brigada Judía fue una formación militar del ejército británico que sirvió en Europa durante la Segunda Guerra Mundial. La brigada fue creada en 1944 y parte de su experimentado personal fue empleado contra las Potencias del Eje en Grecia, Oriente Medio y en África oriental. Más de 30.000 judíos del Mandato Británico de Palestina se ofrecieron como voluntarios para servir en las Fuerzas Armadas Británicas, de los cuales 734 murieron durante la guerra. La brigada y sus predecesores, el Regimiento Palestino y las tres compañías de infantería que se habían formado, se componían principalmente de judíos de Oriente Medio. La brigada estaba representada por soldados judíos de 50 nacionalidades. Muchos eran refugiados, desplazados de países que fueron ocupados o controlados por las potencias del Eje en Europa y Etiopía. Voluntarios del Reino Unido, y la Commonwealth, y otras democracias occidentales, también aportaron contingentes. La desintegración del Imperio otomano después del final de la Primera Guerra Mundial y su sustitución como preeminente poder en Oriente Medio por los imperios británico y francés, renovó al movimiento sionista la búsqueda de un estado judío en la región que se convirtió en el Mandato Británico de Palestina (Eretz Israel). La Declaración de Balfour de 1917 significó el primer reconocimiento oficial de una propuesta de este tipo, que proporcionó el impulso necesario para un aumento de la emigración judía conocida como la Tercera Aliyá.[32] Esta emigración progresiva durante los años 1920 y 1930 siguió a la sanción de la Sociedad de Naciones a la Declaración Balfour, teniendo la población judía una expansión de más de 400.000 habitantes antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial. El 17 de mayo de 1939, el gobierno británico de Neville Chamberlain publicó el Libro Blanco, que abandonó la idea de la partición del Mandato. Tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial en septiembre de 1939, el jefe de la Agencia Judía, David Ben Gurión declaró: «Vamos a luchar contra el Libro Blanco como si no hubiera guerra, y combatir en la guerra como si no existe un Libro Blanco.» El Presidente de la Organización Sionista Mundial, Chaim Weizmann, ofreció al gobierno británico plena cooperación de la comunidad judía en el Mandato Británico de Palestina e intentó negociar la creación de la brigada para que se identifique judía (bajo bandera judía), bajo los auspicios del ejército británico. Su petición fue rechazada, pero igualmente muchos judíos palestinos se unieron al ejército británico. Quince batallones de judíos palestinos se incorporaron en el ejército británico en septiembre de 1939 y combatió en Grecia en 1941. Pese a los esfuerzos realizados por los británicos con el fin de obtener igual número de judíos y árabes en el Regimiento Palestino, los judíos ofrecieron tres veces más voluntarios que los árabes. Como resultado de ello, el 6 de agosto de 1942, tres batallones de judíos palestinos y uno árabe se formaron. En ese momento, el regimiento participó fundamentalmente en tareas de guardia en Egipto y África del Norte. Los británicos también querían socavar los esfuerzos de Amin al-Husayni, quien obtuvo con éxito el apoyo de los árabes a las Potencias del Eje contra los Aliados. El 3 de julio de 1944, el gobierno británico dio su consentimiento a la creación de una Brigada Judía, con oficiales superiores judíos y no judíos. El 20 de septiembre de 1944, un comunicado oficial por la Oficina de Guerra anunció la creación de la Agrupación de Infantería de la Brigada Judía del Ejército Británico. La bandera sionista fue aprobada oficialmente como estandarte. Se incluyeron más de 5000 voluntarios de judíos del Mandato Británico organizados en tres batallones de infantería y varias unidades de apoyo.
Los periódicos de la época lo tomaron como un «acierto» y «cinco años de retraso». Bajo el mando del General de Brigada Ernest Benjamin, la Brigada Judía combatió contra los alemanes en Italia desde marzo de 1945 hasta el final de la guerra, en mayo de ese mismo año, y luego fue destinado en Tarvisio, cerca de la frontera entre Italia, Yugoslavia y Austria. Más de 400 voluntarios de la brigada combatieron en la Batalla de Bir-el Harmat en Libia. En julio de 1945, la brigada se desempeñó en Bélgica y Países Bajos. Desempeñó un papel clave en la Berihah, realizando grandes esfuerzos para ayudar a escapar a los judíos de Europa al Mandato Británico, un papel que muchos de sus miembros continuará después de disuelta la brigada. Entre sus proyectos, estaba incluida la educación y el cuidado de los niños de Selvino. De los más de 30.000 voluntarios judíos del Mandato Británico de Palestina que sirvieron en el Ejército Británico durante la Segunda Guerra Mundial, más de 700 murieron durante el servicio. Algunos de los miembros de la Brigada Judía posteriormente pasaron a ser participantes clave del nuevo Ejército de Israel por su experiencia en la guerra. La Brigada Judía finalmente se disolvió en el verano de 1946.
El Holocausto
El Holocausto, conocido en la terminología nazi como «solución final», de la «cuestión judía» es el genocidio que tuvo lugar en Europa durante el transcurso de la Segunda Guerra Mundial bajo el régimen de la Alemania nazi Los asesinatos tuvieron lugar a lo largo de todos los territorios ocupados por Alemania en Europa. La decisión nazi de llevar a la práctica el genocidio fue tomada entre finales del verano y principios del otoño de 19415 y el programa genocida alcanzó su punto culminante en la primavera de 1942 —desde finales de 1942, las víctimas eran transportadas regularmente en trenes de carga, especialmente conducidos a campos de exterminio donde, si sobrevivían al viaje, la mayoría eran asesinados sistemáticamente en las cámaras de gas—, A cargo de su planificación, organización administrativa y supervisión estuvo Heinrich Himmler. Por lo demás, fue la repetida retórica antisemita de Adolf Hitler la que incentivó la ejecución de las matanzas, que además contaron directamente con su aprobación. De esta forma, entre 1941 y 1945, la población judía de Europa fue perseguida y asesinada sistemáticamente, en el mayor genocidio del siglo XX. Sin embargo, este exterminio no se limitó sólo a los judíos, sino que los actos de opresión y asesinato se extendieron a otros grupos étnicos y políticos. Cada brazo del aparato del Estado alemán participó en la logística del genocidio, convirtiendo al Tercer Reich en un «Estado genocida».
Las víctimas no judías de los nazis incluyeron a millones de polacos, comunistas y otros sectores de la izquierda política, homosexuales, gitanos, discapacitados físicos y mentales y prisioneros de guerra soviéticos. Dada la dificultad para establecer cifras certeras se ha tomado la cifra simbólica de seis millones de muertos en torno a la comunidad judía. Se estima que en total, un mínimo de once millones de personas murieron, de ellas, un millón habrían sido niños y que de los judíos residentes en Europa antes del Holocausto, aproximadamente dos tercios fueron asesinados. La maquinaria del Holocausto tenía una red de aproximadamente 42 500 instalaciones por toda Europa para confinar y matar a sus víctimas y contó con la participación directa de entre 100 000 y 500 000 personas para su planificación y ejecución. Entre los métodos utilizados estuvieron la asfixia por gas venenoso, los disparos, el ahorcamiento, los trabajos forzados, el hambre, los experimentos pseudocientíficos, la tortura médica y los golpes. Por otro lado, a lo largo del Holocausto se produjeron episodios de resistencia armada contra los nazis. El ejemplo más notable fue el Levantamiento del Gueto de Varsovia de 1943, cuando miles de combatientes judíos mal armados se enfrentaron durante cuatro semanas a las SS. Se estima que entre 20 000 y 30 000 judíos participaron en Europa del Este en los movimientos partisanos creados durante la Segunda Guerra Mundial en los países ocupados por Alemania, que contaron con millones de guerrilleros. Los judíos franceses también tuvieron gran actividad en la Resistencia francesa. En total, se produjeron alrededor de un centenar de levantamientos judíos armados.
Niños judíos rescatados de los campos de concentración alemanes en 1945 fueron llevados al territorio controlado por el Mandato Británico de Palestina (actualmente conocido como Estado de Israel). En el caso de los judíos, la nueva política del gobierno británico plasmada en el Libro Blanco, cuya vigencia se mantuvo durante la guerra, fue vista como un acto de delación, pese a lo cual mantuvieron su apoyo a Gran Bretaña en el inminente conflicto bélico. En noviembre de 1938, la Reichskristallnacht, en la que los nazis dieron rienda suelta al terror de Estado contra los judíos, reveló las verdaderas intenciones del III Reich y provocó un crecimiento de la emigración judía. El impedimento por parte de las autoridades británicas de la inmigración judía hacia Palestina (como puso de relieve el caso del barco SS Struma) confirmó la creencia judía de que la protección podía ser alcanzada únicamente mediante la construcción de un Estado donde los judíos pudieran controlar su propio destino, motivo por el cual la Haganá empezó a comprar y a fabricar armas. Más problemáticas para los británicos fueron las actividades de otros dos grupos judíos clandestinos: el Irgun Zvai Leumi (Organización Militar Nacional) y el Leh’i (Luchadores por la Libertad de Israel)[33], que representaban la tradición de extrema derecha del sionismo, en conflicto con la Agencía Judía y el movimiento oficial. En febrero de 1944, el Irgún, dirigido por un joven judío polaco, Menahem Begin, proclamó que los británicos habían traicionado al pueblo judío y declaró la guerra al Mandato. El Lehi había sido creado por otro judío polaco, Abraham Stern, cuyo rencor hacia los británicos hizo que simpatizara con los propios alemanes. El 6 de noviembre de 1944, sus miembros asesinaron a Lord Moyne, el ministro británico en Oriente Medio. Este hecho provocó la antipatía de Winston Churchill, amigo cercano de Moyne, quien había planeado desarrollar el Estado judío justo después de la guerra. En aquel tiempo, gran parte de Oriente Medio estaba bajo control del Reino Unido, que tenía intereses en el Golfo Pérsico y bases aéreas en Irak.
De los Estados limítrofes con Palestina, Líbano y Siria habían sido liberados del Mandato francés en 1943 y 1946 respectivamente. Egipto mantenía relaciones importantes con los británicos debido al tratado de 1936, cuyo elemento más importante era la zona del Canal de Suez. Transjordania se independizaría en 1946, pero siguió estrechamente vinculada a Gran Bretaña. En un momento que se iba a demostrar histórico para los árabes palestinos, estos carecían de las necesarias estructuras políticas y de liderazgo, incapaces de copiar la bien organizada estructura política de los judíos con la Agencia Judía. La represión británica de la revuelta de 1936-1939 había causado la muerte, el encarcelamiento o el exilio de la mayor parte de los líderes árabes palestinos, la incautación de importantes cantidades de armas y una sensación general de hastío bélico entre la población civil.
La escena internacional
El presidente estadounidense, Harry S. Truman, tenía cierta simpatía por la causa judía pero, en la práctica, Truman solamente dirigió su atención hacia Palestina después de un intento fallido de persuadir al Congreso de que permitiese a un gran número de judíos establecerse en los Estados Unidos. El 31 de agosto de 1946 pidió formalmente al gobierno británico que emitiese 100.000 certificados de inmigración, señalando que «ningún otro problema es tan importante para quienes han conocido los horrores de los campos de concentración«. La respuesta británica fue negativa, señalando que en los campos europeos había muchas víctimas de Hitler y que los judíos no debían ponerse a la cabeza de la lista. El tono de la contestación británica mostraba hasta qué punto la actitud británica se había alejado de la simpatía pro-sionista de 1944, y se abría así el camino para la lucha de los judíos contra los británicos en el mandato de Palestina, cuyo atentado más famoso fue contra el cuartel general británico, alojado en el Hotel Rey David de Jerusalén[34], que causó 91 muertos y que, a la larga, condujo a los británicos fuera de Palestina y allanó el camino para la creación del Estado judío. El 29 de noviembre de 1947, tras múltiples disputas diplomáticas, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó el Plan de Partición de Palestina en dos Estados, uno árabe y otro judío, ni compactos ni homogéneos, divididos en tres respectivas porciones apenas unidas entre sí. El estado judío supondría un 55% del territorio del Mandato (14.100 km²), incluido el desierto del Néguev, y su población estaría formada por 500.000 judíos y 400.000 árabes palestinos. En ese momento, los judíos solo poseían el 7% de las tierras de Palestina. El estado árabe palestino tendría el 44% del territorio del Mandato (11.500 km²) y una minoría de unos 10.000 judíos. Jerusalén y su área circundante, incluida Belén, conformarían un corpus separatum de 700 km² bajo la administración del Consejo de Administración Fiduciaria de las Naciones Unidas. Además, este plan preveía la retirada del ejército británico del Mandato antes de agosto de 1948 y la fijación de las fronteras entre los dos Estados y en la propia Jerusalén.
Los judíos aceptaron el Plan propuesto, a pesar de no estar de acuerdo con los términos de un reparto que hacía indefendible y poco viable el territorio asignado, pero los árabes lo rechazaron de plano. El Alto Comité Árabe (el organismo de la dirigencia árabe-palestina) calificó de «absurdos, impracticables e injustos« tanto el reparto como la propuesta federal y, viendo perdido el terreno diplomático, amenazaron con la guerra para defender la Palestina árabe. En cualquier caso, por aquel entonces ya se estaba desarrollando una guerra civil en Palestina que consistió principalmente en ataques terroristas primero y en movimientos militares un tiempo después. Los distintos ataques terroristas de grupos judíos como el Lehi, el Irgún o la propia Haganá fueron propiciando un éxodo de la población árabe de Palestina a zonas que consideraban más seguras. A mediados de enero de 1948, los ataques de los diversos grupos judíos habían empujado a una quinta parte de la población de Jaffa (unas 15.000 personas) a huir a otros lugares. A finales de enero, se calcula que unos 20.000 árabes palestinos habían abandonado sus hogares en Haifa. Se sucedieron una serie de cruentos atentados, entre los que cabe destacar la bomba plantada por la Haganá en el Hotel Semiramis de Jerusalén, matando a 26 civiles entre los que estaba el cónsul general español en la ciudad, o el atentado contra el diario judío Palestine Post, que dejó veinte víctimas civiles poco después. En plena guerra civil, dos hechos terminaron por derrumbar la moral de la población civil palestina y acrecentar aún más su huida. El 8 de abril murió accidentalmente Abdelkader al-Husayni, comandante del Ejército de la Santa Yihad y principal líder militar palestino. Al día siguiente, el 9 de abril, unos 120 hombres del Irgún y el Lehi perpetraron la masacre de Deir Yassin. El recuento de víctimas se fijó en 107 aldeanos muertos, entre los que se contaron multitud de mujeres, ancianos y niños. Las noticias de la masacre desataron el pánico aún más entre la población civil árabe palestina y provocaron su huida en masa. Una nueva masacre perpetrada por la Brigada Golani[35] en Khirbet Nasser ed-Din, que dejó 22 aldeanos muertos, tuvo lugar el 12 de abril de 1948, un día antes de que un grupo de guerrilleros árabes palestinos emboscaran un convoy de camiones, ambulancias, autobuses y vehículos acorazados que se dirigían al enclave judío del Monte Scopus. Murieron 78 profesores, alumnos, enfermeras, doctores y soldados de la Haganá que los escoltaban. Las ciudades de Tiberíades, Haifa y Jaffa fueron cayendo en manos judías durante las siguientes semanas, con duros bombardeos sobre zonas residenciales árabes que provocaron la huida en masa de la población civil árabe palestina. El 10 de mayo, las tropas judías tomaron Safad y expulsaron a sus miles de habitantes árabes palestinos. En Beisan, todos los árabes fueron expulsados de sus hogares y enviados a Nazaret o más allá del río Jordán. Cuando las tropas judías entraron en Acre, solo unos 3.000 de sus 13.400 habitantes habían permanecido en la ciudad. En este contexto, el 15 de mayo de 1948 expiró el Mandato Británico de Palestina. Un día antes, los judíos proclamaron la independencia del Estado de Israel en su parte del territorio otorgada por el Plan de Partición de la ONU, debido a la festividad del sabbat. Esta declaración provocó como reacción inmediata la invasión de los ejércitos de la alianza árabe, dando así inicio a la guerra árabe-israelí de 1948. Ben Gurion, que inauguró el cargo de primer ministro del Estado de Israel, aceptó la partición de Palestina en territorios israelíes y territorios palestinos que la ONU estableció en 1947. Pero tenía un viejo pensamiento de fondo: en carta a su mujer confió que un Estado judío «parcial» –un proyecto de 1937 del ocupante británico que nunca se llevó a cabo– era sólo un comienzo y que planeaba organizar un ejército de primera y utilizar la coerción o la fuerza para absorber toda la extensión del país
[1] La Tierra de Israel es un término histórico empleado en las tradiciones judía y cristiana para referirse a los antiguos reinos de Judá e Israel, es decir, al territorio de los israelitas. La Biblia emplea las expresiones «Tierra Prometida» y «La Tierra de Israel», proveyendo los contornos máximos, así como también los mínimos del territorio en cuestión. Los cristianos usan a menudo la denominación «Tierra Santa», expresión a su vez también empleada ocasionalmente por los hebreos.
[2] Alejandro II de Rusia, fue zar del Imperio ruso desde el 3 de marzo de 1855 hasta su asesinato en 1881. También fue gran duque de Finlandia y rey de Polonia hasta 1867. Era hijo de Nicolás I de Rusia y de Carlota de Prusia (Alejandra Fiódorovna), hija de Federico Guillermo III de Prusia y de Luisa de Mecklemburgo-Strelitz. Durante su juventud dio pocas muestras de su valía final, hasta el momento de su advenimiento en 1855, pocos imaginaron que sería conocido como un líder capaz de poner en práctica las más difíciles reformas emprendidas en Rusia desde el reinado de Pedro el Grande.
[3] »La Segunda Aliá’ fue probablemente la más importante e influyente de todas las aliot. Se llevó a cabo entre 1904 y 1914, período durante el cual unos 40.000 judíos aproximadamente inmigraron a la Provincia Palestina del Imperio otomano, en su mayoría provenientes de Rusia y Polonia, y en menor medida del Yemen. La principal causa de la inmigración fue el aumento del antisemitismo en Rusia y los pogromos en las poblaciones de Pale, destacándose el progomo de Kishinev y los pogromos que asistieron a la Revolución rusa en 1905. Los inmigrantes tenían una serie de dificultades como las viviendas, terrenos, campos y/o dinero.
[4] Moshé Sharett (nacido Moshe Shertok, 15 de octubre de 1894 – 7 de julio de 1965) fue el segundo Primer Ministro de Israel (1953-1955). Gobernó entre los dos mandatos de David Ben-Gurión Nació en Kherson, Ucrania, y emigró a Palestina en 1908. Su familia fue una de las que fundó Tel Aviv. Conocedor del idioma árabe, trabajó como funcionario dentro del naciente sindicato de los trabajadores, Histadrut. Entre 1933 y 1948 encabezó las negociaciones entre el movimiento sionista y el Mandato Británico de Palestina, las cuales desembocaron en la fundación del Estado de Israel. Debido a su experiencia, Sharett se convirtió en el primer Ministro de Relaciones Exteriores de Israel. Sus mayores logros fueron los acuerdos de armisticio de 1949, los cuales pusieron fin a las hostilidades entre Israel y los estados árabes tras la Guerra de Independencia de Israel en 1948.
[5] Levi Eshkol, nació el 25 de octubre de 1895 y fue el tercer primer ministro de Israel, desde 1963 hasta 1969, año en el cual falleció debido a un infarto.
[6] Bar-Giora, fue una organización clandestina judía de la Segunda Aliyá, precursora de Hashomer. El 28 de septiembre de 1907 un grupo de activistas de Poalei Zion se reunió en el pequeño apartamento de Yitzhak Ben-Zvi en Yafo. Al no haber muebles, los hombres se sentaron en el suelo en círculo y utilizaron un cajón como escritorio. Inspirados por las ideas de Israel Shojat, se acordó que la única manera de cumplir el sueño de convertirse en una nación judía era levantarse y afirmarse a través de cultivar y defender su tierra ellos mismos. El estado de cosas en los primeros años del siglo XX en el Imperio otomano era tal, que los agricultores judíos empleaban árabes para trabajar sus fincas y protegerlos, y a su vez estaban sujetos a los arrendatarios. Había entonces mucho descontento y desilusión. El grupo decidió formar una organización para lograr sus objetivos. Lo llamaron Bar Giora por uno de los líderes de la primera guerra judeo-romana contra los romanos.
[7] Hashomer, fue una organización de defensa judía en Eretz Israel durante la dominación del Imperio otomano, fundamentada en Bar Giora en abril de 1909. Dejó de funcionar después de la fundación de la Haganá en el año 1920. El propósito de Hashomer era proporcionar protección a los asentamientos judíos del yishuv, liberando a las comunidades judías de la dependencia de los consulados extranjeros y de los guardias de seguridad árabes. Fue dirigida por un comité de tres – Israel Shojat, Israel Giladi y Mendel Portugali.
[8] Sir Ian Standish Monteith Hamilton, GCB, GCMG, DSO, TD (16 January 1853 – 12 October 1947) was a British Army officer who, following an extensive British Imperial military career in the Victorian and Edwardian eras, commanded the Mediterranean Expeditionary Force in the Gallipoli Campaign of the First World War. He spoke German, French and Hindi, was considered charming, courtly and kind. He appeared frail yet was full of energy. He was twice recommended for the Victoria Cross, but on the first occasion was considered too young, and on the second too senior. He was wounded in action at the Battle of Majuba during the First Boer War, which rendered his left hand permanently injured.
[9] La batalla de Galípoli o batalla de los Dardanelos se libró en la península turca de Galípoli en 1915, durante la Primera Guerra Mundial. La campaña se conoce en Turquía con el nombre de Çanakkale Savaşlari (Guerra de Çanakkale). En el Reino Unido se le llama «Campaña de los Dardanelos», mientras que en Australia y Nueva Zelanda se la conoce como la «batalla de Galípoli». La batalla se inició en febrero de 1915 con un bombardeo masivo desde buques de guerra británicos y franceses contra los fuertes otomanos que defendían el estrecho, y que fracasó principalmente debido a la presencia de minas en el mar, colocadas por los militares turcos. Este fracaso promovió entre mandos y gobiernos la necesidad de una operación combinada, en forma de desembarco, entre británicos y franceses con el fin de conquistar la capital otomana de Estambul (la antigua Constantinopla). El control de los estrechos permitiría a Francia y el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda revitalizar al Imperio ruso y encerrar a los imperios centrales. Los rusos necesitaban urgentemente armamento para enfrentarse a los imperios centrales que le hacían frontera: el Imperio alemán, el Imperio austrohúngaro y el Imperio otomano.
Esta idea, defendida sobre todo por Winston Churchill, se iniciaría con el desembarco cerca de Galípoli, pero los aliados no consiguieron penetrar por sorpresa en el territorio otomano y fracasaron en las sucesivas ofensivas, con un resultado de unas 250 000 bajas por cada uno de los dos bandos.
[10] Zeev (Vladímir) Jabotinsky, fue un líder sionista, escritor, traductor, orador, periodista, militar y fundador de la Legión Judía durante la Primera Guerra Mundial. Fue el principal ideólogo de la corriente sionista revisionista.
[11] General Sir Archibald James Murray, GCB, GCMG, CVO, DSO (23 April 1860 – 21 January 1945) was a British Army officer who served in the Second Boer War and the First World War. He was Chief of Staff to the British Expeditionary Force (BEF) in August 1914 but appears to have suffered a physical breakdown in the retreat from Mons, and was required to step down from that position in January 1915. After serving as Deputy Chief of the Imperial General Staff for much of 1915, he was briefly Chief of the Imperial General Staff from September to December 1915. He was subsequently Commander-in-Chief of the Egyptian Expeditionary Force from January 1916 to June 1917, in which role he laid the military foundation for the defeat and destruction of the Ottoman Empire in the Arabian Peninsula and the Levant.
[12] Lieutenant General Sir Charles Macpherson Dobell KCB, CMG, DSO (22 June 1869 – 17 October 1954) was a Canadian soldier who served with the Royal Welch Fusiliers of the British Army.
[13] Erich von Falkenhayn (Graudenz, Reino de Prusia, 11 de septiembre de 1861-Potsdam, 8 de abril de 1922) fue un general alemán. Ocupó los cargos de ministro de la Guerra de Prusia y jefe del Estado Mayor del Ejército germano durante los dos primeros años de la Primera Guerra Mundial. Dimitió de su puesto a finales del verano de 1916 tras el fracaso de la batalla de Verdún, el ataque aliado en el Somme, la ofensiva Brusílov y la entrada de Rumania en la guerra. Después dirigió importantes operaciones alemanas en Transilvania con el 9.º Ejército, a partir de julio de 1917 en Palestina al frente del Grupo de Ejércitos F y desde febrero de 1918 hasta el final del conflicto comandó el 10.º Ejército. Su reputación como jefe militar fue atacada por la facción que apoyaba a Paul von Hindenburg. Falkenhayn mantenía que Alemania no podría ganar la guerra a través de una batalla decisiva y debería negociar una paz, mientras que sus enemigos afirmaban que no tenía la resolución necesaria para vencer en el campo de batalla.
[14] El mariscal de campo Philip Chetwode Walhouse, 1er Baron Chetwode, séptimo Barón de Oakley, GCB, OM, GCSI, KCMG, DSO (21 septiembre 1869 hasta 6 julio 1950) era un mayor del ejército británico oficial. Vio acción durante la Segunda Guerra Boer, durante la cual estuvo presente en el Sitio de Ladysmith en diciembre de 1899. Vio acción otra vez durante la Primera Guerra Mundial en el frente occidental, participando en la Primera Batalla de Ypres, y luego en el Sinaí y Palestina de campaña durante la cual se llevó a su cuerpo de la primera batalla de Gaza en marzo de 1917 en la Batalla de Beersheba, en octubre de 1917 y la Batalla de Jerusalén en noviembre de 1917.
[15] Friedrich Freiherr Kress von Kressenstein (Núremberg, 24 de abril de 1870 – Múnich, 16 de octubre de 1948) fue un general alemán, miembro del grupo de oficiales alemanes que ayudaron en la dirección del Ejército otomano durante la Primera Guerra Mundial. Kress von Kressenstein fue parte de la campaña militar de Otto Liman von Sanders, que llegó a Turquía poco antes de que estallase la Primera Guerra Mundial.
[16] David Lloyd George (Mánchester, 17 de enero de 1863 – Gwynedd, Gales, 26 de marzo de 1945) fue un político británico, primer ministro entre 1916 y 1922, durante la última etapa de la Primera Guerra Mundial y los primeros años de la posguerra.
[17] Arthur James Balfour, primer conde de Balfour, KG, OM, PC (25 de julio de 1848 – 19 de marzo de 1930) fue un político y estadista británico que se convirtió en el trigésimo tercer primer ministro de ese país. Balfour sucedió a su tío, lord Salisbury, como líder de los tories y primer ministro en julio de 1902 —era el líder de los conservadores en la cámara baja desde 1891—. Como primer ministro, sucedieron eventos como la Entente Cordiale, pero su partido se dividió por la reforma de las tarifas y en diciembre de 1905 cedió el poder a los liberales. Continuó como líder de la oposición durante la crisis del Acta Parlamentaria y el Presupuesto Popular del Gobierno de Lloyd George, pero al fallar en conseguir la victoria en las dos elecciones habidas en 1910 terminó renunciando como líder en noviembre de 1911. Regresó al Gobierno como primer lord del Almirantazgo en la coalición gubernamental de 1915, siendo después ministro de Asuntos Exteriores de 1916 a 1919. En este puesto fue conocido internacionalmente por haber dado su nombre a la Declaración Balfour a través de la cual el Gobierno británico apoyó en 1917 las aspiraciones sionistas de creación de un «hogar nacional» judío en Palestina.
[18] La Declaración Balfour (fechada el 2 de noviembre de 1917) fue una manifestación formal pública del gobierno británico durante la Primera Guerra Mundial, para anunciar su apoyo al establecimiento de un «hogar nacional» para el pueblo judío en la región de Palestina, que en ese entonces formaba parte del Imperio otomano. La Declaración fue incluida en una carta firmada por el ministro de Relaciones Exteriores británico (Foreign Office) Arthur James Balfour y dirigida al barón Lionel Walter Rothschild, un líder de la comunidad judía en Gran Bretaña, para su transmisión a la Federación Sionista de Gran Bretaña e Irlanda. El texto fue publicado en la prensa el 9 de noviembre de 1917.
[19] La Organización Sionista Mundial (conocida por la sigla WZO), fue creada por iniciativa de Theodor Herzl en el Primer Congreso Sionista, en agosto de 1897 en Basilea, Suiza. Los objetivos del movimiento sionista se recopilaron en una declaración que tuvo lugar durante el primer congreso sionista: en primer lugar se estableció que todos los judíos del Mundo tendrían el derecho legal de vivir en la Tierra de Israel. Para ello se utilizarían los siguientes medios: Promover el establecimiento de agricultores judíos, artesanos y comerciantes en Palestina: organizar y unir a todos los judíos a través de medios eficaces locales e internacionales, de conformidad con la legislación en vigor de cada país y fortalecer el sentimiento nacional judío y la conciencia nacional. También se darían los pasos preparatorios para la obtención del consentimiento de los gobiernos con el fin de alcanzar los objetivos del sionismo.
[20] Jaim Azriel Weizmann nacido el 27 de noviembre de 1874 y fallecido el 9 de noviembre de 1952, fue un químico, dirigente sionista británico importante de origen bielorruso y el primer presidente del Estado de Israel.
[21] NILI era un grupo judío de espionaje, que ayudó al Reino Unido en su lucha contra el Imperio Otomano en Palestina entre 1915 a 1917, durante la Primera Guerra Mundial. NILI es un acrónimo que significa la frase en hebreo “Netzaj Israel Mín Yeshaker”, que se traduce como “el Eterno de Israel no mentirá. El gobierno británico nombre en código NILI la “A Organización”, según un memorando misfiled 1920 en la Oficina de Registros Públicos británica como se describe en el libro de los espías en Palestina por James Srodes. La elección de ponerse del lado de los británicos contra el poder gobernante, los otomanos, fue finalmente dado la razón por la historia, pero en tomarla los miembros de Nili iba en contra de la opinión de la mayoría de sus compañeros de Judíos de la Yishuv, que temía feroz persecución. Estos temores casi se materializó cuando se descubrió la red de espionaje, y los Judíos de Palestina escaparon el trágico destino de los armenios sólo por la intervención del Vaticano, el gobierno alemán y el general Erich von Falkenhayn , comandante de las tropas de Otomano-alemanes en Palestina
[22] Sarah Aaronsohn (5 enero 1890 hasta 9 octubre 1917) era un miembro de Nili, una red de espías, que trabajan para el Imperio británico en la Primera Guerra Mundial. Ella se refiere a menudo como la «heroína de Nili.» Avshalom Feinberg (23 octubre 1889 a 20 enero 1917) fue uno de los líderes de Nili, una red de espionaje judía en la Palestina, ocupada por los otomanos. Se creó para ayudar a los británicos a luchar contra el Imperio Otomano durante la Primera Guerra Mundial
[23] Alfred Dreyfus (Mulhouse, Alsacia; 9 de octubre de 1859 – París, Isla de Francia; 12 de julio de 1935) fue un militar francés conocido por el caso Dreyfus. El caso Dreyfus tuvo como origen un error judicial, sobre un trasfondo de espionaje y antisemitismo, en el que la víctima fue el capitán Alfred Dreyfus, de origen judío-alsaciano, y que durante 12 años, de 1894 a 1906, conmocionó a la sociedad francesa de la época, marcando un hito en la historia del antisemitismo. La revelación del escándalo en Yo acuso (J’accuse), un artículo de Émile Zola en 1898, provocó una sucesión de crisis políticas y sociales inéditas en Francia que, en el momento de su apogeo en 1899, revelaron las fracturas profundas que subyacían en la Tercera República Francesa. Dividió profunda y duraderamente a los franceses en dos campos opuestos, los dreyfusards (partidarios de Dreyfus) y los antidreyfusards (opositores a Dreyfus). Reveló también la existencia en la sociedad francesa de un núcleo de violento nacionalismo y antisemitismo difundido por una prensa sumamente influyente. El caso se convirtió en símbolo moderno y universal de la iniquidad en nombre de la razón de Estado
[24] Abdul Hamid II fue el 34º sultán del Imperio otomano (31 de agosto de 1876 – 27 de abril de 1909), depuesto por la sublevación militar de los Jóvenes Turcos para ser sustituido por su hermano, Mehmed V. Fue el último sultán capaz de imponer su autocracia. Segundo hijo del sultán Abd-ul-Mejid I y de su esposa, la armenia Tirimüjgan (Virjin), Abdul Hamid accedió al trono tras el derrocamiento de su hermano Murad V el 31 de agosto de 1876. Fue el último sultán otomano en poseer poderes absolutos, también fue conocido por sus métodos autoritarios para tratar con las fuerzas separatistas; y sus maniobras diplomáticas, utilizando un poder europeo contra el otro.
[25] Arthur Neville Chamberlain, fue un político conservador británico, que desempeñó el cargo de primer ministro entre el 28 de mayo de 1937 y el 10 de mayo de 1940. Es famoso por su política de apaciguamiento con respecto al Tercer Reich, así como por su firma del Acuerdo de Múnich el 30 de septiembre de 1938, otorgando a ese país la región germanófona de los Sudetes de Checoslovaquia. Tras la invasión alemana de Polonia el 1 de septiembre de 1939, que marcó el principio de la Segunda Guerra Mundial, anunció la declaración de guerra a Alemania dos días después y dirigió al Reino Unido durante los primeros ocho meses del conflicto bélico hasta su renuncia al cargo.
[26] David Ben-Gurión, quien recibió al nacer el nombre de David Grün, fue un líder sionista, sindicalista, periodista, político y estadista convertido en primer ministro de Israel entre 1948 y 1954 y nuevamente entre 1955 y 1963. Fue uno de los principales mentores del Estado judío y quien proclamó oficialmente la independencia del Estado de Israel, el 14 de mayo de 1948.
[27] Sir Walter Sidney Shaw (15 April 1863 – 24 April 1937) was an English lawyer and judge in the early 20th century. He served as a judge in a number of British colonies, his last judicial appointment being the Chief Justice of the Straits Settlements. He was also the chairman of the Shaw Commission which investigated the 1929 Palestine riots
[28] Sir John Hope Simpson (23 July 1868 – 10 April 1961) was a British Liberal politician who served as a Member of Parliament in the United Kingdom and later in the Government of the Dominion of Newfoundland. Hope Simpson was born in West Derby, son of John Hope Simpson of Sefton Park, Liverpool and Margaret Swan. He was christened «John Hope» and educated at Liverpool College and Balliol College, Oxford.
[29] James Ramsay MacDonald (12 de octubre de 1866 – 9 de noviembre de 1937) fue un político británico dos veces primer ministro del Reino Unido.
[30] William Robert Wellesley Peel, 1st Earl Peel, (7 January 1867 – 28 September 1937), known as The Viscount Peel from 1912 to 1929, was a British politician.
[31] Sir Reginald Coupland (2 August 1884 – 6 November 1952) was a prominent English historian of the British Empire. Between 1920 and 1948, he held the Beit Professorship of Colonial History at the University of Oxford Coupland is known for his scholarship on African history, and as a member of the 1936–1937 Royal Commission on Palestine. He was elected a Fellow of the British Academy in 1948.
[32] La Tercera Aliyá se refiere a la tercera ola de inmigración judía a Israel desde Europa, inspirada por motivos ideológicos sionistas, entre los años 1919 y 1923 (a partir del final de la Primera Guerra Mundial hasta el comienzo de la crisis económica en el país). Un símbolo del inicio de esta tercera ola es la llegada de la embarcación «Roselan» en el puerto de Jaffa el 19 de diciembre de 1919. En el barco había 650 nuevos inmigrantes (olim) a bordo. Durante ese período, alrededor de 35.000 nuevos inmigrantes llegaron a Palestina procedentes principalmente de países de Europa Oriental (de los cuales aproximadamente el 45% de los inmigrantes eran llegados de Rusia, 31% de Polonia, el 5% de Rumania y sólo el tres por ciento de Lituania). Lo más destacado fueron los jóvenes pioneros los cuales llegaron al país entre los años 1919 y 1921. Después de esos años su número se hizo menor entre los inmigrantes. La importancia de estos pioneros fue tan grande como la de los integrantes de la Segunda Aliyá. Su ideología contribuyó mucho a la construcción del país, por lo que marcó su huella en el sionismo y en el desarrollo de los asentamientos judíos en la zona, convirtiendo a los sionistas en la población mayoritaria del Yishuv.
[33] El Leji o Lehi («Luchadores por la Libertad de Israel«) fue un grupo armado sionista que operó clandestinamente en el Mandato británico de Palestina entre 1940 y 1948. Su objetivo principal era expulsar a los británicos de Palestina para permitir la libre inmigración de los judíos al país (aliá) y crear un Estado judío. Los integrantes del Leji, que estaban enfrentados a las organizaciones centrales del Yishuv, se escindieron del Irgún al decidir estos últimos renunciar a la lucha armada contra los británicos durante la Segunda Guerra Mundial. El grupo fue conocido en sus orígenes como Grupo Stern (por su fundador Abraham Stern) o, simplemente, Stern, y etiquetado despectivamente como Banda de Stern (Stern Gang) por las autoridades británicas. Los británicos, por medio del Libro Blanco, seguían impidiendo la inmigración de judíos a Palestina, sin importar si eran sobrevivientes de campos de concentración y de la matanza nazi. Leji fue responsable de los asesinatos del político británico Lord Moyne (1944) y del diplomático sueco Folke Bernadotte (1948).
[34] El atentado al Hotel Rey David, fue un atentado terrorista a la sede de la Comandancia Militar del Mandato Británico de Palestina y de la División de Investigación Criminal de los británicos, ocurrió el 22 de julio de 1946 en Jerusalén y fue perpetrado por el Irgún Tzvaí Leumí causando 92 muertos, 16 de los cuales eran judíos, después de que tropas británicas invadieran la Agencia Judía y más de 2500 judíos de todas partes del mandato fueran puestos bajo arresto durante la Operación Agatha El ala sur del Hotel Rey David de Jerusalén fue ocupada para albergar las instituciones centrales del régimen británico, incluyendo el cuartel general del ejército y el gobierno civil. Se construyeron nidos de ametralladoras en numerosos puntos. Soldados, policías y detectives mostraban una estrecha y constante vigilancia en el edificio que albergaba a los supremos gobernantes ingleses del Mandato. El Irgún sometió un plan para eliminar el edificio al mando unificado del Tnuat Hameri (movimiento común de la Haganá, el Irgún y el Lehi que, luego de la Segunda Guerra Mundial, tuvo como objetivo común la expulsión del régimen británico de Palestina y la independencia judía en dicho territorio mediante la lucha armada), el cual no lo aceptó, pero tampoco lo descartó, esgrimiendo que no era el momento adecuado.
[35] La Brigada Golani (también conocida como 1ª Brigada) es una Brigada de Infantería israelí que se formó el 28 de febrero de 1948, cuando la Brigada Levanoni en la Alta Galilea se unió a la Brigada Carmeli. Está bajo el mando de la 36ª División y es una de las Unidades de Infantería más condecorada en las Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI).