En la época de la Operación Starlite, los marines no eran las únicas tropas terrestres americanas en Vietnam. Las Fuerzas Especiales del Ejército, los Boinas Verdes “los niños mimados del Ejército” llevaban librando sus propias acciones no convencionales desde 1957, y los consejeros llevaban aún más tiempo relacionados con el ARVN. Pero después de la intervención de los Marines en Da Nang, el Presidente Johnson autorizó el despliegue de formaciones completas del ejército. El 14 de abril de 1965, la 173º Brigada Aerotransportada (la rápida fuerza de respuesta del Ejército para el Pacífico occidental), recibió la orden de trasladarse a Vietnam y, tres meses más tarde, fue reforzada por la 1ª Brigada de la 101º División Aerotransportada. Esta última fue enviada inicialmente para sustituir a la 173º, pero acabó luchando con ella. La firme escalada de las fuerzas americanas había empezado. Durante gran parte del tiempo, los soldados se vieron implicados en repetitivos, agotadores y mundanos “paseos al sol”, principalmente en la Zona de Guerra D al norte de Saigón y alrededor de Pleiku en las Mesetas Centrales. Al principio de la llegada de las tropas estadounidenses, el VC se veía reacio a combatirlas y a enfrentarse a ellas. Uno de los motivos de la cautela de los comunistas se encontraba en la gran capacidad de movilidad desplegada por los americanos. Los helicópteros ya se habían utilizado antes en Vietnam, como demostraron Ap Bac y Starlite, pero ambas brigadas aerotransportadas los usaban ahora sobre una base mucho más regular, llevando a las tropas por encima de terrenos dificultosos hasta zonas de aterrizaje (LZ) en la retaguardia enemiga.
En 1965, la “movilidad aérea” había sido llevada mucho más lejos de lo que la empleaban la 101º y la 173º División Aerotransportada, que usaban los helicópteros sólo para trasladarse: la recién activada 1ª División de Caballería (Aeromóvil) los usaba para todos los aspectos de la batalla (reconocimiento, ataque, transporte y apoyo logístico) para poder producir una fuerza autosuficiente y potencialmente devastadora. Aunque las Fuerzas Armadas norteamericanas habían usado helicópteros para la evacuación de bajas en la Guerra de Corea (1950-1953) y el Cuerpo de Infantería de Marina había protagonizado diversas pruebas de asalto con tropas helitransportadas, el Pentágono seguía desinteresado en la empresa. De hecho en 1952, mientras la guerra continuaba su curso, se tomó la decisión de crear 12 batallones de helicópteros que podrían ser utilizados para transportar a unidades de infantería al combate, sorteando un terreno difícil para las tropas. Pero la tecnología no estaba todavía preparada: hasta el desarrollo del motor de turbina de gasolina a mediados de los años 50, los helicópteros no tuvieron la potencia para levantar cargas pesadas. El Ejército fue lento a la hora de aprovechar ese potencial, aunque unos pocos oficiales discutían ya la posibilidad de unidades de helicópteros autosuficientes.
En enero de 1960, reconociendo la necesidad de racionalización, el Jefe del Estado Mayor creó el Consejo de Revisión de Requerimientos del Ejército al mando del teniente general Gordon B. Rogers. El Consejo hizo varias recomendaciones dirigidas al diseño y prestaciones de los helicópteros, pero dijo poco sobre como podrían ser utilizados más allá de las misiones de observación y transporte. Sin embargo, el informe presentado por la comisión Howe en agosto de 1962 modificó su actitud: “Es necesaria y deseable la adopción del concepto de movilidad aérea del Ejército”, declaraba. El Secretario de Defensa Robert McNamara, exasperado por la aparente incapacidad del Ejército para pensar más allá de posibilidades tan poco imaginativas, creó el Consejo de Requerimientos de Movilidad Táctica bajo el mando del teniente general Hamilton Howze. El concepto de movilidad aérea, con su énfasis en el alcance pleno de capacidad militar dentro de una formación de helicópteros, surgió del Consejo Howze. Un asalto aéreo o aeromóvil (algunas veces denominada caballería aeromóvil) es el movimiento de fuerzas armadas en helicóptero o avión para combatir y destruir fuerzas enemigas o para capturar y mantener posiciones clave. Además del entrenamiento regular de infantería, estas fuerzas son entrenadas en rappel y transporte aéreo, y su equipo es modificado a veces para permitir que se transporte mejor. Debido a las restricciones de carga de estas aeronaves, las tropas de asalto aéreo son generalmente infantería ligera. Si las tropas son lanzadas en paracaídas, reciben el nombre de paracaidistas. Las unidades de asalto aéreo pueden variar en organización, pero todas incluyen a la infantería como elemento de combate primario, apoyada por el transporte en helicóptero, el apoyo aéreo cercano, la evacuación médica y el reabastecimiento. La mayoría incluye además algún tipo de artillería aeromóvil. El tamaño de las unidades varía, pero típicamente son brigadas o divisiones. Las unidades aeromóviles están diseñadas y entrenadas para la inserción aérea (algunas veces designado como envolvimiento aéreo), el reabastecimiento por aire, y si es necesario, la extracción aérea.
La movilidad aérea ha sido un concepto clave desde la Segunda Guerra Mundial. Las aproximaciones iniciales a la movilidad aérea se enfocaban en unidades aerotransportadas, que consistían en paracaidistas y algunas veces en tropa transportada en planeadores. Los paracaidistas fueron lanzados desde los cielos en Sicilia, Normandía, Holanda y Creta. Mientras tanto, los alemanes utilizaban el autogiro para transportar los pilotos de la Luftwaffe derribados de vuelta a líneas amigas. Al finalizar la guerra, los Aliados, en especial Estados Unidos, vieron que las aeronaves de despegue y aterrizaje vertical podían ser útiles. Durante la Guerra de Corea, Estados Unidos tuvo su primera prueba de combate con el helicóptero. El uso del helicóptero en Corea (y en Indochina y el Norte de África por los franceses) estaba limitado en los años 1950 por la disponibilidad y capacidades de los helicópteros de la época. El uso más habitual era de evacuación médica. Sin embargo, la utilidad del helicóptero era obvia para los planificadores militares. Un primer intento para utilizar movilidad aérea a la guerra fue la Batalla de Dien Bien Phu. Los militares franceses creían que podían reabastecer indefinidamente la guarnición. Sin embargo, la tecnología aérea disponible, los medios como fueron aplicadas, y el terreno y la geografía condujeron al fracaso. El ejército francés ganó experiencia durante la Guerra de Independencia de Argelia entre 1954 y 1962. Los franceses utilizaban helicópteros norteamericanos que fueron denominadosAeromobilité.
Las primeras operaciones de asalto aéreo eran pequeñas, pero fueron creciendo rápidamente en tamaño y alcance hasta unidades de un batallón completo. Los helicópteros de ALAT, Aviation Legère Armee de Terre (Aviación Ligera del Ejército de Tierra), fueron utilizados como puestos de mando, equipados con radios y transportando tropas directamente a la batalla. La necesidad de un nuevo tipo de unidad llegó a ser evidente para el Ejército de los Estados Unidos en 1964 con la visión de un nuevo tipo de guerra. El Ejército vio que la geografía variada de Vietnam hacía el movimiento de tropas muy difícil. Para evitar este problema, desarrollaron la idea de utilizar helicópteros para mover tropas hacia y fuera del campo de batalla, transportar los heridos y lanzar suministros.
Inicialmente se formó una unidad nueva experimental, la 11ª División de Asalto Aéreo, combinando infantería ligera con el transporte en helicóptero y el apoyo aéreo integrados. Después de los entrenamientos y pruebas, la unidad fue activada el 28 de julio de 1965 por el Presidente Johnson, para servir en Vietnam con la designación de 1ª División de Caballería Aérea, continuando la tradición de la 1ª División de Caballería. La primera unidad de la nueva división que vio acción fue el 7º Regimiento de Caballería, comandados por el Teniente Coronel Harold G. Moore, un antiguo paracaidista. Este regimiento era el mismo que Custer comandó en la Batalla de Little Bighorn. El 14 de noviembre de 1965, Moore dirigió a sus tropas al combate cerca del macizo de Chu Pong, junto a la frontera de Vietnam y Camboya, en la Batalla de Ia Drang. Esta unidad dio el nombre actual del término Caballería Aérea. Las unidades de este tipo suelen referirse como Aeromóvil o con otros términos que describe la integración entre fuerzas de combate de tierra y aire en una sola unidad. La 11ª División de Asalto Aérea Experimental recibió la orden de llevar la teoría a la práctica y las pruebas realizadas a principios de 1965 resultaron tan satisfactorias que la unidad recibió inmediatamente orden de prepararse para el servicio activo. Hombres de la 2ª División de Infantería fueron transferidos a la unidad y el 1 de julio nació la 1ª División de Caballería Aeromóvil. Un mes más tarde, la división contaba – con 16.000 hombres, 400 helicópteros (OH-13 Sioux para reconocimiento, UH-1 para transporte de tropas, CH-47 Chinooks y CH-54 Flying Cranes para cargas pesadas), aparatos de ala fija y unos 1.600 vehículos— cruzaron el Pacífico y llegaron a Vietnam a principios de septiembre. Las tropas aerotransportadas zarparon con destino a Vietnam. Después de establecer su base en An Khe y realizar algunas acciones de escasa importancia contra las guerrillas Vietcong locales, la formación tuvo oportunidades de demostrar sus méritos en el Valle de Ia Drang en agosto de 1965. Su comportamiento venía a demostrar que, al crear una fuerza donde la tecnología estaba aliada con la habilidad y la decisión, con lo cual el Ejército de EEUU había formado un cuerpo de elite. La primera reacción del general Westmoreland fue repartir la División, enviando a cada una de sus tres brigadas a una zona distinta del país; pero Kinnard se mostró inflexible: la razón de la existencia de la movilidad aérea, argumentó era mantener unida a la fuerza integrada para aprovechar al máximo su impacto.
Precipitándose desde el cielo los hombres de la 1ª División de Caballería Aeromóvil de Estados Unidos pusieron a prueba en 1965 su preparación y sus máquinas, contra los veteranos del Ejército de Vietnam del Norte durante una desesperada batalla por la conquista de la región montañosa del centro del país asiático. El 22 de octubre de 1965 el general de división Harry W. Kinnard, comandante de la 1ª División de Caballería Aeromóvil, recibía la comunicación que con tanta ansiedad había estado esperando: “Con las primeras luces del 23 de octubre el 1º de Caballería Aérea desplegará una fuerza operativa, mínimo un batallón de infantería y un batallón de artillería en Pleiku, su misión consistirá en defender las instalaciones clave del US Army/ARVN (Ejército de la República de Vietnam del Sur), sus fuerzas serán destinadas en Pleiku como refuerzo del Grupo de Operaciones del II Cuerpo para prestar auxilio al campo de Plei Me.”
Las provincias centrales no fueron elegidas al azar, pues en el verano de 1965 quedó claro que la zona estaba siendo atacada, no solo por el VietCong sino también, según se creía, por elementos regulares del ejército de Vietnam del Norte, lo cual era mucho más importante. Hacía algún tiempo que se conocía la infiltración de soldados del EVN a lo largo de la ruta Ho Chi Ming en Laos y Camboya, pero las fuentes de inteligencia pintaban ahora un escenario mucho más amenazador. Para que esto sucediera, el EVN tenía que destruir otros campamentos de las Fuerzas Especiales situados más al oeste, en Plei Me y Duc Co, abriendo las rutas principales a Pleiku. Un buen flujo de información constante sobre las fuerzas y la posición del enemigo eran esenciales para el éxito de la misión. Pocos días después del ataque inicial contra el campamento de Plei Me, el capitán William P. Gillette, oficial de inteligencia del Escuadrón de Caballería Aérea, estaba en condiciones de presentar un informe completo y notablemente exacto. Estaba claro que el asalto del EVN sobre el campamento, a 40km del sudoeste de Pleiku, estaba destinado a ser el inicio de una ofensiva a gran escala cuyo objetivo era dividir a Vietnam del Sur en dos zonas. En la región había dos regimientos enemigos: El 33º Regimiento, alrededor de Plei Me y el 32º Regimiento que se encontraba emboscado.
La misión de estas unidades enemigas era hacer frente a toda la fuerza de tierra norteamericana que tratara de prestar auxilio al campamento. Estos dos regimientos comunistas, enlazaron con un batallón de fuerzas locales del Vientcong para establecer una base en las faldas orientales de la montaña Chu Pong, un macizo de 450km cuadrados situado en la orilla sur del río Ia Drang; este se elevaba más de 500 metros sobre una llanura en la jungla que se extendía durante 55km hasta Pleiku. Sin que lo supieran los norteamericanos, los comunistas estaban a punto de recibir más refuerzos provenientes del 66º Regimiento del EVN que aumentaría sus fuerzas al equivalente de una división (nueve batallones de infantería, cada uno compuesto por 550 hombres, reforzados por artillería y unidades de apoyo) Era la primera vez que veíamos al EVN operando tan al Sur con unidades de tipo regimental. La batalla que duró aproximadamente un mes, fue conocida como la batalla del Valle de Ia Drang y supondría una importante prueba para la 1ª División de Caballería Aérea. Fue la primera vez que tropas regulares del EVN libraban una batalla convencional contra fuerzas estadounidenses, en la cual fueron derrotados. Dicho de una manera más simple, el enemigo se había concentrado y sus masas habían sido exterminadas por la potencia de fuego norteamericana. Sin embargo, esta batalla formara parte del record ininterrumpido, forjado por el soldado norteamericano desde 1965 a 1973, de no perder a lo largo de la Guerra de Vietnam una sola batalla importante. Tal y como Douglas Pike – uno de los pocos expertos que han estudiado y comprendido al Vietcong y al EVN—apunta” Si la guerra de Vietnam hubiese sido otra guerra convencional, si se hubiese decidido conforme a las guerras anteriores, habría finalizado a mediados de 1968 con la derrota de las fuerzas comunistas tras el Tet del 68.” Evidentemente si los norteamericanos hubieran librado una serie de batallas como del Valle de Ia Drang o la del Tet, y las fuerzas comunistas se hubieran enfrentado a las fuerzas de la coalición aliada de forma convencional, la guerra de Vietnam hubiera acabado con una victoria de EEUU. Pero los norteamericanos al igual que su enemigo, sabían lo que se jugaban en esta guerra, y los vietnamitas, conocedores del terreno y con una años de lucha contra los japoneses y los franceses, eligieron llevar a cabo una guerra de guerrilla, a la cual el potencial americano no serviría, sino más bien para desgastar al ejército de EEUU y obligarle a llevar a cabo un tipo de guerra a la cual no estaban preparados.
El campamento de Plei Me fue atacado a primeras horas del 20 de octubre, y el ARVN respondió según lo predecible: mientras los defensores de la base luchaban por su supervivencia, una columna mecanizada se preparaba en Pleiku. Pero como siempre los mandos locales del ARVN algo temerosos y timoratos de lanzar una ofensiva contra los comunistas, retrasaron las ordenes que tenían que transmitir a sus hombres. Y la columna de ayuda no salió hasta que Wetsmoreland dio luz verde para enviar a su infantería helitransportada con la 1ª Brigada de la 1ª de Caballería Aérea a Pleiku para protegerlos de un posible envolvimiento de las tropas del EVN. Inicialmente, la 1ª División de Caballería actuaba en apoyo del Ejército de Vietnam del Sur. A las 17.30 horas, el EVN atacó una columna de refuerzos en dos puntos, la que determinó que se convocara la presencia de la caballería aeromóvil. La Brigada respondió con rapidez —sus helicópteros estaban en el aire en 10 minutos de recibida la orden— y todo el mundo tuvo que reconocer que su potencia de fuego había sido el factor decisivo en la derrota del enemigo. El campamento de Plei Me fue liberado el 25 de octubre, tras haber sobrevivido sólo gracias al coraje y la habilidad luchadora de su guarnición de los Boinas Verdes.
Muy pronto se hizo evidente que iba a presentarse una importante ocasión para el despliegue masivo de la caballería aeromóvil. El EVN comenzaba a retirarse después de haber recibido un duro golpe; una rápida respuesta podría acarrearle otra derrota. El general William C. Westmoreland, que se encontraba al frente del Mando de Asistencia Militar en Vietnam (NAMU), se trasladó en un vuelo al frente y, después de considerar la situación, ordenó a la caballería que explotara el éxito. Para Kinnard, aquello era la oportunidad que estaba esperando desde hacía mucho tiempo. Acababa de perfilarse una base para accione futuras: la división iba a comprometerse en misiones de persecución y ataque contra las fuerzas del EVN que operaban en el dificultoso terreno de las montañas centrales de Vietnam. Durante los doce días que siguieron se desplegó gran parte de la 1ª Brigada de Pleiku. La mayor parte de sus operaciones comportaban una lucha encarnizada y muchas de aquellas batallas fueron coronadas con éxito. El 1 de noviembre, por ejemplo, una patrulla de exploración que realizaba una inspección de rutina en el curso de un vuelo a 12km al oeste de Plei Me detectó una insólita actividad en tierra debajo de la bóveda del follaje y ordenó que acudieran al lugar unidades de la 1ª Brigada. El enemigo no tuvo tiempo de esfumarse en la maleza. Murieron cerca de 100 soldados nordvietnamitas y fueron capturados unos 60 soldados enemigos. Todavía fue más desestabilizadora para el enemigo la aprehensión de un hospital de sangre completo: docenas de cajas de medicamentos básicos, entre ellos morfina y penicilina, apiladas hasta la altura del pecho en una extensa zona.